Exigen medidas contra el «sinhogarismo», un problema creciente que se sigue cobrando vidas
BesteBi se ha concentrado este jueves en Barakaldo para denunciar la muerte de un persona sin hogar el pasado 26 de marzo. Ha reclamado medidas para acabar con el «sinhogarismo», un problema que afecta a 2.797 personas, según el último recuento elaborado por Lakua en 2020.
La plataforma BesteBi ha advertido de que «el sinhogarismo va creciendo año a año». Para poder freno a esta situación, ha reclamado el desarrollo efectivo de la cartera de servicios sociales y «la reelaboración de una estrategia global» por parte de las instituciones.
La plataforma, que agrupa a una veintena de asociaciones y entidades que trabajan contra la exclusión residencial y a favor de las personas sin hogar, ha celebrado este jueves en Barakaldo un acto en recuerdo del hombre de 63 años que apareció muerto el pasado 26 de marzo en el barrio de San Vicente.
«La sociedad vasca del siglo XXI no ha superado aún una de las mayores y más duras situaciones de exclusión social: no tener un hogar donde vivir», han advertido los integrantes de BesteBi en un comunicado al que han dado lectura durante elacto.
Según han denunciado, la exclusión social se mantiene «como un fenómeno estructural y creciente». Y han alertado de que, «según un estudio del propio Gobierno Vasco presentado recientemente, desde 2012, el número de personas en situación de exclusión residencial ha ido creciendo paulatinamente, tanto en centros como en calle», y ha pasado de 1.704 en 2012 a las 2.797 de 2020.
Desarrollo de la cartera de servicios sociales
Por ello, han solicitado a las administraciones públicas el desarrollo «efectivo» de la cartera de servicios sociales y «la reelaboración de una estrategia global para erradicar el sinhogarismo».
A su entender, es preciso poner en marcha esa estrategia «con objetivos e indicadores claros, con presupuesto adecuado y con unos planes de actuación pensados a nivel local».
También han emplazado a la sociedad a que «amplíen su mirada» hacia las personas sin hogar y «no las conviertan en invisibles». «Que les reconozcan como personas, como conciudadanos y conciudadanas, con sus derechos y su dignidad», han apelado.