El Estado francés se suma a los países ricos que desoyen la moratoria y lanza la tercera dosis
La ONU pidió el 4 de agosto una suspensión de los planes de inocular una tercera dosis, a fin de reforzar la solidaridad vacunal mediante el Mecanismo Covax. Sin embargo, uno tras otro los «países ricos» ponen fecha a la dosis de recuerdo. París anuncia que empezará a revacunar desde setiembre.
El Sistema Covax ( (fondo global de acceso a las vacunas), ideado por los países más avanzados para tratar de poner coto a la desigualdad vacunal, corre el riesgo de verse desequilibrado por las decisiones adoptadas por gobiernos como los de Israel, Alemania, EEUU, Hungría, Austria o Gran Bretaña, a los que se ha unido este jueves el Estado francés.
Todos ellos se inclinan por poner en marcha la inoculación de una dosis de recuerdo.
París contempla vacunar en las residencias de ancianos y de personas con discapacidades graves a partir del 13 de setiembre. Desde el 1 de setiembre los mayores de 65 años podrán apuntarse para, una vez pasados seis meses desde que recibieran la segunda dosis, poder inocularse una tercera.
Los estados más ricos seguirán acaparando, por tanto, la producción de vacunas, fijando sus prioridades en sí mismos,y perdiendo de vista la visión global que se precisa para empezar a ver la luz al final del túnel de una pandemia que, según repiten retóricamente, no conoce de fronteras.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, pidió el pasado 4 de agosto una moratoria al menos hasta finales de setiembre. Más recientemente se ha mostrado escandalizado ante hechos como que vacunas para Europa se estén fabricando en África.
El objetivo de la moratoria era vehicular dosis suficientes hacia los estados menos desarrollados para alcanzar ese 10% de población vacunada en el conjunto de los países del mundo.
El secretario general de la OMS acompañó su mensaje de un llamamiento a los grupos farmacéuticos a los que pidió que favorecieran el mecanismo covax, puesto en marcha ocho meses atrás para impulsar la vacunación particularmente en los 92 estados más pobres del planeta.
Sin embargo, hasta la fecha, ese mecanismo no llega a cumplir con las expectativas para las que se creó y no ha podido distribuir sino una dosis muy pequeña de vacunas.
De hecho, de las 4 millones de dosis inyectadas en el mundo a esa fecha, el 80% han ido a parar a personas que viven en países con una alta renta per capita pero que representan solo a la mitad de la población mundial.
Donaciones y promesas
La Administración Baden ya ha aclarado que no siente ninguna necesidad de elegir entre administrar una tercera dosis a sus ciudadanos o hacer donaciones de vacunas para los países enprobrecidos. Y lo hace amparándose en la cifra de cerca de 112 millones donadas por Washington a 60 estados del mundo.
La UE no sale muy bien parada. Según un documento interno de la Comisión Europea del que se hizo eco la agencia Reuters el 12 de julio pasado de los 500 millones de dosis que ha recibido Bruselas -la UE cuenta con una población adulta de 365 millones de personas- solo se han donado 4 millones al sistema covax.
El 75% de la población europea ha recibido al menos una dosis de vacuna, según los datos hechos públicos este 26 de agosto por Bruselas.
París se comprometió, el pasado junio, a donar 60 millones de vacunas hasta fin de año al fondo covax. Está por ver cómo influye su campaña de refuerzo vacunación, que inicialmente iba dirigida a los más vulnerables -personas con enfermedades graves y residentes- pero que, según el anuncio hecho hoy por Jean Castex, se extenderá a los mayores de 65 años, a los que se propone ya coger cita desde el 1 de setiembre.