El preso corso Yvan Colonna muere tres semanas después de ser agredido en prisión
El preso corso Yvan Colonna ha fallecido en el hospital tres semanas después de ser agredido por otro recluso en la prisión de Arles, según ha confirmado su familia a través de su abogado.
Yvan Colona ha fallecido en el hospital, tres semanas después de ser brutalmente agredido en la cárcel de Arles por otro preso, según ha confirmado la familia a través de su abogado Patrice Spinosi.
«La familia de Yvan Colonna confirma su muerte esta tarde en el hospital de Marsella. Solicita que se respete su duelo y no hará ningún comentario», ha declarado el letrado a la agencia AFP.
El independentista corso, de 61 años, fue agredido el pasado 2 de marzo por otro recluso, Franck Elong Abé, presentado como un «yihadista», cuando Colonna hacía deporte en una sala de la cárcel. El agresor llegó acompañado de un funcionario hasta la puerta de ese recinto, adonde entró teóricamente para cumplir tareas de mantenimiento. Ya cerrada la puerta, estranguló e intentó asfixiar a Colonna, cuando este hacía musculación.
Desde entonces, el corso se debatía entre la vida y la muerte en el hospital. La Fiscalía Antiterrorista asumió la investigación por «tentativa de asesinato».
La agresión desencadenó una oleada de protestas y movilizaciones en Corsica por parte de los movimientos nacionalistas e independentistas, entre otras una multitudinaria manifestación en Corti. Por su parte, las autoridades corsas denunciaron una dejación de las responsabilidades del Estado francés al no proteger a Colonna lo suficiente de los otros presos en la cárcel de Arles.
Poco después, la Justicia francesa acordó el pasado jueves aceptar la petición de la defensa de Yvan Colonna y suspendió su condena.
En medio de las protestas, el ministro francés de Interior, Gérald Darmanin, se desplazó la semana pasada a Corsica y trató de calmar los ánimos ofreciendo «acelerar» el diálogo con el objetivo de alcanzar un acuerdo para finales de este mismo año «sobre lo que queremos para la evolución institucional de la isla».
Colonna fue condenado a cadena perpetua acusado de la muerte del prefecto Claude Érignac en 1998, atentado en el que nunca reconoció haber participado. Estaba encarcelado desde 2003 y en la última década solicitó en repetidas ocasiones que se le trasladara a la prisión de Borgo, en su Corsica natal.