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Sin pase sanitario, con mascarilla y bajo promesa de ofertar vacunas en los centros

El ministro de Educación debe hacer publico el próximo jueves el protocolo que regirá la vuelta a las aulas en el Estado francés. Michel Blanquer ha adelantado, no obstante, algunas pautas: no habrá pase sanitario y se repetirán medidas de prevención, empezando por el uso de la mascarilla.

Alumnos de la ikastola de Azkaine juegan a la entrada del centro, en otoño de 2020. (Guillaume FAUVEAU)

La cita para dar a conocer el protocolo que regirá durante la vuelta a clase, que se producirá a partir del 2 de setiembre en Ipar Euskal Herria, estaba fijada para el jueves 26 de agosto. No obstante, acuciado por la comunidad escolar y entre críticas de expertos, por la escasa anticipación, el titular de Educación, Michel Blanquer, optaba por avanzar algunas pistas, vía ‘Le Journal du Dimanche’.

Algunas de las medidas que él mismo había evocado en julio no se reconocen del todo en el nuevo programa.

El ministerio de Educación habla ahora de «proteger a los no vacunados» y evita evocar expulsiones de alumnos, aclarando que «esa medida siempre se refirió a positivos». El ministro habló en julio de mandar a casa a alumnos no vacunados en caso de ser caso contacto, mientras que los alumnos vacunados podrían seguir en clase.

Una medida que desconcertó a los responsables de los centros escolares y sobre cuya vigencia o no deberá explicarse Blanquer con más claridad.

En la carrera contra los rumores, Educación descarta el uso del pase sanitario, al menos en lo que respecta a la vida interna de los centros educativos.

Podría quedar abierta la puerta a su uso en el caso de actividades exteriores que contemplen visitas a establecimientos en que se requiera la presentación de ese certificado que se expede a personas vacunadas, que hayan pasado recientemente la covid-19 o que se hayan hecho una prueba con resultado negativo en el plazo de las 72 horas procedentes a la presentación del pase.

Cabe recordar que ese pase es obligatorio desde finales de julio para acudir a instalaciones culturals o deportivas. El 9 de agosto se expendió el uso del pase sanitario a viajes de larga distancia, locales de hostelería, hospitales y residencias de ancianos.

Fase dos del protocolo

No cambia la previsión de que a 2 de setiembre se aplique la llamada fase dos del protocolo sanitario que rige en los centros escolares. Ello implica que el curso escolar arrancará en forma presencial en todos los niveles, y que se mantendrán las medidas precedentes, tanto para evitar el contacto entre alumnos de distintos cursos como para mantener el uso de la mascarilla. Igual condición para el cierre de aulas: la aparición de un caso positivo llevará al cierre de la clase.

Con esas medidas se cerró el curso, en junio, en un clima de aumento de contagios y de cierre de aulas. La expansión de la variante Delta no ha llevado a explorar otras opciones, más allá de la propuesta de Blanquer de llevar la vacunación a las escuelas.

Aun sin aclarar qué medios se podrán a disposición de los centros escolares, Educación habla de facilitar la vacunación «in situ», una medida que los sindicatos de enseñanza consideran hoy por hoy quimérica, habida cuenta de que los servicios de enfermería han ido desapareciendo en los centros escolares, por lo que habría que contar con personal externo para llevar a cabo esa vacunación.

Como precedente, los sindicatos recuerdan, además, que las medidas de testado que se anunciaron en el tramo final del pasado curso escolar no se cumplieron en muchos centros, «o porque no llegaron los test o porque se quedaron en las cajas ante la falta de competencia de personal en los centros para llevar a cabo esa tarea».

Críticas de los expertos

No son las únicas críticas que se ciernen sobre el titular de Educación. El epidemiólogo Mahmoud Zureik, uno de los firmantes de una tribuna de opinión publicada, la pasada semana, en ‘Le Monde’ por una treintena de expertos considera que Michel Blanquer «está instalado en la negación al pensar que los más jóvenes se contagian menos en la escuela que en el ámbito familiar».

En los microfonos de FranceInfo el experto abogaba por dotar de medidas de prevención suplementarias a las escuelas, a la vista de un contexto sanitario difícil provocado por «una circulación viral cinco veces mas elevada que la que teníamos en setiembre de 2020».

Zurek insistía en la necesidad de garantizar la aireación en las aulas y en aportar depuradores de aire a los centros escolares. En el protocolo conocido en julio esas medidas aparecían exclusivamente en el capítulo de recomendaciones.

Los expertos apelan a «proteger de forma efectiva» a los escolares, se declaran preocupados por las implicaciones del arranque de curso, y solo se reconocen reconfortados por el avance de la vacunación, particularmente entre los más jóvenes.

Un 70% de los jóvenes de entre 12 y 17 años de edad han recibido al menos una dosis de la vacuna en el caso del departamento que incluye a los tres territorios del norte de Euskal Herria.

En lo que respecta al profesorado, el Ministerio de Educación no aboga, de momento, por la vacunación obligatoria, en la línea de la medida que se implementará desde setiembre para el personas que trabaja en centros sanitarios y residencias.

El ministerio de Blanquer expresa su «confianza en la responsabilidad del cuerpo educativo» y avoca genéricamente «unas buenas cifras de vacunación» para no sustentar esa medida.