Saski Baskonia, sin presión de favorito, pero con ambición de revalidar el título de la ACB
Los gasteiztarras deberán voltear el factor cancha ante Valencia Basket, para vérselas con el ganador del duelo entre el Real Madrid y Gran Canaria. En la otra parte del cuadro, el duelo entre Tenerife y San Pablo Burgos se presenta tan parejo, como desigual el derbi entre Barcelona y Joventut.
Lo que empezó en la «burbuja» de Valencia hace un año cambia ahora de formato para retomar unos «playoffs exprés», con rondas al mejor de tres partidos, a cuenta de un mes de junio copado por los torneos preolímpicos antes de la cita de Tokio 2020 con un año de retardo. A lo más tardar, los playoffs de la Liga ACB se van a ventilar en dos semanas y media, siendo el jueves 17 de junio la fecha elegida para el desempate de la finalísima.
Y nadie mejor que el vigente campeón, es decir, TD Systems Baskonia, para arrancar la postemporada. Lo hará este lunes a las 19.45 –el horario de todos sus partidos de cuartos– y qué mejor lugar que La Fonteta de Valencia, donde el pasado mes de junio los gasteiztarras celebraron su cuarto título liguero luego de derrotar por 67-69 al Barça en la finalísima, con una canasta ganadora de Luca Vildoza –su alarido para la asistencia de Polonara aún retumbará en sus gradas–, y después de batir a Valencia Basket en semifinales.
«Somos los campeones y lucharemos para volver a serlo», declaraba el sábado Dusko Ivanovic, en un mensaje que se parece al mismo que dio hace un año antes de poner rumbo a Valencia. «No me gusta perder el tiempo. Si nos preparamos para esta fase final de la liga, es porque creemos que, si hacemos bien las cosas, podemos ganarla», dijo hace un año el preparador montenegrino, y su aparente bravata le salió redonda, porque, sorteando unas eliminatorias a cada cual más complicada –Unicaja tuvo la eliminación del Baskonia a golpe de tiro libre y tanto Valencia Basket como el Barça dispusieron de triples ganadores que no entraron–, consiguieron vestir sus vitrinas con su cuarto título de Liga ACB, después de las cosechadas en 2002, 2008 y 2010.
Los gasteiztarras parten con la ambición intacta de defender su título liguero, pero no con la condición de favoritos ni para pasar a semifinales. Valencia Basket, que además dispondrá de la oportunidad de meter a su público en La Fonteta –no así el Baskonia, en su duelo del miércoles 2 de junio en Zurbano– le arrebató el factor cancha en el sprint final de la Fase Regular, acabando en cuarta plaza el cuadro taronja por quintos los gasteiztarras.
Y, sin embargo, la historia de los playoffs de la ACB favorece al Baskonia. De las cinco veces que estos dos equipos se han cruzado en las eliminatorias del título doméstico, solo en una ha ganado Valencia Basket, y de las cuatro victorias gasteiztarras, en tres ocasiones Saski Baskonia ha ganado la Liga ACB.
Cierto que está por saber si Achille Polonara estará repuesto, y a qué nivel, de su esguince de tobillo; está por saber si Alec Peters se habrá recobrado de sus molestias de rodilla que le impidieron jugar el último partido liguero; por saber si Massenat y Quino Colom, los dos fichajes de última hora del cuadro gasteiztarra, darán el paso adelante que su entrenador y los aficionados les reclaman.
También es verdad que, como es casual, las aguas en el Turia bajan revueltas. Fuera de la Euroliga del año que viene, después de realizar una Fase Regular de la ACB con muchos altibajos y haber sido eliminado de los cuartos de final de la Copa sin haber competido, la afición de Valencia Basket está de uñas con su entrenador Jaume Ponsarnau –para variar–, y cierto es que jugadores llamados a marcar la diferencia como Derrick Williams les está funcionando más que con cuentagotas.
Sea como fuere, la serie se presenta muy igualada e interesante. Por un lado, estos dos equipos se han enfrentado en cuatro ocasiones, así en la ACB y en la Euroliga; en todas ellas ganó el cuadro que ejerció de local, por lo que la «serie» de la temporada iría 2-2, con cierta tendencia taronja dado que tiene el factor cancha. Cabe recordar que fue en La Fonteta donde acabó la aventura europea de este Saski Baskonia. Ahora bien, tres de los cuatro partidos se han decidido por menos de cinco puntos de margen.
