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El Vaticano reitera que la Iglesia católica no puede bendecir uniones homosexuales

El Vaticano ha insistido en que la Iglesia católica no bendice las uniones homosexuales, subrayando que para esta istitución sigue siendo un «pecado» y dejando claro que las palabras del papa sobre este tema en una reciente entrevista no suponen un cambio de doctrina.

El papa Francisco, durante una oración en el Vaticano. (Tiziana FABRI/AFP)

El Vaticano ha reiterado que para la doctrina de la Iglesia católica la homosexualidad es «un pecado» y que los sacerdotes no pueden bendecir esas uniones, en un texto divulgado este lunes por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

La institución encargada de preservar el dogma católico ha abordado el tema a través de un «Responsum ad dubium», es decir una respuesta a una duda, aprobada por el papa Francisco, cuyas palabras recientemente había suscitado dudas sobre cierta apertura: «¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?». La respuesta de la institución ha sido tajante y clara:«Se responde negativamente».

Se trata así de la primera respuesta oficial por parte del Vaticano a unas palabras del papa que daban, o eso se creía, el beneplácito, que no la bendición, a las uniones civiles.

«Es pecado» y «no se puede bendecir»

En un documento firmado por el cardenal Luis Ladaria, prefecto de la congregación, conocida en el pasado como el Santo Oficio de la Inquisición, se advierte que «en algunos ambientes eclesiales se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo».

«No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta, por sí misma, a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo», precisa el texto.

El documento recuerda que, para la Iglesia, «Dios nunca deja de bendecir a sus hijos», pero añade que «no bendice ni puede bendecir el pecado».

«Las bendiciones sobre personas están en relación con los sacramentos, la bendición de las uniones homosexuales no puede ser considerada lícita, en cuanto sería en cierto modo una imitación o una analogía con la bendición nupcial, invocada sobre el hombre y la mujer que se unen en el sacramento del Matrimonio», insiste la antigua Inquisición.

Y añade que «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia».

El papa «hablaba de las leyes de los Estados»

El texto fue aprobado por el papa Francisco, cuya posición sobre la homosexualidad parecía resultar menos tajante.

Hace cinco meses, Francisco aseguró en una entrevista que «las personas homosexuales tienen derecho a estar dentro de una familia» y que deberían tener derecho a estar cubiertos legalmente, lo que desató controversia.

Una frase que provocó la ira de los sectores más conservadores, entre ellos varios obispos y cardenales, y a su vez elogios por parte de las asociaciones de defensa de los homosexuales, que consideraron histórica su apertura.

El Vaticano precisó luego que Francisco no había cuestionado el dogma del matrimonio entre un hombre y una mujer, y que se refería a las leyes adoptadas por los Estados, lo que ha querido zanjar con la nueva aclaración.