INFO

Hallado un ejemplar de un libro de 1533 con las primeras palabras impresas en euskara

La editorial Mintzoa de Iruñea ha localizado en París un ejemplar de un libro de 1533 en el que aparecen las primeras palabras impresas en euskara de la historia. Son 57 los términos que se pueden leer en la obra ‘De rebus Hispaniae memorabilibus’, del italiano Lucio Marineo Siculo.

Términos en euskara que aparecen en la obra de 1533 adquirida por Mintzoa, las primeras impresas de la historia. (NAIZ)

Un total de 57 palabras en euskara, las primeras impresas de la historia, aparecen recogidas en el ejemplar de un libro de 1533 que ha sido localizado en París por la editorial Mintzoa y posteriormente vendido a un particular.

El libro en cuestión se titula ‘De rebus Hispaniae memorabilibus’ y fue escrito por Lucio Marineo Siculo. Como explica Aritz Otazu, responsable de Mintzoa, se trata de «una crónica encargada por los reyes, en esa época por Carlos V, a una persona que ya había trabajado en las cancillerías españolas cuando reinaba Fernando el Católico». De hecho, Siculo ya había escrito una crónica de Aragón por encargo precisamente de ese último soberano.

El italiano publicó una primera versión de la obra en 1496-97 en la que «todavía no figuraban los términos en euskara», que fueron incorporados a la crónica que vio la luz en 1530 y en años sucesivos, ya que el ejemplar adquirido por Mintzoa es de 1533.

En uno de los capítulos de esta versión más completa, Siculo detalla «las lenguas antiguas de España, de Hispania, y ahí es donde señala que la más veterana es el euskara. Explica que es la lengua que hablan vascos y cántabros, aunque en esa época Cantabria no era lo mismo que ahora. Y también cita a los vascones».

A continuación incluye 57 palabras, entre las que figuran números, que están «en un euskara vizcaino. A algunas les llega a poner tilde, es decir, las castellaniza y luego aparecen expresiones como ‘edaten dot’ o ‘irakortzen dot’, que, evidentemente, no son una palabra en sí».

La presencia de esas palabras en euskara dan una especial relevancia a ‘De rebus Hispaniae memorabilibus’, ya que son las primeras impresas de la historia. Otazu matiza que «en ese adjetivo está la clave, impresas, ya que evidentemente con anterioridad existen palabras en euskara en documentos, pero habían sido manuscritas, escritas a mano».

Una relevante circunstancia a la que el responsable de la editorial Mintzoa añade el hecho de que «ponen de relieve la importancia y el prestigio del euskara en esa época, ya que se hace una referencia expresa a nuestra lengua».

El ejemplar fue impreso por un navarro, Miguel de Eguia, «que tuvo un taller de impresión en Lizarra, de donde era originario. Posteriormente se trasladó a trabajar a Alcalá de Henares, donde puso una imprenta que funcionó bien». Aunque no le faltaron los sinsabores, ya que «estuvo encarcelado tres o cuatro años porque la Inquisición le acusó de imprimir un libro erasmista (con las teorías de Erasmo de Rotterdam). Le acusaron de haberse aprovechado económicamente de esa obra», explica Otazu.

De Italia a Iruñea pasando por París

Casi quinientos años después de que los ejemplares de la obra de Lucio Marineo Siculo salieran del taller de impresión de De Eguía, el propietario de uno de ellos decidió ponerlo a la venta hace unos meses. Se trataba de un italiano que a finales de setiembre puso a la venta varias obras de siglos atrás en la Feria del Libro Antiguo de París.

En la capital gala, el ejemplar llegó a manos de un anticuario que forma parte de la red de colaboradores con la que cuenta la editorial Mintzoa con el objetivo de localizar e intentar adquirir libros antiguos «de temática vasca, navarra, de Euskal Herria».

El experto sabía que en esa obra de 1533 aparecían varias palabras en euskara y se puso en contacto con Aritz Otazu, quien se desplazó hasta París para adquirir el ejemplar y trasladarlo a Iruñea. La obra ya figura en poder de un particular navarro.

Otazu se muestra muy satisfecho de haber adquirido el ejemplar de  ‘De rebus Hispaniae memorabilibus’, a pesar de que existe un ejemplar digitalizado en la Biblioteca Foral de Bizkaia, «que se puede consultar y contemplar».

Para el responsable de Mintzoa, supone recuperar un patrimonio que pone en evidencia una vez más que «lo que ocurrió en Navarra no fue solo una conquista militar, sino también cultural, ya que muchos libros de estas características están fuera de Navarra. Todo ese patrimonio cultural está disgregado y toca viajar mucho para conseguir obras importantes, que generalmente están en Francia».