8-M, la lucha continúa
La celebración del 8-M llega en el segundo aniversario de una pandemia que plantea nuevos retos en la lucha por la igualdad, toda vez que ha agravado las desigualdades de género y ha avivado el debate sobre las consecuencias del confinamiento, el teletrabajo, los cuidados...
Capitales y pueblos de Euskal Herria volverán a ser este martes escenario de múltiples movilizaciones convocadas por el movimiento feminista para celebrar el Día Internacional de la Mujer. Una jornada que vuelve a estar marcada por una pandemia que ha agravado las desigualdades de género, por lo que el movimiento feminista hace un llamamiento a seguir trabajando, a organizarse y a hacer frente a los nuevos retos que se plantean en la lucha por la igualdad.
En Nafarroa, el Gobierno foral ha aprovechado esta celebración para invitar a la ciudadanía a recorrer «un camino justo, de derechos de las mujeres, para alcanzar esa Navarra igualitaria a la que aspiramos». Para ello ha lanzado la campaña de sensibilización “Aurrerantz-Avancemos” que muestra a mujeres rasgando telas traslúcidas que simbolizan los obstáculos y barreras que han ido superando en los últimos siglos, y los que hoy en día siguen persistiendo.
En Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, la jornada viene precedida por la aprobación en el Parlamento de la nueva Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres, que busca reforzar las medidas institucionales para combatir la violencia contra las mujeres y establece la retirada de subvenciones públicas a empresas que incumplan la igualdad retributiva. Solo la parlamentaria de Vox se posicionó en contra del conjunto de la ley, que fue refrendada en el pleno del pasado jueves con los votos a favor del PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU, mientras que EH Bildu y PP+Cs se abstuvieron, aunque valoraron el avance que supone la nueva norma autonómica.
La ley incluye un apartado específico sobre la violencia machista en el que se señala que las administraciones deberán asegurar el derecho que toda víctima tiene a una atención prioritaria, integral, gratuita, accesible y de calidad, y tendrán que considerar a estas personas como un colectivo de atención preferente. Por ello, señala que las administraciones públicas tendrán que garantizar ayudas de pago único para víctimas que acrediten insuficiencia de recursos económicos y especiales dificultades para obtener empleo, que cubrirían los impagos de las indemnizaciones que establecen los juzgados en sentencias que no se cumplen.
Asimismo, establece que la administración establecerá la prevención de conductas violentas en todos los niveles educativos y se incluye expresamente una mención a los abusos sexuales a menores.
El texto refuerza también la lucha contra la brecha salarial, de tal forma que el sector público deberá garantizar la transparencia en el ámbito retributivo y realizar las auditorias salariales correspondientes. En el sector privado, será un requisito para las empresas y organizaciones que contraten o reciban subvenciones públicas cumplir con el principio de transparencia e igualdad retributiva entre mujeres y hombres.
También las administraciones deberán incorporar la perspectiva de género en la contratación pública e incluirán cláusulas para la igualdad entre los criterios de adjudicación.
Reivindicación de un sistema público de cuidados, gratuito y universal
Euskal Herriko Mugimendu Feminista ha convocado numerosas movilizaciones para esta tarde tanto en las capitales como en diversos municipios bajo el lema «Fuego al sistema que nos oprime, el movimiento feminista es nuestra llama».
Representantes de este movimiento destacan que «no hay que quedarse en este día» y que es preciso «ponerse en marcha» y «engrasar la maquinaria. Organicémonos para cambiar todo y seguir llenando las calles hasta que todas seamos libres».
Tras dos años de pandemia, Euskal Herriko Mugimendu Feminista se muestra partidaria de «poner las vidas en el centro», pero para ello ve imprescindible «transformar completamente las estructuras de poder y de relaciones». En este sentido, señala que en estos dos años de pandemia ha quedado en evidencia que los trabajos del hogar y de cuidados «son imprescindibles para el sostenimiento de la vida». No obstante, denuncia que el modelo actual «se sustenta en la sobreexplotación de las mujeres y, en especial, de las mujeres migrantes». Por ello, exige un sistema integral público de cuidados gratuito y universal.
Algo en lo que Bilgune Feminista incide también en este 8-M, al considerar que dichos trabajos de cuidados no son reconocidos cuando se realizan en el ámbito familiar, mientras que cuando salen de ese ámbito, «se encuentran totalmente mercantilizados, en condiciones de total precariedad».
Es por ello que Euskal Herriko Bilgune Feminista reividica un cambio de modelo, lo que implica «una transfromación de la actual organización social. Poniendo a la comunidad en el centro, los cuidados constituyen el soporte fundamental para la soberanía: son la palanca de la transformación social».