Nuevo ataque al monolito de Juan Bozal Uriz, exalcalde de Caparroso fusilado en 1936
Juan Bozal Uriz, alcalde de Caparroso por Izquierda Republicana, fue enterrado en el término de Lezkairu (Ororbia) tras ser fusilado en julio de 1936. En su recuerdo se levantó hace unos años un monolito que, según ha denunciado el colectivo memorialista Zurbao, ha vuelto a ser atacado.
Según ha denunciado este lunes el colectivo memorialista Zurbau, durante los úlltimos días se ha vuelto a producir un nuevo ataque a símbolos memorialistas en la Cendea de Oltza. En concreto, Zubau ha informado de un ataque con pintura verde contra el monolito «de homenaje a Juan Bozal Uriz (alcalde de Caparroso), asesinado y enterrado en la cuneta en el 1936, entre los términos de Arazuri y Ororbia en el paraje llamado Lezkairu». El anterior ataque se produjo en diciembre de 2020.
Zurbau ha señalado que «no se trata simplemente de un acto vandálico». «La sucesión de ataques a símbolos memorialistas que se vienen sucediendo en nuestros pueblos es indicativa de que la motivación de estos ataques es exclusivamente ideológica, y motivada por el odio hacia lo que representan estos símbolos», ha añadido.
«Cuando estos vándalos de ultraderecha atacan estos símbolos memorialistas en recuerdo de los republicanos asesinados por el fascismo pretenden, por una parte, humillar a las víctimas y a su memoria, pero también persiguen lanzar un mensaje de que los herederos ideológicos de los asesinos siguen estando presentes en nuestra sociedad. Es por ello que estos ataques no deben quedar impunes ni ser pasados por alto», ha remarcado.
El ataque ahora perpetrado hace temer, en palabras de Zurbau, «el repunte de ideologías, comportamientos y actitudes que se creían superados». Por tanto, ha animado a «estar alerta» para combatirlos «con todos los medios a nuestro alcance y calificarlos sin lugar a dudas como una provocación fascista».
El colectivo memorialista Zurbau de la Cendea de Oltza ha señalado que cualquier ataque que «suponga borrar o manipular la historia de los hechos ocurridos en nuestro pasado no tan lejano» es un ataque asimismo a «quienes lucharon por la libertad y los derechos de las personas de la clase trabajadora». «Y ante estas actitudes no queda más remedio que denunciarlas, rechazarlas y revertirlas lo antes posible», ha agregado.
«En esta ocasión la pintura verde no ocultara el respeto y homenaje que les ofrecemos a quienes con su vida defendieron la libertad de sus pueblos y de sus gentes», ha sentenciado.