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La ausencia de virus respiratorios típicos alivia los hospitales vascos

El coronavirus y las medidas de control parecen haber desplazado a los otros virus típicos de estas fechas, como los de la gripe y el VRS. Estos tienen tasas de letalidad muy bajas, pero ayudan a generar cuadros graves y causan ingresos.

Todas las camas que ocupan pacientes de coronavirus suponen sobrecarga asistencial

La temporada del año en la que muere menos gente es el verano. El número de fallecidos asciende cuando llegan los fríos y ciertos virus se ponen en acción, particularmente los respiratorios. No siempre se puede establecer una causa-efecto entre un rhinovirus, por ejemplo, y el fallecimiento de un anciano. Los virus respiratorios no suelen matar por sí solos, pero complican cuadros de vulnerables, propiciando hospitalizaciones y muertes. También el coronavirus se ceba con los más débiles.

En esta época del año el VRS (virus respiratorio sincitial) debería haber hecho aparición. Nafarroa –que junto con Araba tiene una climatología muy propicia a este tipo de virus– debería estar en el pico o cerca del pico de la onda de sincitial. Es particularmente conocido por generar las bronquiolitis en los niños. En la temporada pasada, a inicios de enero, Nafarroa enviaba bebés a Cruces porque se había quedado sin camas de UCI debido a una onda particularmente aguda de VRS. Y este año se han hecho centenares de frotis y, al menos en Nafarroa, a este virus ni se le ha visto.

Tampoco están detectándose casos de gripe, una enfermedad que llega a tensionar con cierta fuerza los hospitales. El epidemiólogo Jesús Castilla responsabiliza de esta ausencia a las mascarillas y también a los cierres de fronteras. «Si nadie te trae el virus, particularmente del hemisferio sur, es difícil que lleguen los contagios».

Por de pronto, solo se ha localizado un único caso de gripe A sin subtipar. Faltan otras de las cepas que, tradicionalmente, generan síntomas y también ingresos hospitalarios. Algunas de las variantes habituales que siguen sin aparecer son AH3N2 y AH3N2. Cabe apuntar que, en 2017 y 2018, a estas alturas la gripe ya había sobrepasado en la CAV el umbral epidémico.

Otro buen dato de coronavirus

Que haya ausencia de otras enfermedades infecciosas supone un alivio, pues indica que no todos los hospitalizados por coronavirus son sobrecarga, sino que parte de los infectados vienen en sustitución del hueco que han dejado otras enfermedades respiratorias. A esto hay que añadir que ayer se recogió, en general, un buen dato. En Hego Euskal Herria hubo 523 nuevos casos de covid-19. Se hicieron 15.138 pruebas y esto arroja una tasa del 3,45%.

Solo crecieron los positivos en Bizkaia, que contabilizó 211 nuevos, 18 más que el jueves. En Araba se registraron 71 (7 menos) y en Gipuzkoa 138 (53 menos). Nafarroa detectó 99 y, por lo tanto, probablemente cerrará esta semana con un número de casos similar a los registrados en las dos precedentes.

Sin confirmación de cuántas dosis de vacuna llegarán

No hay confirmación sobre cuántas vacunas de la empresa Pfizer van a llegar a Euskal Herria. Todo sigue en el aire en vísperas de que se proceda a su aprobación. Desde la empresa Bexen –que algunos medios dan por seguro como el punto de destino de las vacunas al menos para la CAV, por su capacidad de almacenamiento a -80 grados– informaron de que aún no está nada firmado.

Los rumores sobre la cantidad de viales que llegarán, además, resultan confusos. Suenan 20.000 unidades para la CAV, pero Nafarroa ha concretado su intención de vacunar a 13.000 personas en enero. Para conseguir la meta fijada en Nafarroa harían falta 26.000 vacunas (son necesarias dos dosis) y no cuadra que este territorio reciba más que lo que llegará a la CAV. En Bexen dudan de que esto se aclare antes de la aprobación formal.