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Biden dará órdenes ejecutivas para enterrar ya las políticas de Trump

Ya se conoce algunas de las primeras decisiones que tomará Biden como presidente. Desde la vuelta al acuerdo climático de París o el uso obligatorio de mascarilla, empezará fuerte desde el primer minuto para marcar una clara ruptura con Trump.

El presidente electo Joe Biden. (Angela WEISS/AFP)

Nada más entrar en la Casa Blanca, en las primeras horas, Joe Biden se dispone a disparar ráfagas de órdenes ejecutivas para dar un hachazo, para señalar un clara ruptura con su predecesor, Donald Trump. Una batería de medidas no solo para revertir los daños más graves de las políticas de Trump, sino también para marcar dirección, para apuntar por dónde irán los tiros con su Administración.

Según un memorándum visto por medios estadounidenses, entre las primeras decisiones de Biden tras asumir el cargo estarían el regreso de EEUU al acuerdo climático de París, al pacto mundial para reducir las emisiones de carbono y la revocación la controvertida prohibición de entrada a ciudadanos de ciertos países de mayoría musulmana. Extendería así mismo las restricciones nacionales sobre desalojos y ejecuciones hipotecarias durante la pandemia.

También se espera que el presidente declare obligatorio el uso de mascarillas en los edificios de propiedad federal y en los viajes interestatales, y se planteará como objetivo prioritario entregar 100 millones de vacunas contra la covid-19 en sus primeros 100 días en el cargo, en contraposición a lo que considera un «fracaso lamentable de Trump» en este tema.

El nuevo presidente enviará al Congreso un nuevo e importante proyecto de ley de inmigración, además de centrarse en aprobar un plan de estímulo por valor de 1,9 billones de dólares para ayudar a la economía del país a recuperarse del brutal golpe del coronavirus.

Desafíos en todos los frentes

Biden prestará juramento exactamente dos semanas después de los violentos disturbios en el Capitolio que tenían como objetivo frustrar su victoria electoral. Miles de calles han sido bloqueadas con barreras y cercas metálicas, y se espera que se desplieguen más de 20.000 soldados de la Guardia Nacional. El FBI advierte sobre posibles actos de violencia armada planificadas por partidarios de Trump.

Y todo esto una semana después de que Trump se convirtiera en el primer presidente de EEUU en ser acusado dos veces. Se enfrentará ahora a un juicio en el Senado por «incitación a la insurrección» por el asalto al Capitolio. Pero a Biden no le gusta que se siga hablando de Trump y que eso condicione su agenda legislativa y la elecc&bs;ión de responsables de su gabinete.

En el Senado, ahora empatado entre republicanos y demócratas, se necesita una mayoría de dos tercios para una condena, por lo que 17 republicanos tendrían que votar en contra de Trump. Ya se da la señal de alarma: eso inflamaría y dividiría aún más en un momento en que se necesita sanar. Pero los demócratas quieren seguir adelante hasta condenar a Trump, para siempre, para que no pueda presentarse otra vez.