Sánchez apela a la «disciplina social» ante la «grave» situación en el Estado español
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha instado a limitar al máximo la movilidad ara frenar la expansión del covid-19, para lo cual ha reclamado «disciplina social». «Queremos evitar a toda costa el confinamiento domiciliario», ha subrayado el mandatario, que ha afirmado que el número «real» de personas que han estado o están infectadas del virus que produce el covid-19 «supera ya los tres millones» en el Estado.
Pedro Sánchez ha realizado una comparecencia desde el Palacio de la Moncloa en la que no ha realizado ningún anuncio concreto, sino que ha alertado del avance del covid-19 y ha explicado que seguirá siendo necesario adoptar medidas para contenerlo, aunque ha asegurado que su objetivo es «evitar a toda costa» un confinamiento domiciliario como el decretado en el mes de marzo.
«Debemos adoptar las medidas necesarias para frenar los contagios causando el menor daño a la economía posible y las menores restricciones posibles para la libertad», ha explicado.
En este punto, ha subrayado que las comunidades autonómicas son las responsables de las medidas que se deban ir adoptando y, cuando una de ellas alcance un nivel de alerta «extrema», podría requerir de iniciativas excepcionales que «podrían» necesitar el sustento del estado de alarma.
Sánchez ha planteado el «reto colectivo» de alcanzar una incidencia acumulada de menos de 25 contagios por cada 100.000 habitantes en 14 días –actualmente está en 348 en el Estado– y ha reconocido que para ello es necesaria la «máxima colaboración, conciencia y disciplina ciudadana».
«Como ocurrió en la primera ola, lo podemos lograr de nuevo si tenemos máxima disciplina social, máxima resistencia, espíritu de equipo y moral de victoria», ha animado reconociendo los «sacrificios» que esto conlleva.
«Los próximos meses serán duros, muy duros», ha advertido.
3 millones de infectados
El mandatario español ha insistido en que durante la primera ola «ningún país podía precisar el número de contagios con exactitud», pero que, gracias a los estudios de seroprevalencia, en el Estado español se conoció que el número real de infectados al fin de la primera ola era «diez veces superior», puesto que se detectaron aproximadamente 2 millones de personas con anticuerpos, en comparación con los alrededor de 200.000 casos notificados oficialmente. Así, y tras la progresión de la segunda ola, Sánchez ha apuntado que, actualmente, «el número real de personas que han estado infectadas supera ya los tres millones».
Sánchez ha advertido de que el invierno y la mayor incidencia de enfermedades respiratorias en esta época son «un escenario propicio» para que aumenten los contagios y se tensione aún más el sistema sanitario, tal y como preveían los expertos. «Con la llegada del invierno, España y Europa no son ajenas a este aumento de los contagios», ha lamentado.
Sin embargo, y pese a que ha reconocido que las «defensas sociales» en este otoño «están más bajas» porque la emergencia sanitaria «dura ya demasiado», Sánchez ha apuntado que el Estado español y sus ciudadanos tienen «tres fortalezas» que la hacen estar mejor preparadas para, de nuevo, doblegar la curva del coronavirus.
«La primera es que hacemos muchas más pruebas diagnósticas. La segunda es que nuestro sistema sanitario se ha aprovisionado de materiales de protección que escasearon en la segunda ola. Y la tercera es que estamos más concienciados sobre las medidas, como higiene de lavado de manos o el uso regular de la mascarilla», ha enumerado.
Illa pide apoyos
Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reconocido que la idea del Ejecutivo español es buscar «apoyos claros» en el ámbito parlamentario y autonómico que garanticen que si se toma la decisión de aplicar el toque de queda a nivel estatal dentro de un estado de alarma, este pueda ser prorrogado más allá de 15 días.
«Es muy importante ir todos juntos y tener las garantías de contar con los apoyos claros», ha resumido el ministro, preguntado por la falta de decisión definitiva en el ámbito estatal para establecer el toque de queda, ya que ha considerado que está funcionando el «marco competencial» de las autonomías.
El ministro ha afirmado que «cuando ha hecho falta» tomar medidas en el ámbito estatal, el Gobierno lo «ha hecho», mientras que ha argumentado que este momento prima la coordinación de las administraciones públicas.
Illa ha defendido que ya se están tomando «medidas drásticas» y «proporcionales», aunque ha insistido en que ahora corresponde a los ciudadanos «observar» estas normas para evitar otras «más drásticas» que lleven el escenario a «marzo y abril», en referencia al confinamiento total que acompañó al estado de alarma.
«La situación es muy preocupante, van a venir semanas muy duras», ha insistido el ministro, quien posteriormente ha matizado que el «horizonte» que debe tener la ciudadanía para superar esta crisis sanitaria es de «5 ó 6 meses», pese a que ha elogiado el «esfuerzo sin precedente para conseguir una vacuna segura y eficaz».