ERC y CUP, a favor de un gobierno de amplio espectro que Comuns y Junts declinan
Hay 82 diputados a favor de la amnistía y la autodeterminación. Es la mayoría que quiere articular ERC en las negociaciones postelectorales. En ese camino ha encontrado a la CUP. Catalunya en Comú, sin embargo, veta a Junts, que a su vez, insiste en que superar el 50% debe tener consencuencias.
Lo ha dicho el líder del partido, Oriol Junqueras, en TV3; lo ha repetido el candidato a president, Pere Aragonès, en Catalunya Ràdio, y ha insistido en ello la portavoz del partido, Marta Vilalta, en rueda de prensa: quieren un gobierno de amplio espectro que incluya a Junts, a la CUP y a Catalunya en Comú. Esa mayoría suma 82 diputados (el 61% del Parlament) y Esquerra insiste en que se puede articular situando como ejes la amnistía y la autodeterminación.
«El independentismo de izquierdas es mayoritario. Tenemos que reconstruir el país desde la justicia social, y resolver el conflicto político con grandes consensos: hay 82 diputados y diputadas a favor de la amnistía y el derecho a la autodeterminación», ha señalado Vilalta, que también ha subrayado la importancia de haber superado por primera vez el 50% de los votos independentistas: «Es un hito muy importante y un mensaje clarísimo para la sociedad catalana y la comunidad internacional».
Por su parte, Junqueras ha sido el encargado de cerrar la puerta, desde primera hora de la mañana, a cualquier acuerdo de gobierno con Salvador Illa: «Es imposible que formemos gobierno con el PSC. Se ha manifestado con la extrema derecha y ha aplaudido la prisión de los presos políticos». El recurso de la Fiscalía contra el tercer grado a los presos, desde luego, no allana el camino. Con el PSOE se negocia la resolución del conflicto, no el Govern, parecen decir desde ERC.
Sintonía con la CUP
El único partido que se ha sumado al carro del ejecutivo de amplio espectro ha sido la CUP. Eulàlia Reguant, que vuelve al Parlament, ha señalado en TVE que esperan hablar con ERC, Junts y Catalunya en Comú. Preguntada por la reactivación de la DUI, ha sido franca al señalar que no solucionaría nada, y donde ERC ha situado la improbable amnistía y la inconcreta referencia a la autodeterminación, Reguant ha ido al grano: «Un referéndum puede tener mucha mayor capacidad de recibir apoyos que una DUI».
Por su parte, la candidata de la izquierda independentista, Dolors Sabater, ha señalado que, pese a que prefieren esperar a conocer la propuesta negociadora, están «en predisposición de asumir responsabilidades» con el objetivo de «blindar los grandes consensos de país». He aquí una nueva variable respecto a 2017.
Vetos cruzados
La apuesta de ERC y CUP, sin embargo, choca con la realidad de una Catalunya en Comú que durante toda la campaña ha insistido en que no entrará a negociar nada con Junts. Ayer por la noche insistió el diputado David Cid: «Pere [Aragonès], con Borràs y Canadell, NO». El veto ideológico, al parecer, no se aplica con un PSC que tiene de número tres a Ramon Espadaler, ex de Unió y contrario al aborto, por ejemplo. Los comuns insisten en un tripartito de izquierdas en el que no incluyen en ningún momento a la CUP, que el domingo les adelanto en número de diputados.
En Junts no existe un veto explícito hacia Catalunya en Comú, pero en la práctica se da por hecho. Hoy por la mañana, Laura Borràs ha señalado que «la voluntad es poder hacer un Govern independentista que se corresponda con el que la gente ha expresado en las urnas». En una entrevista en TVE, ha insistido en que «el 50% más uno legitima a avanzar hacia la independencia». «Pere Aragonès nos debe explicar qué quiere hacer con este más del 50%», ha añadido.
Borràs también ha estado en TV3, con un mensaje parecido. Se ha mostrado dispuesta a apoyar la investidura de Aragonès, pero ha insistido en que superar el 50% de los votos «debe tener consecuencias». Según su programa, debería llevar a la reactivación de la DUI, algo a lo que tanto ERC como CUP se oponen.
Illa, a lo suyo
Por último, Illa ha insistido en que presentará candidatura, augurando que no habrá gobierno independentista. Tras prometer que se sometería a la investidura, tiene difícil marcha atrás. También ha señalado, en una entrevista en Catalunya Ràdio, que hablará con todos los partidos excepto con Vox, pero lo cierto es que el partido que podría aportar más votos a su investidura es, precisamente, el de la extrema derecha.
Que Illa pueda presentar candidatura, en cualquier caso, depende del president del Parlament, una figura en disputa que tendrá que escogerse, como tarde, el 12 de marzo. Si se mantiene la dinámica seguida en los últimos años, la presidencia de la institución recaería en esta ocasión sobre Junts.