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Recelos cruzados por las balas a políticos, ¿culpa de Correos, la empresa o el vigilante?

Correos ha abierto expediente a la empresa de seguridad que no advirtió el envío de balas amenazantes a Grande-Marlaska, Iglesias y Gámez. Parece además sospechar del vigilante en concreto. Un sindicato dice que ese error es técnicamente imposible.

Imagen difundida por Correos sobre el polémico escaneo fallido. (Correos)

La llegada de balas amenazantes al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; y el exvicepresidente español y líder de Podemos, Pablo Iglesias, parece que esta vez sí será investigada a fondo. Y los primeros pasos apuntan a recelos múltiples entre Correos, la empresa de seguridad correspondiente y sindicatos. ¿Pudo haber alguna connivencia en el hecho, más allá de la mano anónima que las envió?

Para empezar, Correos ha abierto un expediente a la empresa de seguridad que el 19 de abril no detectó las tres cartas con balas y cartas de amenazas. Según la copia de la carta enviada a la empresa INV Vigilancia, y remitida este domingo a Efe, la sociedad estatal le comunica la apertura de un expediente y «el apercibimiento más severo».

Pero además Correos solicita la «retirada inmediata del servicio» de la persona que estaba a cargo del equipo radiológico por el que pasaron las misivas.

Correos explica en su carta que los paquetes fueron «matasellados e inspeccionados» a las 17:48 horas del 19 de abril en el Centro de Tratamiento Automatizado de Madrid, en Vallecas, «sin que el operador de servicio fuera capaz de identificar los proyectiles que portaban».

«Extrañeza» de los sindicatos

Por su parte, los sindicatos de Correos han pedido en un comunicado al presidente de esta institución, Juan Manuel Serrano Quintana, que dé a conocer la operativa de seguridad que se aplica actualmente.

«Ante la extrañeza que supone la falta de detección de estos envíos por los mecanismos de seguridad de que dispone Correos, antes de su entrega al destinatario y el peligro que ello conlleva para los trabajadores y clientes de Correos, le solicitamos que nos informe de si se ha modificado la operativa de seguridad que venía funcionando hasta fechas recientes», recoge la nota.

Por este motivo, preguntan también a Serrano Quintano si va a realizar una auditoría de los procesos de seguridad que se aplican para detectar posibles necesidades que precisen nuevas inversiones para la adecuación y mejora de los sistemas actuales.

«Entendemos que deberá analizarse si es necesario revisar los actuales protocolos de seguridad que han puesto de manifiesto algún tipo fallo en aras a mejorar nuestros sistemas de detección de envíos que ni pueden ni deben circular por nuestra red», destacan los sindicatos.

Asimismo, recuerdan que Correos sirvió en el pasado de instrumento para asestar «golpes terroristas personalizados» a diferentes personajes públicos y que, precisamente por ello, se adoptaron medidas de seguridad para impedir «que un servicio público como el nuestro fuese utilizado para otros fines diferentes a su función».

Alternativa Sindical: «Es raro uno, tres...»

Por su parte, el sindicato de seguridad privada Alternativa Sindical ha puesto en duda que «se pueda tratar de un error» del vigilante de seguridad de la empresa subcontratada por Correos que las tres cartas con balas y amenazas llegaran a sus destinatarios.

Así lo ha manifestado este domingo en un comunicado, después de que Correos abriera expediente. El portavoz de Alternativa Sindical, Alberto García, ha señalado que las máquinas de Rx «tienen un sistema de detección automática, como en el aeropuerto». Así, ha asegurado que si esa máquina «no detecta nada raro, no pasa a la inspección del vigilante».

«Si raro es que falle este sistema, más raro aún es que pase con no uno, si no tres sobres que portan objetos metálicos. Además Correos cuenta con otros sistemas de seguridad en los sobres para discriminar cartas de paquetería», ha explicado.

Por ello, el sindicato ha exigido a Correos y al jefe de seguridad «que ha responsabilizado al vigilante» que investigue las causas que supuestamente han llevado a concluir que ha sido error del vigilante de seguridad y no del buen funcionamiento o calidad de sus propios sistemas de escáneres automatizados.