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Nafarroa ya nota que la cepa inglesa golpea más duro a mayores de 65

El último informe epidemiológico navarro, donde se analiza la subida del 79% de los contagios en la semana del 22 al 28 de marzo, focaliza el incremento en el «ámbito social», con una crecida del 118%. Los epidemiólogos detectan una proporción mayor de ingresos hospitalarios en mayores de 65 años.

Mayores de 90 años acuden a ponerse la vacuna en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

La variante británica, responsable de 19 de cada 20 contagios en Nafarroa, comienza a marcar un patrón diferente de las cepas anteriores y los resultados que observa el Instituto de Salud Pública y Laboral (Ispln) son francamente preocupantes. El virus mutado multiplica las posibilidades de ingreso en mayores de 65 años y se transmite con mayor velocidad en los centros educativos.

El último informe semanal del Ispln certifica que el virus parece haberse hecho más transmisible en menores de 15 años (cosa que ya adelantó Educación cuando se comprometió a revisar los protocolos).

La tasa de contagios en el ámbito escolar se colocó en un 6,2% del total de los casos entre el 22 y el 28 de mayo. El indicador nunca ha estado tan alto. La semana previa se encontraba en el 5,4%. Con anterioridad a la cepa británica, se había ubicado en el entorno del 4%, pero para hacer una comparación justa hay que tener en cuenta que los contagios en centros sociosanitarios, que tuvieron un peso importante, han desaparecido debido a la vacunación.

La otra diferencia que ha observado el Ispln es que la cepa británica afecta más a la franja de edad de entre 65 y 80 años y que «los casos requieren ingreso hospitalario con el doble de probabilidad que los de la variante clásica». Esta afirmación dispara todas las alarmas.

Según los indicadores del informe, correspondientes a las tres últimas semanas, uno de cada tres mayores de 75 años infectados acaba en el hospital, proporción que cae a uno de cada cinco en la franja de edad de entre 65 y 74. Y hay que aclarar que estas cifras –más altas que las registradas antes de la aparición de la cepa británica– se corresponden a una etapa de la epidemia en la que la incidencia de la cepa variante era sustancialmente menor que la actual. Esto supone que las ratios empeorarán.

La diferencia en cuanto a la tasa de hospitalización explica por qué la presión hospitalaria ha aumentado de forma tan temprana con el último repunte, dado que comenzó a crecer con incidencias por 100.000 por debajo del Riesgo Extremo.

El deterioro de la situación  hospitalaria llegará, por tanto, antes de lo previsto, ya que en la última semana se observa que el aumento de los contagios resulta generalizado en todas las franjas de edad, salvo en mayores de 80, por las vacunas.

Según estos datos, la mayor tasa de contagios se halla entre los 5 y los 14 años (234), seguida por el grupo de 15 a 34 (199). El virus antes no se comportaba así y quizás esta diferencia no se pueda disociar de la decisión adoptada en otros países europeos, particularmente Reino Unido, que han acabado cerrando los centros educativos.

La problemática de los bares
Nafarroa trata de revertir la situación con la receta que le ha funcionado otras veces: cerrar el interior de los bares y abocar cualquier contacto con no convivientes al exterior. La medida entró en vigor a medianoche.

Existe cierta polémica sobre cuántos contagios se dan realmente en la hostelería. Nadie lo sabe con certeza, porque, sencillamente, no hay un registro. Desde el inicio, el catálogo de opciones que fijó el Ministerio para ubicar los contagios fue: domiciliario, escolar, laboral, centro sociosanitario, centro sanitario, social/otros y desconocido. Desde que comenzó el control exhaustivo de infectados, los contagiados son inscritos en uno de estos siete ámbitos.

La hostelería, en tanto que es el lugar donde se da la vida social y las reuniones de no convivientes, entra dentro de «social/otros», si bien no todos estos contagios de esta opción se producen dentro de bares. Un botellón iría al mismo apartado.

También es cierto que, por lo que se ha analizado hasta ahora, el ámbito «desconocido» es uno de los más sensibles a descender cuando se decreta el cierre del interior de la hostelería. De ahí que se deduzca que muchos de quienes se contagian en bares acaben en dentro de la opción «desconocido», pues no saben en qué local se infectaron.

Hecha esta precisión, resulta más que llamativo el crecimiento la semana pasada de un 118%  en el número de infectados en el ámbito «social/otros». Un incremento que se da en paralelo al de «desconocido» y que llega después de la reapertura, con aforos estrictos, del interior de la hostelería. Cabe deducir que, tras finalizar la última etapa de cierre de interiores, los navarros reanudaron la vida social de forma un tanto imprudente.

Según el último informe del Ispln, esta actitud y la preponderancia del 95% de la cepa inglesa justifican la rapidez de la expansión de la enfermedad. No es, por tanto, una mera cuestión de que la cepa sea más virulenta. Existe un problema de relajación en cuanto a las medidas de seguridad.