Expulsión de embajadores entre Podgorica y Belgrado en plena crisis en Montenegro
La reivindicación de la integración de Montenegro en Serbia la ha costado su expulsión al embajador serbio. Belgrado ha respondido con la misma moneda, aunque afirma que dará marcha atrás esta noche.
El Gobierno de Montenegro ha declarado persona non grata al embajador de Serbia, Vladimir Bozovic, por su «injerencia en los asuntos internos», y le ha instado a abandonar el país en las próximas 72 horas, a lo que Belgrado ha respondido con la medida recíproca de expulsar al embajador montenegrino.
La decisión del saliente Ejecutivo montenegrino tiene su origen unas declaraciones de Bozovic en un acto con motivo de una exposición de documentos sobre el parlamentarismo en Montenegro, organizada por el llamado Consejo nacional serbio.
El embajador serbio calificó de «liberación» la decisión de la Asamblea de 1918 de integrar a Montenegro en el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (la posterior Yugoslavia), con lo que perdió su independencia y quedó bajo la órbita serbia.
«Fue la libre expresión de la voluntad del pueblo de unirse a su hermana Serbia», declaro en la reunión de la asociación, que representa a los serbios de Montenegro.
Un siglo después, en 2018, el Parlamento montenegrino anuló aquella decisión que abolía la soberanía de Montenegro.
Con su declaración, Bozovic «ha denigrado al Estado que le ofreció hospitalidad diplomática» y ha mostrado «falta de respeto al máximo cuerpo legislativo y representativo, el Parlamento de Montenegro», denunció el Ministerio de Exteriores.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores serbio ha replicado anunciando que el embajador montenegrino en Belgrado, Tarzan Milosevic, tendrá que abandonar Serbia, también en las próximas 72 horas.
Tensiones balcánicas
Las expulsiones de los diplomáticos pueden avivar las tensiones entre los dos vecinos balcánicos.
Después de la desintegración de la antigua Yugoslavia, en la década de 1990, Serbia y Montenegro formaban un Estado común hasta el año 2006, cuando éste último país declaró su independencia, pero desde entonces surgen cada tanto tensiones identitarias entre los dos países.
Montenegro está profundamente dividido entre quienes abogan por relaciones más estrechas con Serbia y quienes quieren tejer lazos intensos con Occidente y la OTAN.
Según el censo de 2011, cerca del 30% de los 620.000 habitantes de Montenegro se declaran serbios. Y la mayoría rechazan los planes gubernamentales para consolidad una identidad nacional montenegrina.
Nuevo gobierno
La decisión del pro-occidental Gobierno saliente de Montenegro se produce a pocos días de la prevista formación de un nuevo Ejecutivo, surgido de las elecciones legislativas del pasado agosto, cuando el Partido Democrático de los Socialistas (DPS) perdió la mayoría por primera vez en 30 años.
La más votada, con una resultado muy ajustado, fue la coalición conservadora «Por el futuro de Montenegro», aglutinada en torno al Frente Democrático (DF), dominado por partidos panserbios y prorusos, y que podría contar con el apoyo de dos formaciones de centro izquierda.
La sesión del Parlamento para presentar al nuevo gobierno está convocada para el miércoles y se espera que la votación tendrá lugar antes del fin de semana próximo.