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El aumento del precio del gas sacude a la autocracia centroasiática de Kazajistán

Las protestas por el incremento del precio del gas licuado han derivado en una revuelta que exije el final del «reinado» de Nursultán Nazarbaiev en Kazajistán. Su delfín, el presidente Tokayev, ha destituido al Gobierno y decretado el estado de excepción, y ha recurrido a tropas de Rusia y aliados.

Manifestación multitudinaria en Almaty, capital económica kazaja. (Ruslan PRYANIKOV | AFP)

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokayev, ha destituido al Gobierno y ha decretado el estado de excepción tras las intensas protestas desatadas en las principales ciudades de la república centroasiática por el alza del precio del gas licuado.

Con miles de manifestantes reprimidos con granadas ensordecedoras y gases lacrimógenos,  con cientos de heridos, entre ellos decenas de policías  y con más de 200 detenidos, este tipo de protestas son raras en Kazajistán.

Las autoridades han afirmado que al¡ menos diez uniformados han muerto en los disturbios de hoy, entre policías, guardias nacionales y militares. No han indicado si también hay muertos civiles.

Según el Ministerio del interior, los manifestantes han atacado sedes del Gobierno, servicios públicos, del comercio, la gastronomía y el sector bancario, así como ambulancias, vehículos de bomberos y bienes de ciudadanos comunes.

El aeropuerto, tomado por la tarde por los manifestantes, ha sido recuperado por el Ejército y en Almaty el Ministerio ha anunciado una «operación antiterrorista».

No obstante, las autoridades estánn sobrepasadas por la revuelta y han pedido el apoyo de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), alianza militar que reúne a Rusia y ex república soviéticas como Bielorrusia y Ubekistán.

LA OTSC ha confirmado poco después el envío de tropas. El presidente de la OTSC, el primer ministro armenio, Nikol Pachinian, ha confirmado el envío de «una fuerza colectiva de mantenimiento de la paz» durante «un período de tiempo limitado para estabilizar y normalizar la situación en este país», provocada por una «interferencia externa».

Las antiguas república soviéticas centroasiáticas, incluida la kazaja, son regímenes autocráticos gobernados por dinastías surgidas en su día, y al calor de sus independencias, por los dirigentes locales de las sucursales locales del Partido Comunista

El presidente kazajo ha asignado al vice primer ministro, Aliján Smailov, como primer ministro en funciones, en sustitución de Alijan Smailov, a quien ha agradecido su gestión en los últimos tres años y en plena pandemia.

Ello no la ha impedido responsabilizar  directamente al Gobierno de la «difícil situación económico-política y social creada en el país», y en particular, al Ministerio de Energía, así como a las compañías KazMunayGaz y Kazajgaz.

Tensión en Almaty, capital económica

Kazajistán ha sido escenario en los últimos días de protestas por el aumento del precio del gas licuado que, a partir del 1 de enero, ha pasado a estar sujeto a la oferta y demanda.

Las primeras protestas estallaron en Manguistau, en el oeste del país, si bien en las últimas horas estas manifestaciones se han extendido a las regiones vecinas de Atirau y de Kazajistán occidental, llegando incluso a la capital económica, Almaty, donde los manifestantes han tomado al asalto el edificio de la Alcaldía

El régimen ha instaurado el estado de excepción hasta el 19 de enero, prohibiendo toda reunión y limitando la circulación de vehículos, y ha decretado el toque de queda nocturno. Las redes sociales WhatsApp, Telegram y Signal están bloqueadas, así como las webs de dos medios opositores.

«¡El Viejo, a casa!»

La espita para las protestas, que comenzaron el domingo en Janaozen, en la región occidental de Manguistau, fue el incremento del precio del gas natural licuado (GNL). El régimen trató de calmar los ánimos  reduciendo su precio en la región a 50 tenges (0,1 euros) el litro, frente a los 120 tenges desde las primeras horas del 1 de enero.  

Paralelamente, ha detenido al director de una fábrica de tratamiento del gas y a un responsable político regional, a los que acusa de incrementar el precio sin motivo.

La región de Mangistau depende del GNL como principal fuente de carburante para los coches y todo aumento del precio repercute en los productos alimentarios, ya en alza desde el inicio de la pandemia.

No obstante, los gestos del régimen no han acallado las protestas, que se han extendido a la gran ciudad regional de Aktau, en la ribera del mar Caspio, a Almaty, y hasta a la capital política, Nursultán.

Y van más allá del precio del gas. Los manifestantes corean eslóganes antigubernamentales como «Gobierno Dimisión» y «¡El Viejo, a casa!», en referencia al expresidente Nursultán Nazarbaiev, mentor del actual presidente y verdadero poder en la sombra. Al punto de que la capital, Astana, fue bautizada con su nombre, Nursultán (Sultán Radiante en kazajo), un día después de que dejara el cargo, que no el poder, el 19 de marzo de 2019.

Kazajistán, primera economía de Asia Central y habituada a tasas de crecimiento de dos dígitos, sufre por la bajada del precio del petróleo y de los metales, sus principales fuentes, y por la crisis económica endémica en Rusia, que ha llevado a la devaluación de su moneda y a una inflación galopante.