Desigualdad repetida
Los dos lados del cuadro presentan, a priori, una serie de cuartos muy igualada y otra muy desigual. En el lado del Baskonia, la serie igualada enfrenta a los gasteiztarras y Valencia Basket, mientras que el Real Madrid debiera tener pocos problemas en endosarle un 2-0 a Herbalife Gran Canaria. Más, ahora que han recuperado a Tavares.
Cierto es que los pupilos de Porfi Fisac han ido a más conforme ha avanzado la campaña, ya que después de coquetear demasiado tiempo con la zona del descenso, han terminado en octava posición merced a un sprint final primoroso.
Los «pío, pío» además van a poder llevar gente a su cancha y el talento de su plantel lo ubica antes en la octava plaza que en el furgón de cola. Habrá que ver si los de Fisac, que llegaron a las semifinales de la Eurocup mientras penaban en la Liga ACB, van a ser competitivos o si se van a conformar con ejercer de comparsa del Real Madrid, que no querrá despedirse de la temporada sin llevarse otro título que la Supercopa.
Esa misma desigualdad se ve en el choque que enfrenta al Barça con el Joventut. La Penya ha recuperado justo a tiempo a Xabi López-Arostegi –en los que pueden ser los últimos partidos del getxoztarra de verdinegro, ya que la rumorología apunta a su pronta salida rumbo a Valencia–, después de dos meses de baja. Habrá que ver si Carles Durán recupera a Nenad Dimitrijevic, después del golpe que se llevó en Miribilla, cuando en la rueda de calentamiento se llevó la peor parte tras chocar con Ante Tomic. El macedonio no jugó y bien que lo agradeció Bilbao Basket; con todo, aun cuando «Neno» esté en su mejor versión, lo tendrá bien crudo contra el Barça.
Un Barça que apenas dispone de 50 horas mal contadas desde el arranque de la final de la Euroliga –20.30 del domingo 30 de mayo; 22.00 del martes 1 de junio– al inicio de los playoffs de la Liga ACB, sin tiempo a asumir lo sucedido en Colonia, así en su juego como en su físico. Quizá ese «bajón» pueda ser el factor al que se puedan aferrar los verdinegros para, al menos forzar el desempate en su cruce con el Barça.
Y luego queda el duelo que pudo haber sido la final de la FIBA BCL, pero no fue, entre San Pablo Burgos –flamante bicampeón de la BCL– y Lenovo Tenerife, un duelo que arranca el martes a las 19.45 en tierras tinerfeñas.
Visto que en la Copa –sin Renfroe en las filas castellanas– este mismo cruce lo ganó el conjunto de Txus Vidorreta y que el factor cancha les pertenece tras haber acabado en tercera plaza la Fase Regular; visto que Vidorreta tiene en su seno a Shermadini, flamante MVP de la temporada y Marcelinho Huertas, miembro del quinteto ideal, amén de a Bruno Fitipaldo, escudero absoluto de Huertas y Vidorreta, y que además conoce como nadie los entresijos de Burgos, dado que el base uruguayo procede de ese mismo equipo, el favoritismo debiera recaer en los aurinegros.
Pero claro, ya el año pasado San Pablo Burgos alcanzó las finales de la burbuja de Valencia y dispone de recursos como para plantar cara a cualquiera. Omar Cook y Renfroe suman siglos de edad, experiencia y batallas, pero aunado todo ello a un físico aún aceptable. McFadden y Vitor Benite son tiradores peligrosísimos, mientras que Kravic, Jasiel Rivero y Horton conforman un juego interior versátil y con talento, con el único lunar de cierta inconsistencia desde la línea de tiros libres.
Un año más, los playoffs parecen expresamente diseñados para ver otra final entre Real Madrid y Barcelona. Por lo pronto, los últimos ganadores que han roto esa tiranía de los clubes de fútbol han sido Valencia Basket –en 2017– y Saski Baskonia –el año pasado–. ¿Por qué no revalidar el título?