Expertos universitarios alertan del impacto negativo del parque de olas en Antondegi
Catedráticos, doctores y licenciados en diversas ramas han suscrito un informe en el que destacan el valor de la loma de Antondegi, en Donostia, como ecosistema a proteger, y alertan del impacto negativo que tendría la construcción de un parque de olas artificiales.
Más de una veintena de catedráticos, doctores y licenciados universitarios de campos como la Zoología, la Biología, la Ecología o la Economía han suscrito un informe en el que subrayan el valor ambiental de la loma de Antondegi, en Donostia, y advierten sobre el impacto negativo que tendría en este ecosistema la implantación del proyecto de olas artificiales de la empresa Wavegarden.
El documento, de 28 páginas y que se puede descargar en versión PDF, ha sido elaborado a petición de los grupos conservacionistas integrados en la plataforma Antondegi Berdea. En el informe se describe el valor ambiental de esta zona, que ocupa unas 100 hectáreas, poniendo el foco en las comunidades de aves y mamíferos que alberga y en su importancia dentro la red de corredores ecológicos a nivel local y comarcal.
Antondegi presenta, apunta el informe, «un complejo paisaje de campiña atlántica, conformado por un mosaico de pastizales, prados de siega, bosquetes, setos y cultivos que, en su conjunto, albergan una rica diversidad de flora y fauna. Durante los últimos 30 años Donostia ha perdido cerca del 40% de la superficie de campiña».
117 especies de aves
Este área es utilizada «como zona de descanso, alimentación o nidificación por un gran número de especies de aves. Se han registrado 117 especies de aves –46 de ellas reproductoras–, de las que 33 están incluidas en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas». En cuanto a mamíferos, destacan la diversidad de carnívoros. «Antondegi tiene un valor importante como corredor verde», remarcan, y además el paraje está localizado sobre el eje del Urumea.
Ante estas virtudes, estos expertos destacan que la instalación de la empresa «contribuye objetivamente al deterioro del paisaje de campiña y genera una pérdida neta de biodiversidad, al reemplazar suelo no urbanizado por suelo urbanizado».
«La ocupación de una superficie de 6,2 hectáreas, la construcción de nuevos accesos (2,8 hectáreas) y la explotación de la instalación afectarían de forma muy grave», subraya el informe.
Además, recuerdan que «la construcción de la piscina y sus instalaciones iría asociada a la adecuación de las vías de comunicación de acceso, un aumento del tráfico rodado en la zona y un incremento de la afluencia de personas».