El pacto evita el caos pero deja flecos políticos pendientes
El acuerdo sobre la futura relación entre la UE y Gran Bretaña ha evitado en el último momento el caos que se preveía desde el próximo 1 de enero. En Escocia o Irlanda recuerdan los flecos políticos pendientes que deja el Brexit.
Entre el alivio general de los líderes europeos por haber evitado en el último minuto el desastre de un Brexit sin acuerdo de la relación futura entre Londres y Bruselas, varias voces advierten de las consecuencias que, en cualquier caso, tendrá la salida británica de la UE. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, subrayó que el Brexit se ha concretado en contra de la voluntad de Escocia y que el camino a seguir para su región es a través de la independencia.
«No hay un acuerdo que jamás pueda compensar por lo que el Brexit nos quita. Es hora de dibujar nuestro propio futuro como una nación europea independiente», señaló Sturgeon, quien pide la celebración de una segunda consulta de independencia, después de que en setiembre de 2014 los escoceses votasen en contra de la separación. Una consulta que habría adquirido más fuerza con un Brexit sin acuerdo al hacer la necesidad de independencia una cuestión de emergencia.
Igualmente, en el norte de Irlanda, Sinn Fein, socio en el Gobierno de poder compartido de Belfast, ve una oportunidad de avanzar en su objetivo histórico de reunificación de Irlanda.
Para su presidenta, Mary Lou McDonald, el acuerdo es «un gran alivio», pero recordó que «ningún Brexit es bueno» para la isla de Irlanda e instó a la ciudadanía a que «empiece a planificar su futuro», en referencia a un eventual referéndum sobre la reunificación, tal y como prevén, si se dan las condiciones, los acuerdos de paz de 1998.
El Brexit sin acuerdo sobre la futura relación amenazaba con levantar de nuevo la frontera con la República de Irlanda, que ha permanecido invisible desde la firma de los acuerdo de paz
La libertad de movimientos entre el norte y sur de la isla, el tránsito ininterrumpido de bienes y servicios, la ausencia de infraestructuras fronterizas físicas han sido clave para afianzar el proceso democrático y para generar también una economía panirlandesa, transfronteriza y altamente interconectada.
El Brexit salvaje amenazaba con hacer saltar por los aires este delicado equilibrio de fuerzas sociales, económicas y políticas pero también hacía más necesaria la reunificación.
La mayoría de los norirlandeses, como los escoceses, votaron en contra del Brexit en el referéndum de 2016.
Con el acuerdo, el norte de Irlanda seguirá alineado en ciertas áreas con las normas del mercado único y la unión aduanera y los controles sobre los bienes que pasen de Gran Bretaña hacia el mercado interior comunitario se efectuarán en los puertos de entrada al norte de Irlanda.
La ministra principal norirlandesa y líder del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP), Arlene Foster, declaró que el acuerdo comercial entre Londres y Bruselas «siempre ha sido la mejor solución para Irlanda del Norte» pero recela d que concede a la región un estatus diferente, lo que, en su opinión, pone en peligro su relación con la corona británica.
El socialdemócrata SDLP también opinó que la «conclusión de un acuerdo comercial» no «podrá deshacer el enorme daño» que ha causado el Brexit a «la ciudadanía, los negocios y las comunidades» norirlandesas. Al igual que Sinn Fein, el líder del SDLP, Colum Eastwood, advirtió de que este divorcio «abrirá un debate muy serio sobre el futuro», de nuevo en referencia a la reunificación.
La República irlandesa, por su parte, respira aliviada al contar con que su principal socio comercial y vecino más próximo abandona la UE con un acuerdo que evita un divorcio salvaje.
Desde Gales, su ministro principal Mark Drakeford, señaló que «cualquier acuerdo es mejor que ningún acuerdo pero este no es el acuerdo que habríamos negociado».
También lo considera un mal menor la oposición laborista que lo aprobará en el Parlamento británico pero advirtiendo al Gobierno que será el responsable de las consecuencias.
De lo que se sabía hasta ayer, se entiende que la UE ofrece a su antiguo Estado miembro un acceso sin derechos de aduana ni cuotas, a su enorme mercado de 450 millones de consumidores que, según la Comisión Europea, «va más allá de los recientes acuerdos de libre comercio de la UE con terceros países, como Canadá o Japón».
Ambas partes se han comprometido a respetar los principios generales de igualdad de condiciones en una serie de normas en materia de medio ambiente, legislación laboral y fiscal para evitar cualquier dumping, recurriendo a un arbitraje independiente en caso de supuesto incumplimiento.
Pero, aun sin aranceles, sí habrá controles aduaneros y procedimientos administrativos que consumirán mucho tiempo para empresas acostumbradas a comerciar sin frenos.
Negoziazioaren maratoia amaituta, hasi da testua onartzeko esprinta
Europar Batasunaren (EB) eta Britainia Handiaren arteko harremana arautzeko hitzarmena sinatzeko maratoia bukatu ondoren, urtarrilaren 1ean ituna indarrean sartzeko lasterketa hasi da. Londresek, baina batez ere Bruselak, izapideak azkartu beharko dituzte garaiz iristeko, egun horretan bukatzen delako Brexitaren epe iragankorra.
Europako Parlamentuak data hori baino lehen eman behar zuen oniritzia hasiera batean, baina negoziazioen luzapenak ezinezkoa egin du urte bukaera baino lehen egitea. Beraz, Europako Batzordeak ituna otsailaren 28ra arte behin-behinean indarrean izatea erabaki du.
EBko enbaxadoreek lehen bilera egin zuten atzo Michel Barnier negoziatzailearekin testuaren zehaztapenak ezagutzeko. Estatuek bizpahiru egun baino ez dituzte izango oraindik ezagutzen ez dituzten 1.200 orrialdeak aztertzeko. Ondoren, Europako Kontseiluan 27 estatuek aho batez erabaki beharko dute ituna sinatzea eta behin-behinean indarrean sartzea. Ituna urtarrilak 1a baino lehen sinatu eta argitaratu behar da Europako buletinean.
Ostean, hitzarmena onartzeko denbora izango du Parlamentuak. Espero da urtarrilaren 18tik 21era bitartean egitea. Ezin izango du ituna aldatu; baiezkoa ala ezezkoa emateko aukera du soilik.
Bien bitartean, Londresen oporretan dauden diputatuek lanera itzuli beharko dute, asteazkenean Komunen Ganberak egingo duen premiazko saioan hitzarmena onartzeko. Boris Johnson lehen ministroak ez du arazorik izango. Bere alderdiaren laguntza ez ezik, oposizioarena ere izango baitu.GARA