INFO

EH Bildu hace un llamamiento internacional para involucrarse en la paz de Ucrania

EH Bildu ha reclamado a las administraciones públicas que actúen sobre el mercado energético a través de «la intervención en el precio de la energía y la limitación de los dividendos de las compañías».

Mertxe Aizpurua y Pernando Barrena han presentado el manifiesto en Gernika. (Oskar Matxin Edesa | FOKU)

EH Bildu ante el mural del ‘Guernica’ en Gernika ha hecho un llamamiento «a la responsabilidad de todas las partes» en la guerra entre Rusia y Ucrania para buscar una solución al conflicto.

En un manifiesto presentado por el eurodiputado de esta coalición, Pernando Barrena, y la portavoz en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua, EH Bildu, la coalición ha recordado que hoy se cumplen 36 años desde que Euskal Herria votase ‘No’ a la OTAN. La coalición soberanis ha expresado su «firme y claro rechazo» a la intervención militar rusa e insta a su «cese inmediato», a la vez que aboga por una «desescalada» militar «como una condición básica para buscar soluciones políticas».

«El envío de armas ofensivas no es una medida en esa dirección -se indica en el manifiesto- porque alimenta consecuencias más trágicas y puede incrementar también el peligro real de un conflicto a gran escalada».

Piden, asimismo, que la Unión Europea y la comunidad internacional se «involucren» en unas negociaciones que consoliden una escenario de paz y seguridad, y critican la «orfandad de acompañamiento diplomático» con la que se desarrollan las conversaciones entre los gobiernos ruso y ucraniano.

Del mismo modo, ha critica que «se hable de economía de guerra y de sacrificios inevitables» mientras las grandes compañías eléctricas «aumentan sus beneficios».

Asimismo, ha reclamado que no se utilice la guerra en Ucrania «como pretexto» para «el enriquecimiento ilícito de unos pocos a costa del empobrecimiento de la mayoría».

Dichas empresas «se valen de las consecuencias de la guerra y provocan el empobrecimiento masivo de la población».

Por ello demandan a las administraciones públicas que actúen sobre el mercado energético a través de «la intervención en el precio de la energía y la limitación de los dividendos de las compañías».

También reclaman a las instituciones que, dado el contexto actual, «repiensen» sus prioridades de actuaciones y de asignación de recursos.