El secretario de Estado de Justicia de EEUU se desmarca de Trump y niega fraude electoral
El ministro de Justicia de EEUU, Bill Barr, no constata fraude alguno para invalidar la victoria de Joe Biden. El ultraconservador es el primer miembro de la guardia cercana a Trump en desmarcarse de sus denuncias de «tongo» electoral.
El presidente de EEUU, Donald Trump, está un poco más solo después de que su fiscal general, William Barr, anunciase que el Departamento de Justicia no ha encontrado prueba alguna de un fraude que pueda alterar la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
Barr había apoyado las teorías conspirativas de Trump antes de la contienda sobre el voto por correo y ordenó en un movimiento sin precedentes a todos sus fiscales que investigasen las abundantes pero infundadas denuncias de fraude electoral.
Semanas después, tales investigaciones no han arrojado resultados y Barr abandonó el martes el barco del magnate al afirmar en una entrevista a la agencia AP que sus fiscales no han podido probar el supuesto fraude, convirtiéndose en la deserción de más alto perfil del todavía presidente hasta la fecha.
Eso después de que seis días después de las elecciones, Barr instruyese a todos los fiscales del Departamento de Justicia a investigar supuestas irregularidades antes de que los resultados fuesen definitivos.
El fiscal general rompió con una norma de no interferencia federal en investigaciones de fraude electoral, que son competencia de los estados ya que son los que encargan de la organización de los comicios.
Tres semanas después, sin embargo, la mayoría de estados ya han publicado sus resultados oficiales confirmando la victoria del demócrata Biden en sitios como Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Arizona o Nevada, en los que Trump había denunciado el supuesto fraude.
Trump insiste
Las palabras de Barr no fueron bien recibidas por la campaña de Trump, que le desautorizó con vehemencia.
«Con el debido respeto al fiscal general, no ha habido nada parecido a una investigación del Departamento de Justicia», apuntaron en un comunicado Rudy Giuliani y Jenna Ellis, abogados de Trump.
Sin esgrimir una sola prueba, el equipo legal del mandatario saliente dijo que había «reunido una amplia evidencia de votación ilegal en al menos seis estados, que no han sido examinados» y que tiene «muchos testigos que juran haber visto delitos cometidos en relación con el fraude electoral».
Aunque Barr ha sido un fiel fiscal general a Trump, medios en EEUU apuntan a que la relación entre ambos se ha deteriorado por la frustración del presidente por no lograr que el Departamento de Justicia apoyase sus denuncias.
Según ‘The Washington Post’, Barr y Trump «apenas han hablado» en los meses recientes.
Barr fue llamado ayer mismo a capilla a la Casa Blanca, visita «prevista» antes del anuncio, según la portavoz Kerri Kupec, lo que no ha acallado las suposiciones sobre la inminente destitución del Attorney General de EEUU.
Presidenciales de 2024
Pese a que la estrategia de Trump no ha dado frutos en clave electoral, sí que ha permitido a su campaña recaudar más de 150 millones de dólares desde el día de las elecciones, según el ‘Post’.
El dinero recaudado puede destinarse a una cuenta para que el presidente la use en actividades políticas después de que abandone el poder, el próximo 20 de enero, o destinarlo para lo que queda de su batalla legal.
Es un secreto a voces que el presidente baraja presentarse de nuevo en las elecciones de 2024 y según reveló este martes la cadena NBC es algo que planearía anunciar el 20 de enero, coincidiendo con la toma de posesión de Biden.