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Urkullu ratifica en el Parlamento que pedir una directiva de claridad a la UE es pasado

El lehendakari ha ratificado en el Parlamento que reivindicar una directiva de claridad a la UE es ya parte del pasado porque fue rechazada. «Esta es la realidad» le ha respondido a Maddalen Iriarte, que le ha tendido la mano de EH Bildu para un acuerdo que garantice soberanía material y política.

Los estados vetaron una ley de claridad en la COFoE y Urkullu ha afirmado que «esta es la realidad». (Raúl BOGAJO | FOKU)

El lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha ratificado ante el Parlamento de Gasteiz en que su posición oficial y su opinión «está clara, redactada y remitida a la Unión Europea, en el documento ‘Euskadi, ante la Conferencia sobre el Futuro de Europa’» que presentó el 24 de mayo en Donostia y este lunes ratificó en Corsica. Ha subrayado que en el marco de la Unión Europea debe garantizarse que «se respeten los acuerdos alcanzados entre los Estados miembros y las instituciones parlamentarias de sus comunidades políticas».

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha considerado que esta posición concede «capacidad de veto» a Madrid, porque debe haber un acuerdo con el Estado, frente a lo que el propio lehendakari defendió en un documento similar en 2018, cuando proponía que la UE adoptara una directiva de claridad para que las «comunidades políticas que hayan expresado mediante decisión clara y expresa de sus instituciones parlamentarias de autogobierno su voluntad de decidir sobre su estatus de soberanía» tengan una vía para «consultar a la ciudadanía sobre su futuro».

Urkullu: «No hay contradicción»

Según el lehendakari, sin embargo, no hay contradicción entre lo defendido en 2018 y lo presentado en 2022. Ha apuntado que la directiva de claridad es un mecanismo «pero que no es el único». Ha insistido en que los mecanismos pueden ser diversos y que no se trata de cerrar puertas y limitarse a una sola opción. «Respecto a la gobernanza democrática, el objetivo es abrir puertas y posibilidades de entendimiento y soluciones consensuadas», ha afirmado.

Ha asegurado Urkullu que la nueva propuesta «no reduce oportunidades sino que las abre». Ha recordado que PNV y EH Bildu han lamentado que la COFoE no incluyera esta directiva en sus conclusiones, pero Iñigo Urkullu ha señalado que «esta es la realidad, señora Iriarte. Formamos parte de la Unión Europea».

El lehendakari ha cerrado su intervención afirmando que «no llega más lejos quien grita más, sino quien alcanza más acuerdos. Los avances son la consecuencia de labrar paciente e insistentemente espacios de gobernanza, acuerdo y cooperación. Y esta es nuestra vía: firmeza en los principios, claridad en los objetivos y flexibilidad en los caminos. Avanzamos paso a paso con paciencia y con determinación».

Iriarte: «Acuerdo de soberanía sin vetos»

La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha recordado que la propuesta de una directiva de claridad fue la más votada, pero no se aprobó por el veto de los estados y en concreto de PSOE y PP. Cabe señalar que eso se produjo porque la decisión final correspondía al Comité Ejecutivo de la COFoE, compuesto por mandatarios del Consejo Europeo y el Parlamento. En todo caso, ha subrayado que se sigue trabajando a través del Caucus Self Determination.

Precisamente, lo que Maddalen Iriarte ha criticado es que el cambio de posición del lehendakari permite la capacidad de veto del Estado sobre los acuerdos que puedan alcanzar las comunidades políticas. Por eso, como hizo el diputado corso Paul-Félix Benedetti (Core in Fronte), le ha preguntado también a Urkullu para qué mira a Madrid si tiene una mayoría soberanista en su Parlamento.

Y ha recordado que cuantas más renuncias viene haciendo el lehendakari, «cuanto más obedece, más le piden sus socios de gobierno. «No sé si es palabrería, fuegos artificiales, que cada uno quiere dar de comer a su parroquia…»

Por eso, Maddalen Iriarte ha subrayado que «en este momento político nos corresponde dotarnos de soberanía material, de poder político sin hacer dejación de nuestras responsabilidades», «un suelo acordado que no deje a nadie fuera pero también sin aceptar la capacidad de veto de nadie, por nuestro bien y por nuestro futuro. Nosotras estamos dispuestas», le ha dicho al lehendakari tendiéndole la mano.