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Turno para los túneles de Belabieta en la A-15

Situados entre Andoain y Berastegi y con 1.848 metros de longitud, se reformarán este año para adecuarse a la directiva europea sobre seguridad, con un presupuesto de 17 millones de euros

Circulación en ambos sentidos en el túnel de Belabieta a causa de un desprendimiento en verano de 2018. (Gorka RUBIO | FOKU)

Los túneles de las carreteras que unen Gipuzkoa y Nafarroa se están reformando para adecuarse a las exigencias europeas sobre seguridad, unos trabajos que pueden parecer menores, pero que acarrean un gran desembolso económico, así como importantes afecciones al tráfico. Los primeros fueron los de Belate y Almandoz, en la N-121-A, así como los de San Lorenzo, en la A-15, y ahora llega el turno a los de Belabieta, también en la A-15.

Los túneles de Belabieta (uno en cada sentido de la circulación) están situados entre Andoain y Berastegi y tienen una longitud de 1.848 metros, por lo que son los segundos más largos de Gipuzkoa, por detrás de los de Gallastegi, en la AP-1 a su paso por Bergara.

Como todas las galerías de más de 500 metros, las de Belabieta también deben ser reformadas para adaptarse a la normativa europea sobre seguridad. Para ello, la Diputación Foral de Gipuzkoa ha previsto un presupuesto de 17 millones de euros, cuyo objetivo último será «garantizar un nivel mínimo de seguridad a los usuarios mediante la prevención de situaciones críticas que puedan poner en peligro la vida humana, el medio ambiente y las infraestructuras de los túneles en caso de accidente».

En concreto, se llevarán a cabo soluciones de estabilización, renovación del drenaje, adecuación de las instalaciones de suministro de energía, redimensionamiento de equipos eléctricos, actualización del sistema de iluminación con tecnología LED, reinstalación del sistema de ventilación, e inclusión de un sistema de protección contra incendios compuesto por una red de hidrantes y una columna seca.

Además, se incorporarán las tecnologías más punteras para actualizar la gestión viaria, controlar la circulación y los aforos, mejorar el sistema de circuito cerrado de televisión para instalar un sistema de Detección Automática de Incidentes (DAI), y el sistema de comunicaciones con el usuario, renovando el sistema de Postes SOS e incluyendo un sistema de megafonía.

Oindolar y Gorosmendi

La directiva europea es aplicable a todos los túneles de la red transeuropea de carreteras cuya longitud sea superior a 500 metros, por lo que a los túneles de Belabieta les seguirán los de Oindolar y Gorosmendi, situados en la misma A-15 entre Andoain y Berastegi, para los cuales se encargará este mismo año la redacción de los proyectos.

Estas medidas de seguridad debían estar implantadas en 2019, aunque finalmente se ha aceptado su demora debido a las grandes dificultades que implica su ejecución. Y es que, por una parte, se trata de una autovía de montaña, en la que no se puede trabajar durante los meses de invierno, y por otra, las afecciones al tráfico que generan son muy importantes, lo que impide actuar en más de un túnel a la vez. Sin olvidar su importante coste económico.

En total, la Diputación ha destinado 48,3 millones de euros para adecuar los cuatro túneles (ocho tubos) de la A-15. Las obras de San Lorenzo, que tuvieron un coste de 12 millones de euros, se llevaron a cabo entre 2018 y 2019. Los trabajos de cada galería se prolongaron por espacio de cinco meses, periodo en el que la circulación se desvió por un «bypass» habilitado en el túnel paralelo, algo que se repetirá en Belabieta.

Al margen de la adecuación de los túneles, el Gobierno foral tiene previsto este año realizar diversas mejoras en la red viaria del territorio, con actuaciones como la mejora de la GI-631 entre Azkoitia y Urretxu; la conexión de la GI-2132 de Astigarraga con el polígono 27 de Donostia; y el enlace de Donostia a través de Marrutxipi (GI-20).