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¿Desde cuándo circula el virus en Europa? Un niño de Milán lo tendría ya en noviembre

Un nuevo estudio apunta a que el covid-19 circulaba por Europa ya el año pasado. Lo ha realizado la Universidad Estatal de Milán sobre el caso de un niño de 4 años que enfermó en noviembre. Se creyó que era sarampión.

Sanitaria exhausta en un hospital de Lombardía, una de las imágenes del año para AFP. Es del 13 de marzo. (Paolo MIRANDA | AFP)

Un niño de 4 años de Milán tenía ya el coronavirus el 21 de noviembre de 2019, pero se creyó que se trataba de sarampión, según un estudio de Universidad Estatal de la capital lombarda, publicado en la revista Emerging Infectious Diseasese.

Los medios italianos se hacen eco hoy del que sería entonces el «paciente 1» en Italia y que probaría que la enfermedad circulaba mucho antes de finales de febrero cuando comenzaron a declararse los primeros casos.

Según el estudio, el 30 de noviembre el niño fue trasladado a urgencias con síntomas respiratorios y vómitos y el 1 de diciembre aparecieron en la piel unas manchas muy parecidas a las del sarampión.

El 5 de diciembre, por lo tanto, 14 días después del inicio de los síntomas, se le realizó una prueba para buscar si se trataba de sarampión y que fue conservada en el hospital según el protocolo de la red de vigilancia de sarampión y rubéola.

El resultado de la prueba dio negativo y posteriormente fue sometido a la prueba del SarsCoV2 y resultó positiva ya que esta enfermedad puede dar lugar a un síndrome similar a Kawasaki y también provocar manifestaciones cutáneas, comunes a otras infecciones virales, como el sarampión.

Para los investigadores, esto prueba que el virus llevaba circulando desde hacía algún tiempo, como prueba el impacto abrupto y repentino con el que se produjo la pandemia en febrero y por las investigaciones posteriores, incluida la detección del virus en las aguas residuales de Milán a mediados de diciembre de 2019.

Además, agregan, esta propagación prolongada y no reconocida del Sars-CoV-2 en el norte de Italia podría explicar, al menos en parte, el impacto devastador de la primera ola en el norte de Italia.