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El demonio se viste con piel de cordero

‘LAMB’
Islandia-Suecia-Polonia. 2021. 106’ Dtor.: Valdimar Jóhannsson. Guion: Valdimar Jóhannsson y Sjón Sigurdsson. Prod.: Erik Ridell, Kaludia Smieja, Sara Nassim, Jan Naszewski, Piodor Gustafsson y Hrönn Kristinsdóttir. Int.: Noomi Rapace, Hilmir Snaer Gudnason, Björn Hylnnur Haraldsson.

La sueca Noomi Rapace ganaba el premio de Mejor Actriz en Sitges. (NAIZ)

La productora de terror autoral A 24 ha puesto su sello en la ópera prima del islandés Valdimar Jóhansson, y le ha ido bien porque ‘Lamb’ (2021) triunfaba en el Festival de Sitges como Mejor Película y con el premio de Mejor Actriz para la sueca Noomi Rapace.

A pesar de ello, este primer largometraje deja la sensación de que a su director no le interesa el cine de género y que ha admitido la etiqueta que le han puesto para darse a conocer. Jóhansson ha querido hacer una obra personal, un poema visual en sus propias palabras, un cuento o fábula clásica con un único elemento fantástico que es el que ha dado lugar a esa discutible catalogación genérica.

Transcurre más bien por los caminos del surrealismo, siendo su claro precedente la obra maestra del checo Jan Svankmaier ‘Otesánek’ (2000), basada en una fantasía checa escrita por Karel Jaromír Erden, donde un artesano modelaba una raíz de árbol en forma de recién nacido, de tal suerte que el trozo de madera cobraba vida humana.

Un relato así de alegórico se presta a mil y un interpretaciones y más dentro del estilo narrativo nórdico con escasos diálogos y muy poca información verbal o textual para el espectador. La cuestión es que, observada desde fuera, la adopción del corderito como un bebé al que bautizan con el nombre de Ada, por parte del matrimonio de granjeros, es llevada a cabo con una desarmante cotidianidad.

Para Maria e Ingvar es como un regalo de la naturaleza, y en consecuencia la moraleja sería que no es lícito adueñarte de lo que no te pertenece en origen. Como quiera que se trata de una familia cristiana sometida al aislamiento del paisaje hostil, también cabría hacer una lectura de simbología religiosa, en la que el demonio, tradicionalmente representado por un macho cabrío, se viste con la lana de las ovejas para confundirles. En imagen el corderito humanoide es una criatura digital.