«Pole position» para los macronistas cara a lograr los tres escaños vascos
Aunque con los datos en la mano no se ha repetido la ola macronista de 2017 y los dos diputados salientes, Florence Lasserre y Vincent Bru, han visto menguar en parte su caudal de votos, ambos electos parten como favoritos para retener el escaño y esperan que Annick Trounday les acompañe.
En el caso de Ipar Euskal Herria, La République en Marche ya absorbió bajo su sigla al centrista MoDem en los comicios legislativos celebrados hace cinco años, lo que permite comparar más fielmente el nivel de desgaste que han deparado estos cinco años a los electos macronistas salientes.
Tanto Florence Lasserre como Vincent Bru partirán en la pole position cara a la segunda vuelta del 19 de junio, aunque con una merma en votos que merece una reseña.
Ambos procedentes del MoDem, la diputada angeluarra sacó el domingo con facilidad la primera plaza en la quinta circunscripción, la que reúne a las dos ciudades principales, Baiona y Angelu, al lograr 16.657 votos y un porcentaje del 33,98%. Parte como favorita cara a la segunda vuelta en la que tendrá en frente a la aspirante de La France Insoumise y abanderada de la Nupes Sandra Pereira Ostanel, quien el domingo reunió 12.323 votos (25,14%).
No obstante, la hija del presidente departamental, Jacques Lasserre, se dejó en el camino 871 votos si se mira el resultado que arrojó la primera vuelta de 2017. Un retroceso bastante menor que el registrado por su compañero de filas Vincent Bru. Por más que en su primera reacción a los resultados el kanboarra se congratulara de haber sido el más votado en 21 de las 25 localidades que se incluyen la sexta circunscripción, la del sur labortano, la pérdida en votos y porcentaje dejaba constancia de un desgaste más acusado.
Si en 2017 Bru logró 20.087 sufragios y un 38,94% -el porcentaje más alto de los tres aspirantes macronistas que también se situaron en cabeza en aquella primera manga de las legislativas- en la noche del domingo su cuenta se cerró con una pérdida de 5.064 sufragios y una caída de en torno a diez puntos porcentuales. Ayer apeló a la movilización electoral en la segunda vuelta, no sin arremeter de paso contra el proyecto «jacobimo y antieuropeísta» que, aseveró, encarna la Nupes, cuyo candidato, el joven hendaiarra Tom Dubois-Robin (10.302 votos y un 19,55%), protagonizará el cara a cara definitivo frente al veterano Bru, que además consideró el programa económico que defiende la alianza de izquierda hexagonal, auténtica revelación de la primera vuelta, como «nocivo tanto para Francia como para nuestro País Vasco».
El tercer sillón
Annick Trounday aseguró el resultado en la cuarta circunscripción, la vasco-bearnesa, y aspira a sumar ese escaño que se le escapó a LREM en 2017. Efectivamente. aunque su candidato, el exmilitar Loïc Corrégé, ganó en primera vuelta, en la liza definitiva fue Jean Lassalle el que renovó el puesto de diputado al que accedió por primera vez en 2002. Su hermano, Julien, al que cedió «las llaves del camión» -por utilizar su propia expresión- no logró clasificarse el domingo para la segunda vuelta, para lo que habría necesitado obtener al menos dos mil votos más. Se quedó en 8.751. La hasta ahora consejera departamental ha cosechado en su estreno en legislativas 11.508 votos (26,65%).
Partirá igualmente en posición favorable cara a la liza definitiva en la que tendrá en frente al socialista Iñaki Echaniz, representante de la Nupes, que con 10.395 votos y un 24,07 fue el candidato de izquierda que más se acercó al ganador de una circunscripción vasca. Se quedó a 1.100 votos de Trounday.
Si se mira exclusivamente a los resultados de la parte vasca de ese distrito mixto, la aspirante macronista llegó también la primera, pero el segundo puesto fue para Lassalle (4.407) y la «primera fuerza de izquierda más votada», según destacaba su postulante en la «cuarta», Egoitz Urrutikoetxea, fue EH Bai, que con casi 4.000 votos y un 18,61% pasó por delante de Echaniz. El aspirante de Nupes pidió una reunión con los abertzales con vistas a la segunda vuelta.
Tercera fuerza
EH Bai no prevé dar consigna de voto a esos 16.048 ciudadanos que le han otorgado su confianza en la primera vuelta. En un contexto marcado por la alta abstención y por el viento de cola que impulsaba a la izquierda hexagonal, EH Bai ganó, pese a todo, 3.600 votos y se afianza como tercera fuerza en Ipar Euskal Herria.
«Euskal Herria Bai es una fuerza con la que inevitablemente hay que contar a la hora de articular una amplia mayoría de unidad popular en favor del cambio social y la transformación ecológica», valoró en un comunicado en el que expresó su preocupación por el avance, más que destacable, de la ultraderecha.
RN llegó como cuarta opción en el norte de Euskal Herria. Obtuvo 13.984 votos y un 11,35%, muy por encima de los 7.465 sufragios y el 6,14% que marcó en 2017. Uno de sus candidatos, Pascal Lesellier, fue tercero, con casi un 14% de los votos, en la quinta circunscripción. A notar que en estos comicios se presentó además Reconquête!. Así las cosas, en el distrito que engloba a Baiona y Angelu la ultraderecha totalizó 9.520 votos, mejorando en más de 6.000 sufragios el resultado que cosechó en 2017 el entonces Frente Nacional.