El expresidente sudafricano De Klerk pide perdón por el «apartheid» en un vídeo póstumo
De Klerk ha fallecido hoy en su residencia de Ciudad del Cabo a causa de un mesotelioma, un agresivo tipo de cáncer que afecta al tejido que recubre los pulmones, el estómago, el corazón y otros órganos.Su fundación ha publicado un vídeo donde pide perdón «sin reservas» por el «apartheid».
El expresidente sudafricano y premio Nobel de la Paz Frederik Willem de Klerk, en un vídeo póstumo difundido hoy por su fundación con motivo de su muerte, pide perdón «sin reservas» por el dolor causado por la represión del «apartheid», el sistema de segregación racista del que fue su último líder.
«Dejadme hoy, en este último mensaje, repetir: yo, sin reservas, me disculpo por el dolor, el sufrimiento, la indignidad y el daño que el apartheid trajo», recalca el líder afrikáner.
«Lo hago no sólo en mi capacidad de antiguo líder del Partido Nacional (que construyó y mantuvo el 'apartheid'), sino como individuo», agrega un De Klerk visiblemente debilitado por el cáncer que finalmente ha causado su muerte hoy a los 85 años de edad.
El que fuera el último presidente blanco de Sudáfrica y Nobel de la Paz junto a Nelson Mandela en 1993 afirma que, si bien durante años sí que justificó los principios del «apartheid», posteriormente pidió perdón en numerosas ocasiones. «Muchos me creyeron, pero otros no», señala.
En su «último mensaje a todo el pueblo de Sudáfrica», De Klerk explica que en los años 80 sus valores cambiaron completamente, como si hubiera sufrido una «conversión», y que por ello tomó medidas para desmantelar el sistema segregacionista una vez fue nombrado líder del Partido Nacional y, poco después, presidente de Sudáfrica. «Estoy orgulloso de nuestra Constitución», subraya, pero se muestra también «profundamente preocupado» por la socavación actual de muchos de sus aspectos, de los que no dio detalles.
«Es mi plegaria hoy que el Gobierno, todos los partidos, la sociedad civil y todos los sudafricanos abracen de nuevo la Constitución y la interpreten de la forma equilibrada que la Constitución requiere. Necesitamos alinear los principios de no racismo y no discriminación con la necesidad de lidiar con los asuntos del pasado», añade.