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Cumbre francoespañola, este lunes, para abordar la gestión fronteriza con 19 pasos cerrados

Con los pasos pirenaicos de Euskal Herria cerrados en su mayoría y un férreo control policial en los del Bidasoa, debido especialmente a una estrategia de política interna de París, los gobiernos francés y español se encontrarán este lunes para «coordinar mejor la gestión fronteriza».

Control policial en el puente de Santiago, entre Irun y Hendaia. (Gorka RUBIO | FOKU)

El Estado francés espera que la cumbre de este lunes con el Gobierno español permita avanzar en una mejor gestión de ‘la frontera común’, en un momento en el que ha intensificado los controles para evitar la llegada por Irun-Hendaia de inmigrantes en situación irregular.

Además, París quiere promover la reforma de la zona Schengen, dentro de su objetivo de dar una imagen interna de refuerzo de la seguridad.

Con el gabinete del presidente Emmanuel Macron centrado en cuestiones de seguridad de cara a la elección presidencial de 2022, la gestión fronteriza se ha convertido en una estrategia política de primer orden para el Ejecutivo galo.

La primera para Macron y Sánchez

La de este lunes es la primera cumbre francoespañola desde la que mantuvieron François Hollande y Mariano Rajoy en febrero de 2017 en Málaga, por lo que es también la primera para Macron y Pedro Sánchez.

La reunión tendrá lugar en Montauban (Montalban en occitano), a unos 50 kilómetros de Toulouse (Tolosa), la ciudad donde está enterrado el último presidente de la II República española, Manuel Azaña, fallecido en el exilio en 1940.

El lugar muestra la «historia común» entre los dos Estados, según han indicado fuentes del Elíseo, que destacan la importancia de la contribución de los 500.000 republicanos exiliados en el Estado francés tras la Guerra del 36, de los que 350.000 se quedaron allí y cerca de 35.000 murieron combatiendo en la Segunda Guerra Mundial frente a los nazis.

Con 19 pasos pirenaicos cerrados

Pero al margen de guiños simbólicos a la memoria histórica, la cumbre se celebrará mientras París mantiene cerrados 19 pequeños pasos pirenaicos –casi la mitad de ellos en Euskal Herria–.

Concretamente, ha intensificado los controles para evitar la llegada de inmigrantes sin papeles en regla de origen africano a través de Hendaia y Biriatu, lo que se está haciendo notar también en el centro de acogida de Baiona.

El Gobierno galo justifica el cierre de los pasos señalando que intenta impedir el paso a «terroristas» e «inmigrantes indocumentados», así como para controlar mejor la pandemia.

Débiles argumentos cuando la mayoría de los atentados yihadistas registrados en el Hexágono han tenido como autores, o presuntos autores, a nacionales franceses y los que procedían del exterior raramente habían pasado por la Península.

A lo que se suma que Ipar Euskal Herria tiene una incidencia acumulada de covid-19 en las últimas semanas muy por debajo de las zonas del norte del Hexágono que están a punto del colapso hospitalario, por lo que no se constata ningún ‘factor fronterizo’ en la expansión de la pandemia.

Por su parte, Madrid sin mayores aspavientos diplomáticos, ha mostrado en varias ocasiones su malestar por esta situación y confía en que de la cumbre saldrá la creación de una comisión que estudie dónde los cierres han causado problemas importantes a las poblaciones transfronterizas, de cara a su reapertura.

La Moncloa también manifestó su malestar por el hecho de que Macron eligiera en noviembre el paso catalán del Pertús para anunciar desde allí la duplicación de los agentes de control de fronteras y su objetivo de reformar Schengen.

Un formato muy peculiar

Debido a la pandemia, el formato de la cumbre será peculiar: Macron y Sánchez se reunirán a solas, acompañados únicamente de un traductor y un asesor, en el edificio de la Prefectura de Montalban.

Por lo tanto, no habrá la habitual sesión plenaria con un buen número de ministros. En esta ocasión, todo se hará por vídeoconferencia con 26 integrantes de los dos gobiernos, 13 por cada bando.

Macron y Sánchez también tratarán asuntos internacionales y europeos, como las relaciones de la UE con Turquía y China, la crisis sanitaria y los planes comunitarios de reactivación económica, el desarrollo de la defensa europea o la cooperación con el Sahel.