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Nueva condena en Turquía contra el líder kurdo Demirtas, cuya libertad ordenó Estrasburgo

Un tribunal de Estambul ha condenado por «insultos al presidente» Erdogan a tres años y seis meses de cárcel a Selahattin Demirtas, dirigente del partido prokurdo HDP que lleva desde 2016 en prisión a pesar incluso de que el Tribunal de Estrasburgo exigiera el pasado diciembre su liberación.

Selahattin Demirtas, en una imagen de archivo. (Adem ALTAN/AFP)

Los jueces han considerado que un discurso pronunciado por Demirtas, entonces diputado y dirigente del prokurdo HDP, en diciembre de 2015 ante la prensa en el aeropuerto de Estambul, tras volver de un viaje a Rusia, cumple la definición de «difamación del presidente».

En su alocución, Demirtas se pronunció a favor de arreglar las relaciones con Moscú, en un momento de gran tensión entre ambos países, y acusó a los dirigentes turcos, sin especificar nombres ni cargos, de ocultar sus propios errores acusando a los demás.

«No rendís cuentas por todo lo que habéis robado ni por la traición que cometéis contra el país; lo ocultáis bajo grandes palabras, palabras que mañana u otro día os tendréis que tragar», dijo el político entonces.

En el juicio de este lunes, Demirtas ha reiterado su ya previa afirmación de que el discurso no atacaba al presidente, Recep Tayyip Erdogan (en el cargo desde 2014), sino que era una crítica legítima al Gobierno.

«Solo lamento que dijera tan poco: hice unas declaraciones muy suaves», ha dicho el dirigente kurdo, según informa la agencia turca Anadolu.

Demirtas está en prisión preventiva desde noviembre de 2016, acusado de siete delitos diferentes, desde «propaganda terrorista» a «manifestación ilegal», «incitación al odio» o «desprecio a la nación turca», en 12 juicios distintos.

En junio pasado, el Tribunal Constitucional turco falló que la larga prisión preventiva vulneraba los derechos de Demirtas a un juicio justo, pero los órganos de justicia inferiores descartaron implementar la sentencia y ponerle en libertad.

Posteriormente, el pasado mes de diciembre, el propio Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ordenaba la «liberación inmediata» del dirigente político, un fallo que también Turquía se niega a cumplir. 

Todo esto ocurre, además, en plena escalada represiva de Ankara contra la población kurda, con una petición fiscal para ilegalizar el HDP (tercera fuerza parlamentaria), decenas de detenciones e inquietud por el estado del histórico líder de la guerrilla del PKK Abdullah Öcalan encarcelado y aislado desde 1999. Los familiares