Aragonès reclama a Sánchez una reunión «cara a cara» para hablar del espionaje
Independentistas catalanes que han sido espiados a través de Pegasus se han concentrado esta mañana ante la visita de Pedro Sánchez a Barcelona con carteles que denunciaban en inglés «democracia bajo vigilancia» y «España nos está espiando». Aragonès le ha reclamado un encuentro «cara a cara».
Los independentistas catalanes afectados por el escándalo de espionaje a través de Pegasus se han concentrado esta mañana en Barcelona, con motivo de la llegada del presidente español, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a las jornadas del Cercle d'Economia.
Sujetando carteles que denunciaban en inglés «democracia bajo vigilancia» y «España nos está espiando», han denunciado esta intromisión. Medios catalanes apuntan hoy mismo que la directora del CNI no admitió espionaje a 18 personas, sino a 29, aunque eludió detallar once de los nombres.
Òmnium ha recordado que «25 días después, todavía no hemos recibido ninguna explicación convincente del Gobierno español», por lo que han optado por «plantarse» frente a Sánchez.
«La comparecencia de la directora del CNI es vaga, opaca, llena de indefiniciones y no se ajusta a los estándares de claridad y protección de los derechos que exigen los tratados internacionales», ha señalado el presidente de Òmnium, Xavier Antich. «Estamos ante una operación de Estado que vulnera derechos fundamentales y que está fuera del Derecho internacional», ha insistido. Por ello, entiende que «Sánchez no puede seguir escondiéndose detrás de comisiones cosméticas».
En la misma línea, el diputado de la CUP Carles Riera ha pedido que «si es cierto que he sido espiado con autorización judicial, exijo que toda esta información sea desclasificada, para poder defenderme». Por otro lado, ha afirmado que «lo importante no es lo que hagan ellos» porque «no tenemos ninguna esperanza ni confianza en las autoridades españolas». Así, ha reclamado «recuperar la iniciativa».
Pequeño encuentro entre Aragonès y Sánchez
En estas jornadas el mandatario español ha coincidido con su homólogo catalán, Pere Aragonès, que esta mañana ha exigido que se desclasifique la autorización judicial del Tribunal Supremo que permitió que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le espiara cuando era vicepresident. «Es imprescindible que se desclasifique la autorización judicial. Habrá suposiciones, veremos intentos de justificarlo e intoxicaciones de todo tipo. Pero para ejercer mi derecho de defensa, exijo que se desclasifique la autorización judicial y saber los motivos que les llevan a autorizar un espionaje a un adversario político», ha reclamado en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Sobre que el Gobierno de Pedro Sánchez asegure que desconocía este espionaje, Aragonès ha argumentado que por ello pide transparencia y ha preguntado si esto significa «que nadie controla a los servicios secretos y que el CNI va a su aire, y si esto es así alguien debería tomar decisiones».
«Se supiera o no es totalmente grave y hay que asumir responsabilidades. Si no sabían que entonces se me espiaba, ¿hoy pueden saber si se me está espiando y a otra gente por causas políticas? La sensación es que el CNI actúa sin control», ha sostenido.
Por ello, Aragonès ha trasladado a Sánchez la necesidad de verse «cara a cara» para hablar del espionaje a través del sistema Pegasus, según fuentes de la Generalitat, en una breve conversación a su llegada a las jornadas.
Sánchez ha llegado junto a la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay, a las puertas del Hotel W Barcelona sobre las 11.36, donde se ha colocado al lado de Aragonès y han mantenido una conversación de unos cuatro minutos antes de recibir a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
Más tarde, ante un auditorio repleto de empresarios catalanes y en presencia de Von der Leyen, Sánchez se ha dirigido directamente al president. «Quisiera comenzar con una declaración de intenciones. Querría manifestar, querido president, mi profundo respeto por Catalunya. Mi respeto y consideración hacia su sociedad y hacia sus instituciones, y mi firme voluntad de seguir avanzando en el diálogo, la negociación y el acuerdo».
«No hay propósito más noble, meta que merezca más la pena para cualquier responsable político, crea en lo que crea y represente las ideologías que represente, que construir convivencia para que nuestros ciudadanos, en un momento tan especial y complejo como el que están viviendo, vivan en sociedades sin rupturas», ha añadido.
Mesa de diálogo
Por otro lado, aunque cree que muchos querrían «dar por muerta» la mesa de diálogo entre ambos ejecutivos, ha dejado claro que no les hará «este regalo» y se ha reafirmado en su compromiso con la negociación para buscar una salida al conflicto catalán, pero ha añadido que se deben restaurar las condiciones para que pueda avanzar.
«No abandonaremos nunca la mesa, pero hay que restaurar las mínimas condiciones de confianza y credibilidad en este proceso de negociación», ha explicado.
Puigdemont y Mauri: «A la mierda»
El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y el exvicepresidente de Òmnium Cultural Marcel Mauri han enviado este viernes «a la mierda» a los que permitieron que les espiaran y también a los que lo justifican.
«En mi móvil se pueden encontrar conversaciones de amor con mi marido; stickers subidos de tono con los amigos; el 'buenos días' que los padres nos envían en el grupo familiar, y también ideas para hacer de Catalunya un país libre. Los que espiáis, los que lo avaláis o lo permitís, iros a la mierda», ha dicho Mauri primero en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Poco después, Puigdemont ha asegurado que se sumaba a ello con el hashtag respectivo: «No nos podemos sentar nunca más en ninguna mesa con esta gente hasta que tengamos que decidir los términos de la separación. Iros a la mierda todos los que habéis violado nuestras vidas y la de nuestras familias. Miserables los que lo hacéis y los que lo justificáis».