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Planta tu slip y conocerás mejor la tierra

«Planta tu slip», ese el reto lanzado por la Agencia de Transición Ecológica francesa y que implica desde agricultores a urbanitas pasando por colegios, caso del Instituto Jean Errecart de Donapaleu, cuyos alumnos se han animado a plantar dicha prenda para saber más del suelo sobre el que caminamos.

Estado de uno de los slips plantados tras dos meses en la tierra. (@Institut Jean-Errecart)

La Agencia de Transición Ecológica francesa (Ademe) ha puesto en marcha un experimento en forma de reto que se resume en una consigna simple como la prenda en cuestión. «Planta tu slip» propone una campaña que, por su simplicidad, es de fácil acceso tanto para a particulares como para colectivos, y que en el caso de Euskal Herria ha captado ya la atención de alumnos y profesores del liceo Errecart de Donapaleu (Nafarroa Beherea).

Sin necesidad de recurrir a un laboratorio cerrado, buena cosa en tiempos de covid-19, un espacio en el jardín o un tiesto es suficiente para abordar el experimento destinado a tomar conciencia de la labor esencial que desarrollan los diez millardos de organismos que tienen su hogar en apenas unos gramos de tierra.

Son una cadena discreta y eficaz, aunque sometida al estrés que genera esa actitud invasiva de los humanos.

Unos filtran el agua, otras nutren la reserva de carbono, y entre todos garantizan que asomen esos brotes verdes que un año darán la razón al poeta Pablo Neruda, que ya dejó escrito que la primavera llega inexorable.

Dos meses de entierro

Vayamos al procedimiento. La recomendación es enterrar un slip de color blanco, por aquello de no cargar desde el principio las tintas con colorantes. Y si podemos enterrar una prenda hecha con algodón bio, mejor aún.

El slip debe ser enterrado a unos 15 centímetros de profundidad, y conviene marcar el lugar exacto en que se ha enterrado el tesoro, para cuando volvamos a por la prenda. 

A partir de ahí toca, zafándose de la dictadura del inmediatismo, esperar dos meses antes de descubrir en qué se ha transformado dicha joya de la lencería.

¿Por qué un calzoncillo? Porque el slip leva un elástico que, pese al trabajo de los esforzados de la tierra, «no se descompondrá», apuesta el ingeniero agrónomo Antoine Piérart.

De esta forma, al desenterrar el slip, se podrá utilizar como asidero esa goma y exhibir ante los ojos de propios y de extraños el grado de degradación del resto del tejido.

Según la calidad del suelo, el deterioro de la prenda será mayor o menor, claro está a la excepción de la dichosa cinta elástica.

‘Mediabask’ ha recogido el testimonio de la profesora Peggy Doyhenart que ha llevado a cabo ese experimento con sus alumnos de segundo del liceo Errecart dentro de un estudio del suelo en los agrosistemas.

«El suelo es algo más que tierra, está vivo, y lo hemos podido ver en nuestro liceo con un trabajo previo con la permacultura».

Precisamente, en complemento de ese trabajo, cada alumno ha plantado un slip en una maceta, en el jardín de casa, o incluso en un rincón del campo de cultivo de un agricultor.

Tras desenterrar esa basta muestra, el grupo de alumnos ha podido observar los diferentes procesos de descomposición en función de las característica del suelo.

La clase ha optado por dejar un último slip enterrado, por aquello de ver si la tierra se da el tiempo de consumir hasta el último hilo del tejido.

«Esperemos que cuando lo recojamos solo quede el elástico», expresa la profesora del liceo Errecart.

60% de suelos degradados

Ya en 2016, agricultores del Estado francés se lanzaron a un desafío similar, siguiendo la estela de sus colegas canadienses.

No estaría de más comparar los resultados, ya que según advierte la agencia Ademe hoy un 60% de los suelos del planeta están fuertemente degradados y 11 hectáreas desaparecen cada año a consecuencia de la expansión urbana.

La operación «Planta tu slip» cuenta con un mapa interactivo en el que se puede ver cómo se extiende un experimento destinado a hacernos más conscientes de que, si no queremos perder suelo, debemos cuidar mejor de la tierra que nos cobija.