Un Osasuna ansioso por volver a ganar visita a un rival que todavía no lo ha hecho
Después de seis jornadas seguidas sin lograrlo, Osasuna quiere volver a la senda del triunfo ante el Levante –Ciutat de Valencia, domingo, 18.30, Movistar LaLiga–, un rival que todavía no conoce lo que es la victoria en lo que se lleva de temporada.
La victoria. Es el objetivo que persiguen todos los equipos, aunque en determinados momentos la urgencia se convierte en máxima. Es lo que ocurre en el Levante-Osasuna. Los locales no conocen todavía lo que es sumar tres puntos en lo que llevamos de curso y los rojillos acumulan seis jornadas consecutivas sin ganar.
Tres puntos de dieciocho posibles son el escaso bagaje de un cuadro navarro que venía lanzado hace casi dos meses, pero cuya sobresaliente trayectoria se ha visto frenada por un complicado tramo de enfrentamientos ante adversarios de la parte alta de la tabla y por su incapacidad casera para sacar los partidos adelante.
Esta última se vio latente frente al Granada y se volvió a repetir el pasado lunes contra el Elche, dos contrincantes directos en la lucha por la permanencia, como lo es también el Levante, que ahora mismo es el farollilo rojo de la categoría, con apenas siete puntos, pese a haberse superado más de un tercio de campaña.
A favor de las opciones del conjunto rojillo está su inmejorable rendimiento como visitante –solo dos derrotas en el Sánchez Pizjuán y Wanda Metropolitano– y la recuperación para el once de alguno de los futbolistas básicos en el esquema de Arrasate, como es el caso de Lucas Torró, que regresará a la posición de ancla tras cumplir un partido de sanción.
Por ende, el estadio levantinista es un escenario donde el equipo navarro se siente bastante cómodo en los últimos tiempos. Cuatro triunfos y un empate en los más recientes cinco desplazamientos dan buen testimonio de que en el Ciutat de Valencia Osasuna se encuentra mejor que en casa.
Como su anfitrión, Osasuna también acude a la cita después de haber cumplido el trámite de pasar de ronda copera con la solvencia propia de la diferencia de nivel respecto a los dos equipos a los que se midieron. Y en el caso de algunos jugadores que participaron en dichos duelos del K.O. puede servirles para disfrutar de continuidad.
Podría ocurrir con Aridane, al que se le vio plenamente recuperado ante el San Agustín de Guadalix como para regresar al eje de la zaga osasunista, a la que también podría volver Manu Sánchez, después de la titularidad de Cote ante el cuadro ilicitano.
En el lado contrario, Arrasate no podrá contar con Kike García, aquejado por unas molestias musculares, de ahí que el técnico de Berriatua no haya querido arriesgar con el delantero conquense que se ha convertido por el trabajo que aporta en pieza fundamental del esquema rojillo.
Arrasate: «Debemos igualar su intensidad»
El preparador vizcaino sabe que será necesario «igualar su intensidad» para obtener algo positivo en el Ciutat de Valencia, porque «para ellos es una final». «El Levante se está jugando muchísimo, lo tienen marcado en rojo y le respetamos mucho», ha advertido.
«Sabemos contra quien nos enfrentamos. A nivel técnico tiene muy buenos futbolistas, con mucha velocidad por fuera y en ataque tiene variedad de posibilidades. Sabemos que nos van a exigir y hemos puesto el foco en encontrar la mejor versión de Osasuna», ha añadido Arrasate.
Deberá mejorar el cuadro navarro en el aspecto defensivo –«quiero que el equipo sea sólido e incómodo», ha apuntado– y también en ataque, con la idea de «jugar en el campo rival» y meterle «miedo» al cuadro granota, con el objetivo de que afloren los nervios en el contrario.
El técnico rojillo ha reconocido que a su equipo «es emocional y le afectan algunas cosas», de ahí que «debemos relativizar lo malo que nos pueda pasar para saber que hay tiempo para reaccionar. Mentalmente hay que ser fuerte porque la táctica es importante, pero la cabeza lo es mucho».
En este sentido, ha pedido a los suyos un paso adelante en la estrategia, «un aspecto en el que claramente tenemos que mejorar». «Sabemos que en un abrir y cerrar de ojos te puedes quedar anclado. Cada partido es una oportunidad. La clasificación es buena, pero no nos podemos dormir», ha concluido.