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Las cámaras de seguridad rebaten la declaración del acusado del crimen de Elgoibar

Las imágenes de las cámaras de distintos locales son «demoledoras», según la Ertzaintza, para la versión del acusado del crimen de Elgoibar, quien mantiene la versión de que acuchilló a sus víctimas en un encuentro fortuito.


El informe de la Policía autonómica visto este martes en el juicio que se celebra en Donostia dice que el acusado del crimen de Elgoibar sometió a las víctimas a un «seguimiento en toda regla».

La diferencia entre ambas versiones resulta sustancial para el resultado del juicio que se sigue por estos hechos en la Audiencia de Gipuzkoa porque, una vez reconocida la autoría de las agresiones por parte del acusado, los hechos podrían ser considerados por el jurado como un delito de homicidio y otro de lesiones, o como una tentativa de asesinato y un asesinato consumado, castigados con penas más graves.

El jurado deberá determinar para ello si el procesado actuó con alevosía, un concepto jurídico que se da cuando el agresor intenta asegurar la muerte de su víctima en unas circunstancias y con unos medios premeditados que le permiten no sufrir riesgo alguno para su persona.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 11 de mayo de 2019 cuando, horas después de mantener una discusión con el fallecido en un bar, el procesado lo acuchilló mientras se despedía de su pareja, a la que también causó tres heridas por arma blanca, en el portal del edificio donde vivía la mujer.

Detenido en una prueba deportiva

El procesado fue detenido poco después en el monte Karakate, mezclado con los participantes en una marcha deportiva que sospecharon de lo inadecuado de la ropa de calle que vestía y que dieron aviso a la Ertzaintza.

Tras haber permanecido en silencio desde que tuvo lugar el crimen, el acusado, llegado a Euskal Herria desde Nicaragua al igual que sus víctimas, afirmó el lunes en el juicio que el encuentro con la pareja a la que acuchilló fue repentino y desembocó en una pelea con el hombre en la que también resultó herida la mujer al intentar defender a su novio.

El inculpado también dijo que en ese momento se encontraba tan borracho que ni él mismo se explica cómo sucedieron los hechos que presentó como «un accidente».

Por su parte, la mujer agredida, que al contrario que el hombre, sobrevivió al ataque, sostuvo que fue acometida sorpresivamente por la espalda y que apenas tuvo tiempo de refugiarse en su portal, antes de perder de vista a su novio y al agresor.

La versión de esta mujer se ha visto respaldada este martes por los testimonios de una decena de ertzainas que participaron en la investigación de los hechos y que basaron buena parte de sus pesquisas en las grabaciones realizadas aquella madrugada por las cámaras de seguridad de distintos establecimientos de la localidad.

Unas imágenes que, según ha declarado el agente responsable de la investigación, demuestran «rotundamente» la existencia de un seguimiento «puro y duro» y «en toda regla» a la pareja durante ocho minutos a lo largo de unos 800 metros por las calles de Elgoibar que, a su entender, demuestra que el fatal encuentro «no fue casual».

Imágenes de «calidad extraordinaria»

Este ertzaina ha destacado que las grabaciones, en algunos casos de una «calidad extraordinaria», permiten identificar «perfectamente» al procesado mientras camina «tranquilo» y con un «propósito firme» que le lleva incluso a evitar a un coche de la Policía Municipal en un momento del trayecto en el que se adelanta a las víctimas por una calle paralela.

Posteriormente, en una «maniobra llamativa» de «ocultación o distracción», el inculpado habría vuelto después tras los pasos de la pareja para cogerles por «sorpresa» en el «momento idóneo», una vez que se quedaron solos tras dejar atrás a otra pareja que había estado alternando con ellos, ha comentado.

El policía ha incidido también en la importancia que tuvo para la investigación el hallazgo de la cazadora del inculpado sobre un banco a escasos metros del lugar con las llaves de su domicilio en uno de los bolsillos, circunstancia que ayudó tanto a identificarlo como a ubicarlo en el entorno del crimen, al igual que se hizo también gracias a la localización de su teléfono móvil por los repetidores de la zona.

Tras recordar que en la investigación también se tuvieron en cuenta las descripciones facilitadas por los testigos y distintas pruebas de ADN, entre otros indicios, el agente ha desvelado que, una vez detenido, el propio procesado admitió de forma «espontánea» a uno de sus compañeros que había atacado a la pareja con un cuchillo y que había ido a por el arma a su casa, tras una discusión en un bar.

En paralelo, este cuchillo fue hallado también por la Ertzaintza bajo un coche aparcado en las proximidades del lugar de los hechos.

Durante su turno de preguntas a este agente, la defensa ha hecho especial hincapié en situar en el ámbito de las «hipótesis» las conclusiones policiales sobre las grabaciones de las cámaras de seguridad.

En otro momento del juicio ha testificado un compañero de piso del encausado, quien ha afirmado que, tras salir para alternar por Elgoibar, éste no regresó en ningún momento al domicilio, al tiempo que ha indicado que no ha echado de menos ningún cuchillo del menaje de cocina en su vivienda.

El juicio continuará este miércoles con las declaraciones de nuevos testigos.