Jaque a la cordura
Alemania. 2021. 120’ Tit. orig.: ‘Schachnovelle’. Dtor.: Philipp Stölzl. Guion: Eldar Grigorian, basada en la novela de Stefan Zweig. Prod.: Johan Kruber. Int.: Oliver Masucci, Rolf Lassgård, Albrecht Schuch, Birgit Minichmayr.
Tomando como referencia la novela de Stefan Zweig ‘Novela de ajedrez’, ‘The royal game’ adquiere la forma de un thriller en el que el ajedrez se descubre más peligroso que un arma de fuego. El protagonista es Josef Bartok, un notario que intuye el peligro que le acecha en cuanto Alemania anexiona Austria. En su intento de fuga, es capturado por la Gestapo y encerrado en un hotel que ejerce labores de prisión. Un oficial le advierte que solo podrá salir de allí si colabora con ellos. El pulso que mantiene el protagonista con sus captores tras negarse a colaborar se salda con un aislamiento que, con el tiempo, deriva en miedo, incertidumbre y en esa locura que le acecha en cuanto escucha el paso de sus carceleros.
La única bocanada de cordura la encuentra cuando consigue robar un libro de ajedrez, que será su punto de apoyo para mantenerse cuerdo y convertir la resistencia en un juego. A través de un estilo muy espartano, ‘The royal game’ incide en la metodología de tortura sicológica ejercida por la Gestapo. En el caso del protagonista se traduce en una lujosa habitación a la que le han sido cegada las ventanas, lo que coloca al preso en un espacio constante de desorientación. Sin acceso a cualquier elemento que permita el entretenimiento, el notario se sirve de un libro de ajedrez para evitar caer en las garras de sus carceleros.
Al actor Oliver Masucci (‘Dark’) le ha correspondido meterse en la piel de un hombre al que le ha sido arrebatada su brújula y cuya salud mental peligra y al cineasta Philipp Stölzl (‘El médico’) transmitirnos lo que acontece en la embarullada cabeza de su personaje central. Para revelar los progresivos cambios experimentados, el director ha contado con la fotografía Thomas W. Kiennast, la cual subraya mediante los tonos amarillos que provienen de las lámparas que se mantienen encendidas durante todo el día y los ocres que asoman de la oscuridad.