Alemania lanza voz de alerta ante una drástica y persistente «escasez» de gas
La Federación de la Industria Alemana (BDI) ha advertido de que la reducción de suministros rusos puede provocar una «escasez persistente y a largo plazo» en las reservas de gas en el país. Gazprom ha anunciado una nueva reducción de los suministros de gas a partir de este miércoles.
Alemania se prepara para una drástica reducción del suministro de gas ruso, una situación de gran impacto para su población y ante la que la industria alemana ha lanzado la voz de alarma, por sus consecuencias sobre la actividad económica de la potencia europea.
No hay avances significativos en la reconstitución de las reservas de gas, pese a que la semana pasada se reanudaron los suministros a través del gasoducto Nord Stream: están en un 66,5%, frente a la media del 65,2% que se mantuvo en los diez días en que quedaron suspendidos los envíos.
La perspectiva del Ministerio alemán de Economía de empezar noviembre al 95% de capacidad para poder afrontar el invierno con cierta seguridad energética se perfilaba ya difícil. El anuncio del gigante ruso Gazprom de una nueva reducción a partir de este miércoles, con el argumento de que sigue sin haberse reemplazado una de sus turbinas, ha reforzado las llamadas a una «solución europea» para que no atasque la primera economía continental.
La industria alemana ha alertado este martes de los efectos sobre la economía del país de una «persistente escasez de gas», algo solo subsanable, a su parecer, si Europa muestra al presidente ruso, Vladímir Putin, una respuesta «solidaria», se argumenta, adoptando así como propio el término de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen.
«Estamos ante una prueba de resistencia para la solidaridad europea», ha afirmado el miembro de la presidencia de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Wolfgang Niedermark, en declaraciones recogidas por la televisión pública ARD.
La reducción de suministros rusos hace temer una «escasez persistente y a largo plazo», advierte la BDI, que considera un «paso importante» el plan de la CE para reducir en un 15% el consumo de gas, finalmente aprobado por los ministros de Economía comunitarios, aunque tras incorporarse una serie de variantes y excepciones, como reclamaban el Estado español y Portugal, entre otros.
«La escasez persistente se viene sobre Alemania y sobre Europa. El conjunto de la sociedad, desde el empresariado, al sector público y el consumo privado deben ahorrar energía ahí donde sea posible», ha argumentado Niedermark, de nuevo tomando como propios los argumentos de Von der Leyen.
Estas declaraciones se suman a las estimaciones difundidas este martes por el influyente instituto económico alemán Ifo, según las cuales el sector exportador alemán teme los efectos negativos de la escasez de gas sobre el comercio exterior del país.
De acuerdo con esas evaluaciones del instituto, entre los principales del país, las expectativas de los exportadores alemanes han caído a menos 0,5% este mes de julio, respecto al 3,4% en positivo notificado en junio. «La escasez de gas lastra las expectativas del sector exportador», afirma el Ifo en un comunicado acerca de los ánimos en uno de los motores tradicionales de la economía alemana, como son las exportaciones.
Los esfuerzos del Gobierno alemán, y especialmente de su ministro de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeck, por encontrar alternativas al menguante gas ruso han dado resultados. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, el pasado 24 de febrero, Alemania ha reducido a menos de la mitad su dependencia de las importaciones de gas ruso: del 55% que representaban en febrero ha bajado al 26% de junio.
Pero el anuncio de Gazprom de reducir drásticamente desde mañana el servicio hacia Europa occidental pone muy cuesta arriba el objetivo de llenar a un 95% los depósitos o de hacerlo sin disparar aún más la factura energética. Según Gazprom, la nueva reducción dejará los suministros a través de Nord Stream en 33 millones de metros cúbicos diarios. Actualmente, Rusia suministraba ya solo el 40% de las normas habituales.
Las alarmas de la gran industria alemana son compartidas por los expertos e institutos económicos. Hace apenas una semana, antes del anuncio de nuevas reducciones de suministros, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advertía ya de las consecuencias de un recorte drástico sobre la actividad económica de Alemania.
El pronóstico de crecimiento para Alemania del FMI se sitúa ahora en un 1,2% del PIB –frente al 2,1 % de su informe del pasado abril y tras haber aplicado en enero ya un recorte de 1,7 %–.
Schröder, de nuevo en busca de Putin
En medio de las gestiones a escala europea o del Gobierno alemán, el semanario ‘Der Spiegel’ ha revelado que el excanciller Gerhard Schröder (1998-2005) vuelve a estar en Moscú y que probablemente se reúna con el presidente Putin, su amigo y aliado mientras estuvo en el poder y con quien suscribió, poco antes de abandonarlo, el acuerdo del que nació el gasoducto Nord-Stream.
La figura de Schröder es motivo de bochorno para el Partido Socialdemócrata (SPD), desde el cual se han lanzado incluso iniciativas para expulsarlo de la formación. El excanciller se ha desligado en medio de fuertes presiones de todos sus cargos en empresas controladas por el Kremlin, pero sigue sin romper los vínculos, privados o no, con Putin.