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Acunsa Gipuzkoa Basket encuentra un hilo de vida con su triunfo en Burgos (79-90)

Ante la suficiencia del juego castellano, los de Marcelo Nicola se han trabajado la victoria, sobre todo a partir del segundo cuarto. Los donostiarras han sumado su séptima victoria, algo que no los saca de los puestos de descenso, pero que demuestra a sus rivales y a sí mismos que siguen con vida.

Mike Carlson penetra a canasta ante la floja defensa de Horton. (B. B. HOJAS / ACB PHOTO)

SAN PABLO BURGOS 79 - ACUNSA GIPUZKOA BASKET 90

Como en la fábula de la liebre y la tortuga, Acunsa Gipuzkoa Basket ha batido con todas las de la ley a un San Pablo Burgos que ha empezado como un tiro y después se ha echado a dormir hasta que ha sido demasiado tarde.

Los de Marcelo Nicola han sacado chispas a sus virtudes, y en especial a los defectos de un rival que ha pretendido jugar con el freno de mano echado y luego, con el partido perdido, se ha obcecado en parar el partido a golpe de faltas, en un intento algo infantil de postergar lo que se han labrado a puldo.

Un pulso que Gipuzkoa Basket les ha ganado para sumar su séptimo triunfo, tan inesperado como necesario, para tomar una bocanada de aire que no los saca de las plazas de descenso, ni siquiera del farolillo rojo, pero que sirve para recordarse a sí mismos y a sus rivales de que siguen vivos.

Del preludio del desastre, a todo lo demás

Y eso que el arranque no ha podido ser peor: un 11-2 de parcial con mates a placer de Kravic y Jasiel Rivero por la mala defensa del pick'n roll de los donostiarras, seis puntos del ala-pívot cubano, superando a Radoncic con suficiencia, y un triple de Benite. El tiempo muerto y la bronca de Marcelo Nicola no se han hecho esperar con menos de tres minutos de juego real.

Afortunadamente, el transcurso del primer cuarto no ha sido tan alarmante. Sabiéndose tal vez superiores, los de Joan Peñarroya han jugado tal vez con excesiva ligereza, sobre todo en defensa, y los recambios de Gipuzkoa Basket han sabido responder a esas facilidades.

Mike Carlson, Xabi Oroz o Pere Tomàs han conseguido anotar con cierta fluidez después de que solo Radoncic haya sido capaz de ver la canasta en los minutos iniciales. Ahora bien, al no poder defender con eficiencia, el primer asalto ha terminado con 25-19 para los locales. bajo una proyección de 100 puntos encajados, Gipuzkoa Basket no puede ganar a nadie en la Liga ACB.

Pero hete aquí que las cosas han cambiado diametralmente en el segundo asalto. San Pablo Burgos ha dejado de defender y ha empezado a fallar lanzamientos fáciles, con una sensación de suficiencia y desgana que, como no es culpa de Gipuzkoa Basket, el cuadro guipuzcoano ha sabido aprovechar.

El cuadro donostiarra ha impedido la escapada castellana en los primeros minutos del período con el acierto de Jan Span, y después de verse 39-33 por detrás, ha conseguido un parcial de 0-10 con Okouo y Radoncic terminando lo que Faggiano o Pere Tomàs han comenzado. Así las cosas, los de Marcelo Nicola han alcanzado los vestuarios con un sorprendente 39-43 a su favor. Sorprendente sí, pero merecido, también.

La ocasión la pintan calva

Es posible que Joan Peñarroya haya abroncado a sus jugadores en el descanso, pero lo cierto es que Gipuzkoa Basket ha visto una oportunidad ante sus ojos y ha decidido no dejarla escapar.

Jugadores como Okouo y Radoncic han encontrado el acierto ante un rival peleado con el acierto desde la línea de tiros libres. La lástima ha sido que las ventajas de hasta ocho puntos han quedado reducidas a la casi nada, 60-62, al final del tercer cuarto. Ahora bien, el peor San Pablo Burgos de la temporada ha demostrado unas debilidades que los de Marcelo Nicola han sabido explotar.

Y más que las han explotado en el último cuarto, cuando se han escapado hasta el 66-76, obra de Span, Pere Tomàs y Carlson.

La defensa de San Pablo Burgos ha querido al fin ponerse seria y ha provocado varios errores a los donostiarras, pero Vitor Benite se ha empeñado en remontar él solo y GBC, pese a los esperados sufrimientos, ha sabido replicar con el juego en equipo, así en ataque como en defensa, como se ha visto en un gran triple de Faggiano o una bandeja de Rivero que ha barrido Okouo de forma legal para evitar la canasta.

Así pues, tras el acercamiento local hasta el 71-76, Gipuzkoa Basket ha vuelto a estirarse al 73-82, con minuto y medio por jugarse. Para mayor alegría, el cuadro castellano ha entrado en bonos de faltas y, cuando parecía que Acunsa Gipuzkoa Basket se hundía en el descenso sin remisión, ha sumado desde la línea de tiros libres una séptima victoria que le da todavía un hilo de vida. Un hilo que no se puede cortar.

FICHA DEL PARTIDO

Burgos: Renfroe (8), Benite (18), Rabaseda (2), Rivero (14) y Kravic (7) –quinteto inicial–, Horton (3), McFadden (8), Salash (6), Cook (9) y Salvó (4).

GBC: Faggiano (13), Johnny Dee (6), Pere Tomàs (9), Radoncic (17) y Okouo (18) –quinteto inicial–, Jan Span (9), Xabi Oroz (3), Carlson (13), Magarity (2), Julen Olaizola y Mikel Motos.

Parciales: 25-19, 14-24, 21-19, 19-28.

Final de la Eurocup

Mientras tanto, el Virtus Segafredo Arena de Bolonia ha sido testigo del partido de desempate de la segunda semifinal de la Eurocup. El AS Monaco espera en la finalísima y se las verá con Unics Kazan, que contra todo pronóstico ha eliminado por 1-2 en las semifinales a la Virtus de Bolonia.

La escuadra italiana, pese a contar con estrellas como Milos Teodosic y Marco Belinelli, y pese a haber ganado los 20 primeros partidos de la Eurocup sin conocer la derrota, ha tropezado en el peor momento y ha caído por 100-107 en el choque de desempate.

Un duelo parejo y muy espectacular que se ha roto en favor de la escuadra rusa en el tercer cuarto, con un parcial de 19-27. Los de Sasha Djordjevic han buscado la remomntada en el cuarto final, con 24 tantos de Belinelli y 25 más 9 asistencias de Teodosic. No obstante, Nate Wolters, con 17 puntos, John Brown, con 20 y 8 rebotes, Okaro White con 22 y Jamar Smith con 24 puntos han bordado el final del partido y han dado el triunfo, el pase a la finalísima y un billete a la próxima Euroliga –ya que Jordi Bertomeu ha negado la mayor a la hora de pretender dar una invitación a la Virtus de Bolonia– a los entrenados por Dimitris Priftis.

La finalísima también será al mejor de tres partidos, entre el 27 de abril y y 5 de mayo.