INFO
Interview
Josu Arteta y Gorka Cubes
Miembros de la Comisión de Reforma de los estatutos

«Los avales se han rebajado y son una garantía para el Athletic ante posibles negligencias»

El palacio Euskalduna acoge este lunes por la tarde una nueva Asamblea de compromisarios del Athletic en la que se abordará la reforma de estatutos. La aprobación o no de la propuesta determinará si la próxima directiva deberá presentar avales para acceder a Ibaigane.

Josu Arteta y Gorka Cubes. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Tras los intentos fallidos en los anteriores mandatos, el Athletic afronta por tercera vez una Asamblea para modificar los estatutos. Gorka Cubes y Josu Arteta han formado parte de la comisión que se ha encargado de elaborarlos junto al presidente Aitor Elizegi, la expresidenta Ana Urkijo y juez decano de Bilbo, Aner Uriarte. Cubes y Arteta fueron elegidos por la Asamblea como socios compromisarios. Se presentaron voluntariamente de manera «desinteresada» por «amor» al club y señalan que ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida. Entendían que er necesario «modernizar» unos estatutos aprobados en la década de los 90. Han metido miles de horas de trabajo y confían en que salgan adelante porque sirven para que el Athletic sea «más abierto y participativo», además de otorgar nuevos derechos a los socios.

Renovar los estatutos es complicado ya que hace falta el respaldo de dos tercios de la Asamblea de compromisarios. Sin embargo, apenas se han escuchado voces discordantes y la mayoría de los expresidentes se han mostrado favorables de la aprobación. ¿Qué previsión tienen?

Josu Arteta: No diría que es una intuición, tengo la absoluta certeza de que vamos a sacarlos adelante. Creo que son unos estatutos necesarios y considero que es el momento oportuno y adecuado. Han salido cinco expresidentes alabando el trabajo de la comisión. Otra expresidenta como Ana Urkijo ha formado parte de la comisión y hay un séptimo como Aitor Elizegi que es parte integrante también. Por lo tanto, hay siete presidentes que creen que es necesario. Si bien es cierto que en dos ocasiones anteriores no han salido adelante las reformas planteadas, esta vez es distinto. En las otras había un presidente que podía ponerse la medallita de decir que había aprobado los estatutos en su mandato, pero en esta ocasión no va a haber un presidente que pueda decir eso porque ahora mismo hay una comisión gestora al frente del club. Además, Elizegi no se va a presentar a la reelección por lo que son situaciones que ayudan a que se pueda dar un sí.

¿No creen que las elecciones y el final de Liga pueden influir?, ¿no se podía haber aplazado la Asamblea al inicio del próximo curso?

Gorka Cubes: Desde el principio teníamos muy claro que tenía que ser un proceso muy participativo. Había que escuchar, abrir las ideas a los socios y debatir. Se abre un proceso de esas características y, entre comillas, el tiempo no lo marcas tú. No sabes cuánta gente va a presentar alegaciones ni que profundidad van a tener los temas que se proponen. En estos dos años y medio ha habido una pandemia de por medio que también ha ralentizado el trabajo. Nos hemos plantado en esta fecha, que para ninguno era la ideal en un principio, y tampoco queríamos que se solapara con el proceso electoral. Pero lo que nos ha llevado al 23 de mayo ha sido esa escucha constante que hemos pretendido hacer a los socios. Si el termómetro fuese las alegaciones recibidas, las contestaciones y las modificaciones hechas, es decir, ese proceso participativo, me atrevo a decir que vamos a sacar una amplia mayoría. Hemos hecho 146 cambios desde los primeros borradores que presentamos. Hemos tratado de incorporar a todo el mundo que se nos ha acercado y el espíritu de lo que se planteaba. Confío en que salga adelante porque ya toca. Es un momento clave. Asimismo, tenemos que trasladar que si estos estatutos se aprueban, el método de modificación de los próximos va a ser mucho más ágil, participativo y sencillo de llevar a cabo.

El punto que más discusión puede presentar quizá sea la obligatoriedad de que la próxima directiva tenga que presentar avales -serían unos 7 millones si se repara en el último presupuesto aprobado-. ¿Por qué se plantea este requisito cuando no es necesario para acceder a otros cargos institucionales?

