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Saeed Roustayi y ‘La ley de Teherán’, los nuevos códigos del cine iraní

El inminente estreno del atípico thriller iraní dirigido por Saeed Roustayi ‘La ley de Teherán’ (2019)  pone de manifiesto la pujanza de una nueva generación de jóvenes directores que han apostado por un formato en el que se combina la denuncia y el cine comercial.


Salvo Jafar Panahi, todos los grandes directores iraníes que cosecharon un gran prestigio en la ruta de los festivales internacionales han prolongado su ruta creativa fuera de Irán.

Mohsen Makhmalbaf optó por emigrar y, cuando tomó aquella determinación, supuso una ruptura decisiva con la República Islámica, que lo sumó a su lista negra.

Por su parte, Abbas Kiarostami y Asghar Farhadi fueron atraídos al extranjero por el sencillo placer de hacer películas sin la supervisión constante de la burocracia estatal.

En el mercado interior de Irán ha emergido con gran fuerza otro modelo fílmico en el que una nueva hornada de directores han logrado abrir nuevas vías gracias a un modelo fílmico que ha sido denominado ‘cine social comercial’.

Paralelamente, los cineastas underground han ganado muchas batallas locales a un régimen que mantiene su capacidad de destruir a los artistas que se nieguen a obedecer las ordenanzas gubernamentales.

Según apuntan Zep Kalb y Masoumeh Hashem en su excelente estudio ‘Los Universal Studio de Teherán’, «la censura sobre la cultura popular se ha aflojado, una situación que han aprovechado los cineastas comerciales. Películas cuyo estreno comercial habría sido inimaginable hace una década obtienen hoy el permiso del gobierno».

Ejemplo de ello han sido ‘Like You Miss Yaya’ (2018) –una comedia sobre dos cuñados que comparten vacaciones en Tailandia– y ‘Paradise’ (2016), la historia de un mulá que acompaña a sus estudiantes a Europa, donde tratan de cubrir el abismo entre Occidente y Oriente.

¿Un nuevo cine domesticado o inteligente en su denuncia?

Uno de los principales defensores de una industria cinematográfica local más potente es Majid Majidi, un director que adquirió fama internacional con su ‘Children of Heaven’ (1997), un retrato sensiblero de dos niños chabolistas.

Majidi ha defendido con frecuencia que el país siga el modelo de Hollywood, afirmando que «sin mejorar las infraestructuras de la industria cinematográfica, sin un aumento significativo del número y la calidad de salas de cine y sin un material técnico adecuado», Irán no puede aspirar a fundar un «cine que tenga éxito local».

El director más popular entre los que actualmente emplean la financiación política para hacer un cine comercial en clave de realismo social es Saeed Roustayi.

Su carrera arrancó con fuerza a los 26 años, con el estreno de su primera película, ‘Life and a Day’ (2015), un drama multipremiado acerca de la adicción a las drogas en una familia de clase obrera, cuyo hijo mediano es un traficante.

Prácticamente con el mismo reparto de su primera película, y reformulando el tema de la adicción desde la perspectiva de la ley, Roustayi filmó ‘Just 6.5’ (2019), un thriller que se estrenará en breve en nuestras pantallas bajo el título de ‘La ley de Teherán’.

Las primeras escenas de esta película, que arrasó en taquilla, levantaron una gran polémica en Irán. En ellas se muestran a la policía en plena redada entre los sin techo y las casas en ruinas que han hecho suyas los adictos, desnudándolos en un enorme campamento de detención y encerrándolos para rehabilitarlos a la fuerza.

En Irán, la sentencia por posesión de drogas es la misma tanto si llevas 30 gramos como 50 kilos: la pena de muerte. En estas condiciones, los narcotraficantes no tienen reparos en jugar a lo grande y la venta de crack se ha disparado. El número de adictos ha pasado de uno a seis millones y medio.

Esta es la esencia de ‘La ley de Teherán’, un thriller que recrea la cacería emprendida por un policía expeditivo obsesionado con capturar a un escurridizo narcotraficante.

‘La ley de Teherán’ fue seleccionada en el Festival de Venecia en 2019, posteriormente se estrenó en Irán y logró un éxito de taquilla sin precedentes en la historia del cine del país.

Con la irrupción de la pandemia en 2020, el estreno en Occidente de la película se detuvo, al igual que ocurrió con el resto de películas. Su leyenda creció como un reguero de pólvora prendido en internet, en los comentarios que circulaban en torno a un atípico thriller iraní que no tenía nada que envidiar a uno de Hollywood. Incluso el veterano William Friedkin, autor del clásico ‘French Connection’, llegó a decir que se trataba del mejor thriller que había visto en años.

Finalmente, la película ha seguido su camino en festivales ,como el pasado año en Reims, el más destacado dentro del género negro, donde se hizo con el premio a Mejor Película y Premio de la Crítica.

En 2022, este recorrido culmina con la nominación de los premios César a Mejor Película Internacional y con la presencia de su director, Saeed Roustayi, en el Festival de Cannes, donde su nuevo filme, ‘Leila's Brothers’, se alzó con el Premio de la Crítica.