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Oxfam alerta de que la forestación para lograr cero emisiones de carbono provocará más hambre

Oxfam ha elaborado un informe sobre la forestación masiva para lograr cero emisiones netas de carbono en el que alerta de que esa medida requiere tal cantidad de tierra que podría disparar el precio de los alimentos provocando más hambre. Además, permitiría que se siga contaminando.

Oxfam apuesta por una reducción real de las emisiones de carbono frente a la forestación masiva para combatir el cambio climático. (Greg BAKER/AFP)

En su informe ‘Un riesgo neto’, Oxfam alerta de los peligros que entraña la forestación masiva para lograr cero emisiones de carbono. En concreto, señala que ese proceso exige una fuerte disponibilidad de tierras, lo que podría «disparar el precio de los alimentos en el mundo en un 80% y provocar más hambre». Además, tendría el efecto perverso de que los impulsores de esa práctica, principalmente los países ricos y las grandes empresas, «seguirían con sus prácticas contaminantes habituales».

La ONG ha puesto el punto de mira en las consecuencias que pueden tener los planes de gobiernos y grandes empresas de lograr cero emisiones netas de carbono de cara a 2050. Unos objetivos que califica de «poco fiables, no probados y prácticamente imposibles de poner en práctica», y que tendrían unas consecuencias muy notables y peligrosas.

Recuerda que su «repentina fiebre» por asumir ese reto depende «excesivamente de vastas extensiones de tierra para plantar árboles que absorban los gases de efecto invernadero de la atmósfera». Las cifra en 1.600 millones de hectáreas forestales nuevas, lo que equivale «a cinco veces la superficie de India o a más que todas las tierras agrícolas del mundo», se destaca en el informe.

Frente a esa medida, lo que se plantea desde Oxfam es «lograr cero emisiones reales». Así lo señala Nafkote Dabi, responsable sobre cambio climático de esta ONG, quien añade que «para ello es necesario realizar recortes drásticos de las emisiones, abandonando los combustibles fósiles e invirtiendo en energías y cadenas de suministro verdes. Apoyarse en exceso en objetivos para lograr cero emisiones netas permite enmascarar la inacción climática, lo que pone en peligro el futuro de nuestro planeta».

Sobre la forestación masiva para combatir el efecto invernadero, asegura que «no hay tierras suficientes en el mundo para cumplir con los planes actuales. Al contrario, estos esquemas podrían terminar provocando un aumento de los niveles de hambre, acaparamientos de tierra y vulneraciones de derechos humanos, permitiendo al mismo tiempo que los grandes emisores de gases se escuden en ellos para poder seguir contaminando».

Las cifras que aporta el informe de Oxfam son de lo más elocuentes. Por ejemplo, un país pequeño como Suiza «podría necesitar una superficie de tierra del tamaño de Puerto Rico para plantas árboles suficientes para cumplir con su objetivo de lograr cero emisiones netas». Por el momento, ha cerrado un acuerdo de compensación de emisiones de carbono con Perú y Ghana.

Una situación parecida se da cuando se analizan las necesidades de tierras que tendrían las principales empresas que apuestan por esta fórmula para combatir el efecto invernadero. Según se apunta en el estudio de la ONG, las cuatro mayores empresas de gas y petróleo (BP, Eni, Shell y TotalEnergies) necesitarían convertir en bosque una superficie de entre 50 y 70 millones de hectáreas; el sector energético en su conjunto requeriría una superficie del tamaño de la selva amazónica y tan solo Shell necesitaría una superficie del tamaño de Honduras.

Una cortina de humo

En vista de estas cifras, Nafkote Dabi concluye que «lograr cero emisiones netas de carbono puede parecer una buena idea, pero los planes de las principales empresas petrolíferas muestran la enorme cantidad de tierras que se necesitaría para cumplir con estos distantes objetivos. Depender en exceso de la plantación de árboles y de tecnologías que todavía no están probadas en vez de abandonar un modelo económico basado en los combustibles fósiles es una peligrosa insensatez».

Por ese motivo considera que «los objetivos de cero emisiones netas serán un gran engaño si al final terminan siendo una mera cortina de humo para seguir contaminado como hasta ahora».

Esta fórmula de forestación para lograr cero emisiones netas de carbono va a ser analizada en la próxima cumbre del clima de la ONU, que se celebrará a finales de año en Glasgow. Por ese motivo, desde Oxfam plantean que gobiernos y grandes empresas se centren «mucho más en lograr una rápida y drástica reducción de las emisiones de carbono a corto plazo, empezando en sus propios territorios, operaciones y cadenas de suministro».

Y si se asumen compromisos para lograr cero emisiones netas, «deben ser cuantificables y transparentes, y dar prioridad a recortar drásticamente las emisiones de cara a 2030. La absorción del carbono ya emitido a la atmósfera no debería sustituir a la reducción de las emisiones y deberían contabilizarse por separado».

Porque, como recuerda Dabi, «la tierra es un recurso finito y preciado. Millones de pequeñas agricultoras y agricultores y comunidades indígenas dependen de ella para sus medios de vida. Todas las personas del mundo dependemos de la buena administración de la tierra, incluido para nuestra seguridad alimentaria».