J.A.: Partimos de la base de que la actual Junta tenía la obligación de presentar un aval del 15% del presupuesto. Hubo una modificación de la Ley del Deporte el 31 de diciembre y el aval pasaba a ser cero. Asimismo, se indicaba que cada uno de los clubs se tiene que autoregular sobre la cantidad y si es necesario. Nosotros así lo hemos considerado. Poner un aval es una garantía para el club. No estamos buscando beneficiar a ninguna Junta, sino que haya una garantía a las posibles responsabilidades que se pueden dar. Si a eso le añadimos que el aval ha pasado del 15% al 5%, se está facilitando poder ser miembro de una directiva. Además, antes era una responsabilidad objetiva, que significaba que te responsabilizabas con tu patrimonio con respecto a cualquier situación en la que el patrimonio del club quedara disminuido, con independencia de haber actuado de una forma correcta o no, siempre y cuando la Asamblea de compromisarios decidiese ejecutar el aval. Ahora, ha pasado a ser una responsabilidad subjetiva por ley. Eso quiere decir que para que se te pueda ejecutar ese aval hace falta que tu actuación haya sido culposa, negligente o dolosa. Además, la Asamblea de compromisarios tendría que dar el primer paso, pero se debería de acudir a la vía judicial para que eso se ejecute. La particularidad que hacemos es que ahora hay unas elecciones. El candidato que resulte elegido tiene que poner un preaval y será sustituido por el 5% del presupuesto que apruebe. Consideramos que una Junta Directiva tiene que responsabilizarse del presupuesto que ha hecho. Creemos que tiene que haber una garantía hacia el club de posibles negligencias o actuaciones culposas o dolosas.

G.C.: En la cuestión del aval también estamos regulando de que manera la Junta Directiva puede acceder al patrimonio. Es un elemento muy importante. Lo hemos rebajado y flexibilizado al máximo, pero creemos que un mínimo debería haber.

La labor del compromisario ha sido criticada en muchas ocasiones y se han escuchado voces con el lema de «un socio, un voto». Pero se ha optado por mantener esta figura y se han introducido novedades como la posibilidad de ser elegidos cada temporada para un periodo de cinco años o perder la condición si no se asiste a dos asambleas.

G.C.: Creemos que la fórmula de la Asamblea de compromisarios es una forma de democracia representativa del club como la que tenemos en las administraciones. Empoderas y habilitas a unas determinadas personas y, al mismo tiempo, se ha reforzado el aspecto deliberativo, el de presentar propuestas y las capacidades de la Asamblea. Entendemos que tiene que haber un organismo ágil y flexible con facilidad de acceso para los socios. Es un órgano que queremos poner en valor porque una Asamblea puramente universal, de «un socio, un voto», sería imposible que 40.000 personas pueden hacer propuestas. Creemos que iba a ir en contra de lo que pretendía defender ya que supondría el fin de la participación. Se limitaría a votar en una plataforma y no abría posibilidad de propuestas, debate y deliberación.

Hemos intentado reflejar el espíritu de ese lema de «un socio, un voto» habilitando la Asamblea plenaria. Siempre y cuando una minoría de socios, solo el 10%, lo pidiera se podría convertir.

Otra de las modificaciones es que también se ha clarificado el reglamento cuando las cuentas o los presupuestos son rechazados por la Asamblea.

J.A.: Hasta ahora no estaba recogido en los estatutos porque había un vacío. Con los nuevos estatutos, si las cuentas son rechazadas por segunda vez y se presentan con una auditoría. En ese momento, la Junta Directiva tiene dos posibilidades, presenta la dimisión o solicitan una moción de confianza que tiene que ir a la Asamblea plenaria. Todos los socios tendrían que decidir si se aprueban.

Con los presupuestos también hemos creado la figura de la prórroga si no se aprueban, pero siempre manteniendo unas directrices que vienen marcadas por la Liga.

Por último, en el anteproyecto se especificaba más el ámbito territorial de la filosofía del Athletic, pero en el proyecto de estatutos se habla de mantenerse fiel. ¿Se ha cambiado por si pudiera haber alguna posible demanda en los tribunales europeos?

J.A.: No, no ha sido por esa razón. Y es que cada uno de los socios tiene una idea propia. Quizá fuimos demasiado osados en el anteproyecto y pensamos que acogíamos el sentir generalizado. Sin embargo, nos dimos cuenta de que en muchas de las enmiendas no estaban a gusto y hemos ido acomodando las peticiones que nos hacían los propios socios. No tiene nada que ver con que legislativamente pueda considerarse que sea un trato discriminatorio.

G.C.: Hemos hecho una redacción más ligera, pero hay que poner en valor que está recogido y estamos diciendo que este club va a tener que ser fiel a su tradicional filosofía deportiva. Es un paso muy importante que se diga eso en los estatutos y que aparezca recogido en la función social del club.