INFO

La Audiencia Nacional sustituye multas por un año y cuatro meses más de cárcel para Hasel

La Audiencia Nacional española ha sustituido por penas de cárcel que ascienden a un año y cuatro meses las multas económicas por valor de 30.000 euros a las que fue condenado el rapero Pablo Hasel.

Manifestación contra el encarcelamiento de Pablo Hasel en Barakaldo (H. BILBAO/EUROPA PRESS)

La Audiencia Nacional española ha sumado un año y cuatro meses más de cárcel a la pena de nueve meses que el rapero Pablo Hasel cumple en prisión condenado por «enaltecimiento del terrorismo», tras declararlo insolvente después de que las gestiones para embargarle sus bienes y saldar la multa de casi 30.000 euros impuesta en sentencia no tuvieran éxito.

El tribunal especial acordó el pasado 17 de febrero el embargo de los bienes de hasel, una gestión que ha resultado infructuosa porque, como aclara un decreto de la Audiencia Penal las diligencias para averiguar sus bienes y embargarle «no han dado resultado positivo».

De esa forma, en la nueva liquidación de su condena, la Audiencia impone a Hasel un año y cuatro meses más de cárcel, a no ser que en el futuro cuente con bienes que puedan ser embargados o haga frente al pago que se le reclama. El decreto, que puede ser recurrido, establece una nueva liquidación de la condena impuesta a Hasel y se enfrenta a cumplir dos años y un mes de cárcel, en total, por la sentencia por la que está interno en el centro Ponent de Lleida.

Además, dos días después de su encarcelamiento, la Audiencia de Lleida confirmó otra condena de dos años y medio para Hasel por «amenazar a un testigo» de un juicio. De ratificarse esta condena, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, Hasel sumaría cuatro años y siete meses de cárcel.

El rapero ingresó en la cárcel de Lleida el pasado 16 de febrero para cumplir una condena de nueve meses que le impuso en 2018 la Audiencia Nacional por «enaltecimiento del terrorismo». El tribunal especial le había suspendido en 2019 otra condena por el mismo delito. 

El encarcelamiento del rapero desató una oleada de protestas, principalmente en Catalunya pero también en Euskal Herria.