La clasificación al Top 8 deberá esperar tras caer en la prórroga un Baskonia colosal
El juego colectivo baskonista ha sido mejor que el de un Efes, que aparte del favor arbitral en varias acciones, ha contado con un Shane Larkin imparable. Luca Vildoza ha forzado el tiempo extra, pero en los cinco minutos de propina, el cuadro otomano ha impuesto su talento individual (101-111).
TD SYSTEMS BASKONIA 101 - ANADOLU EFES 111
Después de una jornada 32 tan perfecta, con el corolario de la «esperada» derrota de Valencia Basket por 79-88 frente a Olympiacos –esperada por la histórica incapacidad de afrontar sus partidos más cruciales con la debida calma por parte del bando taronja–, TD Systems Baskonia ha encarado una penúltima jornada con muchos ases en su mano, al punto de que ha arrancado con la opción de clasificarse de forma matemática al Top 8 sin esperar a la jornada del día 8.
Pero esta jornada 33 acaba para Saski Baskonia con un sentimiento de rabia difícil de contener. Los de Dusko Ivanovic han jugado un duelo espectacular ante un rival de nivel NBA como es Anadolu Efes. Colectivamente hablando, los gasteiztarras han sido mejores en muchos momentos, sobre todo tras el descanso, todo ello a pesar de ir a remolque durante casi todo el partido, y debiendo soportar no solo los 28 puntos que ha anotado Larkin después de los 20 primeros minutos, sino también por un arbitraje que le ha quitado en exceso.
No cabe duda de que Saski Baskonia no ha perdido por el arbitraje, sino porque el talento individual de Anadolu Efes se ha impuesto, a pesar de que Luca Vildoza haya, con un triple, forzado la prórroga con un empate a 92. En el tiempo extra, Shane Larkin ha sido el mejor y al Baskonia le han falladolas fuerzas, y también la desesperación arbitral.
Por ende, más allá de lo que suceda el viernes en los partidos que enfrentan a Alba Berlín contra Valencia Basket, y al Real Madrid con Olympiacos, más Zenit contra Asvel Villeurbanne, los gasteiztarras deberán jugarse el acceso al Top 8 en La Fonteta ante Valencia Basket. Visto lo visto en este Jueves Santo, los de Ivanovic parten como claros favoritos pese a su condición de visitantes, porque al nivel que han jugado los baskonistas, solo puede llegar el Efes, el actual Barcelona y casi nadie más en Europa.
Poco a poco, a mejor
El encuentro ha arrancado con menos tensión de lo esperado, y con Larkin en el banquillo. Los gasteiztarras han empezado fríos en el tiro y ha debido ser Ilimane Diop, con cinco puntos, quien ha tenido que espabilar a los suyos, para igualar los intentos de escapar de Efes, cargando el juego para la anotación de Sanli, que ya en el primer cuarto ha anotado 8 puntos.
Los otomanos han llevado siempre la iniciativa ante un Baskonia algo aletargado, aunque por fortuna el rebote de ataque ha servido para mantener a los de Ivanovic cerca de su rival, a pesar de que el marcador ha llegado a ponerse con un alarmante 13-20. La entrada de Alec Peters y Youssoupha Fall ha valido para aminorar cualquier estropicio, llegándose al final del primer asalto con 19-22.
Pero el estropicio ha llegado con el amanecer del segundo período, un parcial de 2-9 que ha obligado a Dusko Ivanvic a parar el partido, tras un evidente aumento en el ritmo defensivo del Efes y las dificultades de Fall de sostener en defensa tanta movilidad de su rival.
El parcial se ha estirado hasta un alarmante 2-14, elevando el marcador a 21-36. La entrada de Pierria Henry y la apuesta del habitual quinteto de pequeños jugadores ha servido como antídoto de los de Ivanovic. Polonara se ha erigido en el líder espiritual y Vildoza ha recuperado el acierto perdido en las últimas jornadas, para así arrimarse el cuadro gasteiztarra hasta el 34-40, siendo esta vez Ergin Ataman quien ha parado el tiempo. Por fortuna para el Baskonia, hay que reconocer a su vez que Anadolu Efes ha errado varios triples liberados, pero también es verdad que la intensidad de los de Ivanovic ha mejorado notablemente.
Han apretado aún más los discípulos de Ivanovic el marcador, al punto de rozar el empate con 39-40. Al final cuando el gas baskonista ha aflojado en los instantes finales, Anadolu Efes ha vuelto a estirar mínimamente su ventaja, alcanzando los vestuarios con 41-46 en el marcador.
Pero pese al resultado adverso, el marcaje sobre Larkin ya ha empezado a mostrar un camino interesante marcado por los gasteiztarras de cara a asaltar el liderato de su rival en la segunda mitad.
Ante Larkin y algo más
El resumen de la segunda mitad, y hasta la flojera final en la prórroga, se puede resumir con una serie de acciones repetidas en bucle. Estirón del Efes de la mano de Larkin, reacción baskonista más colectiva, con Giedraitis entrando en calor sobre todo en el cuarto período, pero sin ponerse nunca por delante.
Nunca, excepto el último asalto, cuando los de Ivanovic han tenido hasta cinco puntos de renta. Pero entre un Larkin muy astuto y acertado –capaz de sacar dos jugadas de «tres más uno»–, jugadores como Micic o Simon siempre amenazantes, y un arbitraje que ha empezado a perjudicar en exceso a los gasteiztarras, ha sido imposible sostener la ventaja.
Pierria Henry, Vildoza, Giedraitis, Peters y Polonara ha sido el «quinteto de la muerte» que los baskonistas han dispuesto sobre el parqué. Pero enfrente se ha encontrado con un rival con su estrella encendida, más la suerte siempre de cara en las decisiones dudosas, como un tapón ilegal muy dudoso de Polonara sobre Moerman que los árbitros han dado como válido.
Y así, entre protestas y desesperación, el Baskonia ha tenido su último ataque con 89-92 en el luminoso. Pierria Henry ha sabido encontrar a Vildoza y el argentino no ha errado desde los 6,75 metros, para llevar el duelo a un merecido tiempo extra.
Sin embargo, el arranque de la prórroga ha sido un parcial de 0-6 para Efes, y cuando Saski Baskonia se ha arrimado hasta un prometedor 96-98, ha vuelto a replicar con otro parcial de 0-6. Y ahí, después de tanto pelear, no ha podido el cuadro local sino sacar la bandera blanca.
Ha merecido ganar, para tener la clasificación al Top 8 en la punta de sus dedos. Pero deberá esperar y ganar en Valencia, salvo que sus rivales directos fallen todos en sus dos últimos partidos.