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Bilbao Basket quiere ganar a Manresa para empezar a ponerse miras más ambiciosas

David Walker, en su presentación del martes, y Ángel Delgado han subrayado este miércoles el buen momento del equipo, un buen momento que trabajan para que se siga alargando y sin caer en la autocomplacencia. «Al que se acomoda, le quitan la silla». ha advertido el pívot dominicano.

Ángel Delgado, ambicioso al ver que Bilbao Basket puede tirar para arriba. (Monika DEL VALLE / FOKU)

Una vez superado el mal trago de empezar la Liga ACB con un 0-5, Surne Bilbao Basket ha encontrado su velocidad de crucero. Ni el más optimista hubiera imaginado que los hombres de negro pudieran enlazar seis victorias consecutivas, y después del desastre que fue el debut en Miribilla frente a Zaragoza, nadie hubiera soñado en volver a ver el Bilbao Arena convertido en un fortín en el que caen ya no solo equipos que pelean por no descender, sino también equipos que pelean por meterse en los play-offs –o en la Copa, durante la primera vuelta–.

Bilbao Basket ha cerrado la primera vuelta con ocho victorias y ya suma nueve, tomando en cuenta el triunfo logrado en Santiago frente al Obradoiro. La salvación matemática se estima que está en 12 triunfos, pero viendo que la segunda vuelta apenas si ha hecho nada más que empezar, y con la perspectiva de un largo parón en el seno de los hombres de negro después de jugar este domingo a las 20.00 frente a Baxi Manresa –porque primero llega la Copa de Granada entre el 17 y el 20 de febrero y después el parón por las Ventanas FIBA, entre el 21 de febrero y el 1 de marzo–, los hombres de negro aspiran a llegar a este parón lo más alto posible, y empezando a mirar posiciones que, al principio de la campaña, parecían vedadas para sus aptitudes.

«La mentalidad es muy positiva y miramos hacia arriba, pero no nos sentimos invencibles. Seguimos trabajando duro y, como dice el "coach", no nos podemos sentar y sentirnos felices por ganar sino seguir con el mismo hambre. Al que se acomoda, le quitan la silla», ha advertido Ángel Delgado, jugador elegido por Bilbao Basket para hacer la previa del choque del domingo.

Si este miércoles ha hablado el pívot dominicano, el martes hablaba David Walker, alero repescado de la Liga Alemana después de la marcha de Khyri Thomas al Maccabi. El exjugador de Andorra admitía que estaba «deseoso por volver a la Liga ACB», pero más allá de lo explicado, dejó claro que se ha topado con un equipo que ya no solo aspira a dejar a dos equipos por detrás.

«Si seguimos con esta dinámica y hacemos lo que debemos, podemos optar a cualquier situación, estamos a una victoria del octavo, pero todavía queda mucho», declaraba el alero estadounidense, que se ha incorporado a un equipo que se encuentra al alza, por primera vez desde el mes de febrero de 2020, cuando enviaba a Axel Bouteille a Unicaja y la Liga ACB vivía un parón súbito a causa del estallido de la pandemia de la covid-19.

Rebosantes de ilusión

Pero si hay un equipo que puede discutirle el entusiasmo a los hombres de negro, ese no es otro que el Baxi Manresa de Pedro Martínez. Los del Nou Congost no solo se han colado en la Copa de Granada, sino que, aunque tendrán un cruce suicida frente al Barça en cuartos, se han convertido en el rival que nadie quiere ver en la primera ronda. Tanto es así que los de Bages suman cinco victorias consecutivas y su juego alegre, con el añadido de la vivacidad y la chispa de los Chima Moneke, Sylvain Francisco, Valtonen, Yankuba Sima, Ismael Bako o Joe Thomasson, capaces de conectar con la grada y hacer de su juego no solo algo efectivo, sino también atractivo y que se retroalimenta con el ambiente del Nou Congost.

«Somos dos equipos en forma y va a ser una batalla muy interesante. Ellos nos ganaron allí, pero ahora vienen a nuestra casa y vamos a dar el 120% porque necesitamos este partido. No queremos parar», ha recalcado Delgado, convencido de poder enlazar la que sería séptima victoria consecutiva.

En ese sentido, el Manresa le buscará las cosquillas a Delgado con su punto débil en la línea de tiros libres. El pívot caribeño promedia un 32%, 21 de 64, desde «la línea de los suspiros» –término con el que se conoce a la línea de tiros libres en la isla caribeña y en islas vecinas como Cuba–, algo que ha achacado a un aspecto «más mental» que técnico y para el que ha mostrado su compromiso de «trabajar» para mejorarlo.

«Antes de llegar a la ACB no había tenido ese problema. En los entrenamientos los meto todos, pero en los partidos estoy muy ansioso. Quiero que el equipo gane y todo eso se me mete en la cabeza. Tengo que relajarme y practicar porque es más mental que otra cosa», ha subrayado el jugador de Bajos de Haina.

Un hombre sumado a la dinámica

En lo que se refiere a David Walker, incidió en que su mejor etapa europea estuvo en los cuatro años que vivió en la Liga ACB en Andorra, y aunque su llegada fue más bien a salto de mata, coincidiendo con la lesión de Goudelock y el positivo por covid-19 de Valentin Bigote, la idea es que su aportación vaya a más conforme se adapte a lo que Alex Mumbrú demande de él.

«Estaba esperando en casa y recibí la llamada de mi agente, indicándome que había un equipo interesado, me alegré mucho, porque estaba con ganas de contar con esta oportunidad, en un equipo con tantas victorias seguidas me pareció un momento perfecto para venir», recordaba Walker.

En ese sentido, el director deportivo Rafa Pueyo se mostraba satisfecho de haber podido conseguir este refuerzo de emergencia. «Es un jugador que sumamos a esta buena dinámica que tiene el equipo, comete pocos errores y juega con mucha agresividad en ambos lados de la cancha. Es un buen tirador de tres y destaca en campo abierto y al contraataque».