El Bellas Artes donostiarra acogerá un hotel de lujo de la cadena estadounidense Hilton
Finalmente la empresa Sade se sale con la suya. El edificio del Bellas Artes acogerá un hotel de lujo, después de que haya llegado a un acuerdo con la prestigiosa cadena Hilton. El nuevo establecimiento contará con 82 habitaciones.
El edificio Bellas Artes de Donostia, objeto de un largo litigio urbanístico entre la empresa propietaria (Sade) y el Ayuntamiento, acogerá a partir de 2024 un establecimiento de la colección Curio, perteneciente a la prestigiosa cadena hotelera Hilton.
Según informa este martes Sade en una nota, ambas empresas han cerrado un acuerdo en torno a un modelo de franquicia que permite a la propiedad asumir la gestión del hotel y mantener su propósito de marca, así como «ofrecer experiencias de disfrute desde su vínculo centenario con la escena cultural donostiarra».
Hilton es una importante cadena hotelera fundada en 1919 en Estados Unidos. Su nombre es sinónimo de lujo, y actualmente cuenta con cerca de 600 establecimientos en todo el mundo. La colección Curio contiene «hoteles exclusivos, cada uno cuidadosamente seleccionado por su carácter distintivo inimitable, cada uno gratificante para las personas curiosas», explican en su página web. El nuevo hotel, uno más entre las decenas abiertas en los últimos tiempos, contará con 82 habitaciones, bar y restaurante, además de otros servicios y espacios.
El director general del Grupo Sade, Esteban Basterretxea, ha mostrado su satisfacción por este acuerdo que permitirá «devolver a la actividad al Bellas Artes, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad». Durante muchos años ha estado en situación de abandono, ya que al ser un edificio protegido la empresa no obtenía los permisos necesarios para llevar a cabo sus planes hosteleros y optó por desatenderlo hasta que quedó al borde de la ruina.
Reacciones
Preguntado al respecto en la rueda de prensa para dar cuenta de los temas aprobados en la Junta de Gobierno local, el alcalde Eneko Goia se ha lavado las manos al recordar que el Bellas Artes es un edificio «de propiedad privada» y con «calificación de usos terciarios, en la que entran cosas distintas, entre ellas, evidentemente, un hotel. Si va a ser un Hilton o no eso ya no es cuestión que afecte al Ayuntamiento».
Goia ha indicado que el Grupo Sade «tiene solicitada licencia de obra en base a un proyecto arquitectónico en el que se contempla la protección del edificio y el mantenimiento de todo su exterior. El proyecto lo respeta y es lo que se está ejecutando».
El principal grupo de la oposición, EH Bildu, ha sentenciado que la conversión del Bellas Artes en un hotel de lujo «retrata a la perfección la Alcaldía de Eneko Goia», ya que este nuevo establecimiento se sumará «a los más de 45 nuevos hoteles que se han abierto» en los años que lleva el representante del PNV al frente de la ciudad.
«Este nuevo anuncio llega después de que el Gobierno municipal de Eneko Goia afirmara que la ciudad había llegado a un punto de saturación de alojamientos turísticos y que no iba a permitir más hoteles», ha remarcado la coalición, recordando que «no es el primer hotel que permite después de hacer ese anuncio en noviembre de 2021, ya que también ha dado el permiso para Garibai 23 y pronto llegarán otros como Mariaren Bihotza o el Colegio Inmaculada».
Para EH Bildu, que este inmueble acabe siendo «un hotel de lujo, privativo para una élite, sin ningún uso público, no deja de ser también un ejemplo paradójico de la dirección que ha tomado la ciudad. Se ha impulsado un modelo de turistificación sin límite que está íntimamente ligado al continuo encarecimiento de los precios de compraventa y alquiler de viviendas, y a la consiguiente expulsión de cada vez más donostiarras a la periferia».
Desde la coalición Elkarrekin Donostia, la edil de Ezker Anitza Haizea Garay ha denunciado que la proliferación de nuevos hoteles demuestra «una política servil de Goia al negocio del turismo, un urbanismo a la carta ignorando la protección del edificio y dando la espalda a las verdaderas necesidades de la población donostiarra».
A su juicio, la apuesta por poner todos los huevos en la cesta del turismo genera «una presión sobre el parque de vivienda incrementando su precio de forma desorbitada» y «un empleo precario y temporal».
«Es una pena que un edificio como éste acabe siendo un hotel y es sorprendente que ocurra en la moratoria hotelera durante la cual ya se ha permitido el inicio de la construcción de dos hoteles de lujo y un hostal para jóvenes que con 221 camas tiene en jaque todo el barrio de Pakea», ha lamentado el portavoz municipal del PP, Borja Corominas.
Ha defendido que «había usos alternativos» para el Bellas Artes, pero en el Ayuntamiento «no querían dedicarlo a la actividad cultural porque supondría mucho gasto para las arcas municipales. No piensan lo mismo del edificio de la subdelegación del Gobierno en Pío XII, que quieren dedicarlo a casa de cultura».