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Araba pierde los cultivos por las riadas, que han afectado a 10.000 hectáreas en Nafarroa

El Gobierno de Nafarroa ha cifrado en 10.000 las hectáreas netas de uso agrario afectadas por las últimas inundaciones causadas por el temporal. Araba, por su parte, ha dado por perdidos los cultivos de las zonas más próximas a los cauces desbordados.

Zona agrícola anegada por el desbordamiento del río Zadorra. (Endika PORTILLO / FOKU)

El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Nafarroa, según una primera valoración oficial, ha cifrado en 10.000 las hectáreas netas de uso agrario afectadas por las recientes inundaciones, que han dañado sobre todo cultivos de brócoli (3.400 hectáreas) y coliflor (1.100 hectáreas).

Asegura que trabaja ya de forma coordinada con los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, y de Transición Ecológica y Reto Demográfico para organizar los trabajos de reparación, a la espera de que los ayuntamientos remitan las memorias detalladas de las afecciones de cada municipio.

Los equipos técnicos del departamento serán los que se ocupen posteriormente de la inspección, evaluación de los daños y programación de las reparaciones de emergencia.

A esta primera evaluación sobre las parcelas agrícolas habría que sumar las afecciones a infraestructuras agrarias, que se estiman en unas 2.000 hectáreas afectadas.

De la superficie afectada, 9.900 hectáreas corresponden a tierras de cultivo entre las que se distinguen las de maíz, con 2.192 hectáreas de superficie afectada y un 63% aseguradas; cereal de invierno, con 2.000 hectáreas y un 90% aseguradas; alfalfa, con 1.041 afectadas y un 4,91% aseguradas; y brócoli, con 3.400 hectáreas y un 49% aseguradas.

También la coliflor, con 1.100 hectáreas afectadas y un 77% aseguradas; alcachofa, con 86 hectáreas y un 4,89% aseguradas; espárrago, con 62 hectáreas y un 4,89% aseguradas; y cardo, con 13 hectáreas y un 4,89% aseguradas. Asimismo, han resultado dañadas 1,73 hectáreas de invernaderos y 9,95 de huertas.

En cuanto a los cultivos permanentes, han resultado afectadas 153 hectáreas, de las cuales 91 corresponden a árboles frutales, de las que el 55 % están aseguradas; 36 de viñedos, de las que el 52 % están aseguradas; 16,55 de olivar, de las que el 20 % están aseguradas; y 9 de frutos secos, de las que el 10 % están aseguradas.

Además, faltaría por completar los peritajes de las afecciones económicas de los cultivos que no concluirán hasta la próxima primavera cuando esté terminado el peritaje del cereal.

Araba

Por su parte, el diputado general de Araba, Ramiro González, ha presentado este martes un primer balance de los daños ocasionados por las recientes crecidas debido a las intensas lluvias registradas entre los días 21 de noviembre y 12 de diciembre, y ha avanzado que  los técnicos de Agricultura dan por perdidos la totalidad de los cultivos ubicados en las zonas más próximas a los ríos y cauces.

«Los daños, que son de diferente consideración, alcanzan parcelas distribuidas por todo el territorio, especialmente en las zonas próximas a los ríos más importantes como son el Zadorra, Bayas, Omecillo-Tumecillo, el Ega o el Ebro», ha indicado.

Ha detallado que la pluviometría acumulada en ese periodo de 21 días muestra que las lluvias de este año suponen tres o cuatro veces la precipitación media esperable para esa época, y ha subrayado que esta situación es «especialmente destacable» en puntos como Gorbea-Zigoitia, Amurrio o Agurain.

Aunque ha puntualizado que «sigue siendo prematuro hacer una estimación real de los daños», ha adelantado que «en las zonas más próximas los ríos y los cauces, independientemente del cultivo y el estado de desarrollo del mismo, se puede dar por perdido de manera prácticamente total. A estas alturas del año aproximadamente el 60% de las hectáreas están sembradas, y eso marca la importancia de la afección».

Además de la pérdida del cultivo,  en algunas parcelas se ha producido arrastre de la capa de tierra, dejando a su paso depósitos de restos de ramas, troncos e incluso piedras que va a ser necesario retirar para dejar el terreno apto. Los mayores daños se han detectado en la cuenca del Zadorra y en Rioja Alavesa por la crecida del Ebro.

En este último caso los daños provocados por el agua no van a afectar a la supervivencia de las cepas, más allá de que pueda ser necesario replantar algunas marras, acondicionar el terreno, y en algunas zonas, reparar y reponer los postes perjudicados.