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Interview
Rosa Lavín
Presidenta de Konfekoop

«En las cooperativas hacemos una redistribución equitativa de la riqueza»

Este 2 de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, en el que no faltarán las alusiones a la resiliencia de este modelo empresarial en tiempos de crisis. Rosa Lavín incide en que estas ideas no se quedan en un discurso autocomplaciente sino que reflejan una realidad basada en datos.

Rosa Lavín, en su despacho de la sede de Konfekoop en Gasteiz. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

El lema del Día Internacional de las Cooperativas, jornada que este 2022 cumple cien años de historia, invita a los cooperativistas de todo el mundo a mostrar cómo este modelo de negocio centrado en las personas y fundado en valores cooperativos y éticos está ayudando a construir un mundo mejor.

Euskal Herria es precisamente uno de los países en los que mayor implantación tiene el modelo cooperativo. Rosa Lavín, directora financiera de la cooperativa vizcaina Grupo SSI, preside desde 2019 la Confederación de Cooperativas de Euskadi, Konfekoop, una de las entidades asociativas intersectoriales más grandes y representativas de la Comunidad Autónoma Vasca, que integra a 1.350 cooperativas que generan 57.152 empleos.

En la celebración del Día Internacional de las Cooperativas del pasado año, ustedes quisieron transmitir el mensaje de que el cooperativismo se afianza como modelo para salir de la crisis. Después de un segundo año lleno de dificultades, en el que se ha desatado incluso un conflicto bélico que está afectando a la economía mundial, ¿siguen manteniendo esa idea?

Sí, por supuesto. No hay más que ver la trayectoria de los tres últimos años, en los que el número de cooperativas asociadas ha ido subiendo año tras año. En lo que a empleos se refiere, sí que es cierto que en 2021 hubo una pequeña bajada respecto a 2020, año en el que las bajas laborales por la Covid incrementaron la contratación de personas de sustitución. Pero respecto a 2019, la tendencia sigue siendo positiva. Por ello decimos que el cooperativismo tiene una característica anticíclica, que le hace crecer en contextos adversos y adaptarse a lo que venga. No cabe duda de que lo de Ucrania está afectando a la cartera de pedidos de empresas muy concretas: empresas grandes, internacionalizadas... pero por suerte pueden disponer de músculo financiero para resistir.

Pero al margen de las empresas directamente afectadas, no se puede negar que toda la actividad económica se está viendo afectada por la crisis que ha generado la invasión de Ucrania...

Efectivamente, existen dificultades añadidas como el alza de los precios de la energía o la falta de materias primas, que afectan a todas las empresas, pero de momento estamos aguantando bien, como te decía, por la característica anticíclica del modelo cooperativo.

«Si tu base societaria son las personas que tienes en tu entorno, se puede decir que el arraigo está ya garantizado, ya que lo que pretendes es dar respuesta a las necesidades de tu entorno más cercano, de ahí que no somos empresas que nos deslocalizamos».

En la asamblea general del pasado mes de mayo, Konfekoop subrayó el «compromiso con el país» como otra de las característica de las cooperativas frente a modelos de menor arraigo. ¿Cuál es la contribución que hacen las cooperativas al tejido económico y social vasco?

Como decimos siempre, el cooperativo es un modelo socio-empresarial, en el que las decisiones se toman de una manera participada, y donde una persona es un voto. Con lo cual, si tu base societaria son las personas que tienes en tu entorno, se puede decir que el arraigo está ya garantizado, ya que lo que pretendes es dar respuesta a las necesidades de tu entorno más cercano, de ahí que no somos empresas que nos deslocalizamos. Y todo esto se puede demostrar con datos, como por ejemplo los que reflejan las tasas de innovación, superiores a las del resto del tejido empresarial, o las tasas de empleo, superiores en las comarcas de mayor implantación cooperativa. Todo ello, unido a que en las cooperativas hacemos una redistribución de la riqueza de manera equitativa, en función de nuestro trabajo y no de nuestro capital, redunda en una mejora económica y social del territorio y de las personas.

Al margen de los sectores tradicionales del cooperativismo, como el industrial o los de servicios, enseñanza, consumo o crédito, en los últimos meses está proliferando la creación de cooperativas energéticas como solución a la grave crisis energética que padecemos.

No cabe duda de que el movimiento cooperativo tiene que transformarse no solo para adaptarse a las nuevas situaciones, sino para extender su modelo al nuevo contexto. Y el sector energético puede ser uno de ellos, sobre todo por los propios principios que supone crear una cooperativa energética, donde se impulsa la participación de las personas consumidoras, no existe lucro económico, se genera energía limpia e incluso puede vertebrar las zonas más despobladas. Se trata, por tanto, de proyectos con sostenibilidad 360: económico-financiera, social y ambiental. Es algo en lo que hay que apostar, sin duda.

Konfekoop lleva tiempo reclamando al Gobierno Vasco una mayor presencia de las cooperativas en los órganos institucionales de decisión en materia de empleo, en concreto, en el Consejo de Administración de Lanbide. Actualmente, ¿no existe esa representación? ¿Qué ventajas aportaría?

Como agrupación empresarial, tenemos presencia y voz en órganos como el CES, Osalan, SPRI, Eustat, Consejo Escolar, Kontsumobide... Pero hay una pata muy importante, que es el empleo, donde no tenemos presencia Y no la tenemos desde el principio, desde que en 2009 se constituyó Lanbide, en cuyo Consejo de Administración solo están la administración, los sindicatos y la patronal Confebask. En todo este tiempo no hemos conseguido que nos dejen participar, mientras en Nafarroa, por ejemplo, las cooperativas sí están presentes en el Servicio Navarro de Empleo. En Lanbide se toman decisiones sobre políticas activas de empleo, formación continua, subvenciones... en las que las cooperativas tenemos mucho que aportar.

Este último año, ¿cómo han evolucionado los números de la Confederación en cuanto a organizaciones asociadas y empleos?

Como te decía antes, el número de cooperativas asociadas se ha incrementado un 7,2%, al pasar de las 1.259 que había en 2020 a las 1.350 de 2021. En cuanto a número de empleos, ha habido un descenso del 2%, ya que ha pasado de 58.356 a 57.152, pero por el pico que se registró en 2020 a causa de la pandemia. Y el dato de personas socias también sigue subiendo, hasta 1.443.605. Cuando decimos personas socias nos referimos a todas aquellas relacionadas de una u otra forma con una cooperativa, como pueden ser padres y madres de ikastolas, socios de Eroski... Es por ello que decimos que el cooperativismo está muy integrado en la vida diaria de las personas, hasta tal punto que cerca del 70% de la población vasca está vinculada al movimiento cooperativo.

¿Qué objetivos se marca Konfekoop para el cierre de este año 2022?

Seguir avanzando en la extensión de nuestro modelo, no solo al sector energético que comentábamos antes, sino también crear cooperativas de plataforma, de cohousing, de fomento y acompañamiento a emprendedores... También nos hemos marcado como objetivo aumentar la relevancia y la influencia de las cooperativas a través de la creación de una mesa de diálogo permanente con la administración. En definitiva, queremos que se nos vea como un interlocutor más en todos los espacios que afecten al empleo y al desarrollo del país. Y junto a ello, cómo no, seguir aumentando la base societaria y el empleo.