INFO
Interview
Irene Oguiza
Futbolista del Athletic

«En los malos momentos hay que sacar la garra y aportar sin importar la edad»

Con 21 años ha superado ya dos roturas de ligamento en la misma rodilla. La última en febrero del pasado año, en su primer partido como titular con el primer equipo rojiblanco. Ahora ha regresado al verde e Iraia Iturregi la ha convertido en una pieza fija del mejor Athletic de la temporada.

Irene Oguiza celebra su primer gol al Espanyol, que contribuyó a la primera victoria de la «era Iraia». (Aritz Loiola/FOKU)

Irene Oguiza (Durango, 2000) regresó al primer equipo el pasado enero, casi un año después de romperse la rodilla. Y desde entonces no se ha perdido un partido, convirtiéndose en una de las caras visibles de la recuperación del Athletic.

Qué felices les veo y cómo se ha hecho desear esta sensación.

Estamos muy a gusto, mentalmente y futbolísticamente más cómodas y recogiendo la recompensa a todo el trabajo que hemos hecho, que también hacíamos cuando los resultados no nos acompañaban.

Lo que ahora es felicidad llegó a ser miedo real al descenso.

Yo llegué más tarde pero sí, se notaba. Ves que no llega la victoria, te ves en los puestos de abajo como no te habías visto nunca y es normal que haya miedo. Y el miedo es un sentimiento muy poderoso y muy peligroso porque te puede paralizar, te dificulta mucho salir de una mala situación.

Por suerte, nosotras hemos podido hacerlo. Aunque ya habíamos ganado algún partido, yo creo que el día que perdimos contra el Betis fue nuestro punto de inflexión. Había que espabilar ya y con más trabajo, más intensidad, más exigencia... lo hemos podido hacer.

Y con más Irene Oguiza. Este buen momento coincide de pleno con su presencia en el equipo.

A ver, que conmigo en el campo también hemos perdido. Yo sólo intento hacer lo que me piden, cuando me llamó Iraia [Iturregi] lo único que quería era echar una mano al equipo y hacer lo que me pidiera ella. 

Cuando me llamó Iraia [Iturregi] lo único que quería era echar una mano al equipo y hacer lo que me pidiera ella

Se habla mucho de la importancia de las veteranas en estas situaciones pero quizá un soplo de aire fresco, de ilusión, de despreocupación incluso, también les viene bien a los equipos en apuros.

Es posible pero la aportación de cada una creo que depende más de su carácter que de su edad. Hay jugadoras que pueden subir pensando en disfrutar y en que no tienen nada que perder; otras, y yo soy de esas, nos ponemos la presión de que si te suben tienes que dar el callo, tienes una responsabilidad... Y tirar del carro también es cosa de todas, seas joven o veterana. En los malos momentos hay que sacar la garra y aportar todo lo que se tiene sin importar la edad.

Si el momento es bueno y esperado en lo colectivo, ¿qué decir de usted que se rompió el cruzado en febrero del año pasado?

Imagínate. Y es curioso porque ahora se ve todo más fácil y dices «bah, no es para tanto». Pero sí, tiene lo suyo aunque al final, como todo, hay que tirar adelante. Y un día ves que el esfuerzo ha merecido la pena.

Fue una lesión grave, el día de su debut como titular, siendo joven, habiendo tenido otra similar siendo aún más joven, a punto de entrar en confinamiento...Ni el guionista más desalmado.

Todo eso me vino encima sobre todo las primeras semanas. Me costó asimilarlo, más que en la primera lesión, porque ya sabía lo que era. Entonces necesité año y medio y se me hacía insoportable pensar que tenía que repetirlo. Pero tuve la ayuda de mi familia, mis amigos, la gente del equipo, que te iluminan y te dicen lo que hay. Que te puedes lamentar lo que quieras pero tienes que pensar en todo lo bueno que puede volver a llegar y esforzarte en conseguirlo. Y con esa mentalidad me lo tomé con calma y tiré adelante.

Soy consciente de que soy futbolista y en cualquier momento puede llegarme otra lesión o esta misma. Pero el miedo no sirve de nada, prefiero disfrutar cada vez que salto al campo y entreno

Su compañera Ane Azkona, que ha superado un proceso similar, nos decía hace unas semanas que aprendió mucho.

Sí, ¡aunque no le deseo a nadie que tenga que pasar por esto para aprender! Los primeros días sobre todo son muy difíciles. Pero sí aprendes, sobre todo lo que decía Azkona, a valorar las cosas de otra manera. Por ejemplo un entrenamiento, que igual antes decías «buah que pereza hoy», después de la lesión piensas «joe que suerte tengo». Te cambia la perspectiva. Y disfrutas más. Soy consciente de que soy futbolista y en cualquier momento puede llegarme otra lesión o esta misma. Pero el miedo no sirve de nada, prefiero disfrutar cada vez que salto al campo y entreno.

Ahora disfruta junto a Leyre Monente. ¡Cómo celebraron sus goles contra el Espanyol! Debe ser que nadie nos entiende como quien ha sufrido como nosotros.

Coincidimos en tecnificación cuando éramos muy chiquitinas y tuvimos mucha complicidad desde el primer día, conectamos. Y luego en el segundo equipo. Pero nunca hemos coincidido mucho tiempo en el campo entre sus lesiones y las mías, cuando no era ella la rodilla, era yo el tobillo, ella el hombro, la rodilla yo... Ahora me encanta jugar a su lado. Tiene magia y talento y espero que sigamos juntas mucho tiempo.

Yo creo que va a ser una buena oportunidad para acabar de quitarnos el mal sabor de boca de lo que ha sido la temporada y demostrar que podemos competir con cualquiera

De momento las dos se han hecho con un puesto en los planes de su entrenadora.

Estamos teniendo mucha suerte. Iraia está contando con nosotras y además las cosas nos están saliendo bien, sólo podemos agradecérselo.

Parece que no notan el salto.

Sí se nota, sí. El ritmo, el físico de las jugadoras, la velocidad a la que tienes que tomar las decisiones en el campo... Hay que adaptarse.

Esa exigencia se multiplicará en la recta final. Con menudo calendario acaban la temporada.

Estamos deseando jugarlo. Por suerte llegamos en un buen momento de juego, con confianza y con bastante ventaja sobre los de abajo. Yo creo que va a ser una buena oportunidad para acabar de quitarnos el mal sabor de boca de lo que ha sido la temporada y demostrar que podemos competir con cualquiera, haciendo buenos partidos ante los rivales más duros.