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Rufián: «¿Gestos al Gobierno por los indultos? El gesto es hacer política»

El portavoz de ERC en el Congreso señala que hacer política y pedir diálogo es la «pedagogía» de su formación ante la tensión contra el perdón presidencial al «procés». En la presentación en Madrid de un libro define al Estado como «un mueble de Ikea que se resiste a que se acoplen sus piezas».

Rufián, a la derecha en la presentación del libro. (Centre Blanquerna Madrid)

No es un momento más para el soberanismo ni para la relación entre Catalunya y el Estado. A poco de investido el nuevo Govern, ha estallado el debate sobre la intención del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de indultar a los presos del «procés», trayendo a la superficie nuevamente la crispación y el rechazo de las derechas unionistas y del nacionalismo español. Imposible entonces que no se cuele el tema en la presentación de un libro en el Centre Cultural Blanquerna de Madrid, en el edificio de la Delegación del Govern, celebrada a última hora de este miércoles.

La conferencia con aforo limitado en el subsuelo del Blanquerna contó anoche con la presencia del portavoz del grupo parlamentario de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián; el regidor de Barcelona y miembro de la Diputación, Ferrán Mascarell (JxCat); la directora adjunta de ‘El Periódico’, Gemma Robles; y el autor del libro “El (des)encaje de Catalunya en España”, Jaime Ferri.

Concluyó con un coloquio en el que se oyeron opiniones del público y se aceptaron preguntas. NAIZ, único medio presente, preguntó a Rufián por las filtraciones en medios importantes de Madrid cercanos al PSOE en el que se expresaba el deseo y pedido de la Moncloa a ERC para dar pasos simbólicos que ayuden a calmar las aguas en medio del tenso debate público por los indultos.

«Nuestra propuesta es publica y notoria, ganamos las elecciones y nuestra propuesta fue de amnistia. Entendemos que hace 40 años se hizo con asesinos y con fascistas, ¿cómo no hacerlo con demócratas? Dicho esto, nosotros nunca vamos a despreciar algo que ayude a mitigar el dolor que supone estar en la cárcel. Se nos pregunta por hacer gestos... el gesto y la pedagogía es hacer política. Hemos apoyado una investidura a un señor que dijo que iría con los GEO a Waterloo, aprobamos la moción de censura, aprobamos los PGE con burbujas mediáticas llamándonos traidores... ¿Qué mas gestos tenemos que hacer, qué mas pedagogía?», respondió.

Seguidamente, hizo un paralelismo entre la diputada de ERC, Montserrat Bassa (cuya hermana es una de las presas independentistas) y la diputada de EH Bildu Bel Pozueta, madre de uno de los jóvenes de Altsasu condenados: «Montserrat es probablemente, junto con Bel Pozueta, la persona con menos incentivos para hacer política, podría estar en su casa junto con Pozueta muy cabreada. Pero no, hacen política». Además, señaló que «los chavales de Altsasu, si fueran de Cádiz, no estarían en la cárcel y eso muestra las enormes deficiencias democráticas del Estado».

Luego hizo una referencia a la política local madrileña y llamó a preguntarse «por qué en un barrio de clase trabajadora se votó a Ayuso y en Hospitalet a Abascal» y afirmó que «la respuesta es terrible; porque hay mucha gente que está dispuesta a votar en contra de sus intereses pensando que vota a favor de sus principios. Si hoy estuviera Jesús Gil tendría 30 diputados en el Congreso o sería presidente de la Comunidad de Madrid».

Previamente durante su exposición, Rufián bromeó con que el Estado español es «como un mueble del Ikea que se resiste y todos han pillado un martillo con una pieza que no encaja e insisten en que tiene que encajar... Pues igual no tiene que encajar».

El portavoz republicano dijo no sentirse nacionalista sino venir «del confederalismo y de izquierdas, y gente muy digna ha enseñado que es de primero de izquierdas apoyar el derecho de autodeterminación».  Criticó a «la izquierda española que se transformó en ganadora en el 15M» y que «son revolucionarios hasta que hablan de Catalunya, y ahí alguno incluso parece diputado de UpyD». También lamentó la «anomalía española» que supone que «la derecha no frene a la ultraderecha como sí pasa en Europa, donde no frena a los ultras la socialdemocracia sino también la derecha, con raíz antifascista».

El autor del libro y Mascarell

“El (des)encaje de Catalunya en España” está editado por la Universidad Complutense y se trata de la publicación fruto de la investigación académica llevada a cabo por el Grupo de Investigación Política, Administración y Territorio de esa casa de estudios dirigido por Jaime Ferri, quien fue el primero en hablar y aprovechó para solicitar que los gobiernos español y catalán encuentren «una fórmula de imperativo democrático» para solucionar el conflicto. Y cuestionó a la derecha española que montó «la primera foto de Colón ya sólo por considerar una herejía que hubiese un relator» en la mesa de diálogo.

Por su parte, Mascarell -también exdelegado del Govern en Madrid en tiempos de Artur Mas- opinó que la crisis territorial «no se trata de un problema entre nacionalismos sino un problema de fatiga de Estado. Los catalanes en términos generales acumulan una notable fatiga de los modos estatales, de un Estado que ha sido mucho menos representativo y justo de lo que debía».

«Se trata de un mal Estado, que no entiende la pluralidad ni los matices. Y no lo digo yo, en Europa también ven el conjunto institucional de España con políticas no adecuadas y sistemas envejecidos. Las élites españolas no han sido capaces de entender esa pluralidad», consideró antes de asegurar que «a veces dos estados suman más que un solo mal estado»

Con respecto a los indultos, el regidor barcelonés de JxCat (quien se dijo federalista que se ha vuelto independentista en la última década) aseveró que «para muchos catalanes es muy duro que no se entienda la diferencia entre indulto y amnistía». Por último, abogó por una secesión porque será además una oportunidad para España, «que se tiene que refundar a mejor, estando enquistada en un sistema que no funciona».