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«Estamos rechazando citas, por favor, que nadie cruce la frontera para recibir la vacuna»

Stephanie Gravé, enfermera de profesión, es teniente de alcalde en Biarritz. Reconoce a NAIZ sentirse un tanto desbordada por «la situación creada por informaciones de prensa, sin contrastar, que ha empujado a la gente a cruzar la frontera para venir a vacunarse».

En pocos clic se puede reservar la cita vacunal en Iparralde, lo que ha atraído a algunos vascos del otro lado de la muga. (NAIZ)

Stephanie Gravé aclara a NAIZ que ya ha adoptado las primeras medidas para cortar esa «presión que nos obliga a rechazar decenas de citas».

Sobre el origen de esa procesión vacunal de Gipuzkoa a Lapurdi explica: «Hace unos días vino una periodista que, sin preocuparse de hablar con los equipos, solo se preocupó de publicar que, como quien dice, en Biarritz se podía vacunar cualquiera, y el resultado ha sido una avalancha en los últimos días», constata.

Stephanie agradece, al otro lado del teléfono, «que me permita explicar la situación, para que usted al menos pueda transmitir una información adecuada a sus lectores, lo que me parece muy importante, porque la gente debe dejar de venir».

Es clara al asegurar que «no se puede decir que la gente viene a Biarritz, o a otro centro de vacunación, y se va con la vacuna puesta, ya que me consta que se están recibiendo muchas peticiones en centros de la costa, pero también que se están descartando esas citas».

¿Cuál es la dimensión de ese flujo de personas que llegan desde el otro lado de la muga para vacunarse en Ipar Euskal Herria? La concejala de Biarritz, enfermera de profesión y encargada de la campaña de vacunación en la localidad balnearia, habla de «unas 40 citas rechazadas solo hoy».

Preguntada por el origen del problema, apunta a la plataforma Doctolib en la que los ciudadanos del Hexágono pueden solicitar la vacuna aportando su nombre y edad.

Según reconoce, «en el formulario no pone que sea obligatorio presentar la tarjeta sanitaria», por más que el protocolo habitual lleve a los usuarios, de forma natural, a presentar ese documento cuando llegan al vacunódromo.

¿Puede haber habido una falta de diligencia en el centro de vacunación de Biarritz? La concejala remarca que en una zona con «mucha población transfronteriza» no le extrañaría que «en algún caso aislado se haya dado la vacuna, por ejemplo a a un familiar directo de un ciudadano francés», pero pide que no se cuestione el trabajo que se realiza en ese centro.

A raíz de que se haya producido ese peregrinaje de personas del otro lado del Bidasoa, en su mayoría jóvenes, deseosas de pincharse antes de verano, en algunos casos para poder viajar -caso de alumnos de Erasmus- en otras para poder disfrutar del verano con «más tranquilidad», han tomado cartas en el asunto. «Hemos dado cuenta a la Agencia Regional de Salud del problema y, a la espera de respuesta, a la organización estatal responsable, para que concrete mejor qué se hace en esos casos», detalla la responsable municipal.

A la espera de que se oficialice la decisión, Stéphanie Gravé adelanta a NAIZ que, al menos en lo que respecta a la ciudad balnearia, quienes acudan a vacunarse deberán aportar la tarjeta sanitaria de la Seguridad Social francesa, o en su defecto se les podrá requerir que justifiquen su domicilio o actividad profesional. «Estamos rechazando citas, por favor, que nadie cruce la frontera pensando que va a recibir la vacuna», se despide.