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Polémica en el Estado español por el turismo y multas en Reino Unido: 6.000 euros por salir

Los residentes en Gran Bretaña que se vayan de vacaciones al extranjero se enfrentarán a partir de la próxima semana a multas de 5.000 libras (5.789 euros). En Alemania o el Estado francés, por contra, se facilitan las salidas, y en el español las llegadas.

El ministro británico de Sanidad, Matt Hancock. (Daniel LEAL-OLIVAS/AFP)

La cuestión del turismo crea controversia creciente en Europa, y sobre todo en el Estado español tras las noticias de llegadas de vuelos a Baleares desde Alemania o a Madrid desde el Estado francés.

Varios grupos parlamentarios han puesto el grito en el cielo hoy en Madrid, considerando en algunos casos que el Estado español se está convirtiendo en «el patio de recreo» o «el bar de Europa».

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha asegurado que el Estado español simplemente está teniendo reciprocidad con otros países en lo referido a los desplazamientos de pasajeros en su territorio.

La Comisión Europea pidió este lunes a Madrid «coherencia» en las restricciones de viaje que aplica en el ámbito interno y con respecto a los desplazamientos desde y hacia otros países de la Unión Europea. Además, apuntó los riesgos vinculados al coronavirus son similares, «ya sean los viajes interiores o transfronterizos».

En rueda de prensa este martes tras el Consejo de Ministros, Montero ha señalado que el Ejecutivo está haciendo «en reciprocidad» lo que se está planteando en otros países: que las personas que vengan tengan una PCR reciente y que además cuando lleguen a los países de destino respeten «exactamente» las mismas limitaciones que las personas que viven en ellos.

«Estas son las condiciones y las reglas de juego con las que nos hemos dotado y que estamos intentando aplicar sin que haya ningún tipo de falla en el conjunto de los países», explicó la ministra recordando que este miércoles habrá una nueva reunión del Consejo Interterritorial donde se revisará la situación actual de la pandemia en el Estado.

Medidas de Londres

En este contexto global, destaca el endurecimiento de las restricciones que plantea el Reino Unido. El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha justificado la medida ante la posibilidad de que una nueva ola de contagios llegue desde Europa a este Estado, que registró este lunes su cifra más baja de muertes diarias, 17, por el virus desde el pasado septiembre.

La nueva ley, que endurecerá las restricciones para contener la propagación de la covid-19, impone multas cuantiosas para quienes no tengan una razón de fuerza mayor para salir del país –algo que de hecho no está permitido desde enero– y, de ser aprobadas el jueves, entrarán en vigor el próximo lunes.

Pese a que Gran Bretaña mantiene relativamente bajos los números de contagios y muertos diarios por el virus gracias a su programa de vacunación, los positivos están aumentando en otros países de Europa, lo que ha puesto en alerta a las autoridades.

En un principio, la hoja de ruta detallada por el Ejecutivo de Boris Johnson para proceder con la desescalada contemplaba permitir los viajes no esenciales a partir del 17 de mayo, como muy pronto.

Sin embargo, según un borrador de ley que recogen este martes los medios locales, salir del país sin una «excusa razonable», como por motivo de trabajo o de educación, será ilegal hasta el 30 de junio.

Los personas que viajen desde Inglaterra a otra parte de Gran Bretaña con el objetivo de abandonar el Estado o se dirijan a un aeropuerto con ese objeto también serán multadas.

El 17 de mayo como referencia

En declaraciones al canal "Sky News", Hancock ha señalado que el grupo de trabajo gubernamental sobre viajes revisará las disposiciones relativas a los desplazamientos al extranjero e informará de ello el próximo 12 de abril.

Ha apuntado que el plan del Gobierno para la desescalada «detalla que la fecha más temprana por la que se permitirán los viajes internacionales sin uno de los motivos claros que se necesitan ahora es el 17 de mayo».

«Eso no ha cambiado», ha puntualizado, aunque todavía es «demasiado pronto» para saber cuál será la decisión final sobre las vacaciones en el extranjero a causa del repunte detectado en las infecciones por toda Europa.

«La razón es que estamos viendo cómo aumenta esta tercera ola en algunas partes de Europa y estamos viendo nuevas variantes», ha explicado Hancock.