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Los Veintisiete acuerdan un plan para reducir el consumo de gas a medida de cada país

Los ministros de Energía de la Unión Europea han cerrado un acuerdo para reducir de forma «voluntaria» el consumo de gas con vistas al invierno, ante la posibilidad de un corte total del suministro por parte de Rusia, aunque con excepciones como las interconexiones o la capacidad de exportación.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (John THYS | AFP)

Los estados miembros de la Unión Europea han aprobado este martes un plan coordinado de reducción de su consumo de gas para reducir su dependencia de Moscú, según ha anunciado la Presidencia checa del Consejo de la UE. Solo se ha opuesto Hungría.

«¡No era una misión imposible! Los ministros (de la Energía del 27 reunidos en Bruselas) han llegado a un acuerdo político sobre la reducción de la demanda de gas de cara al próximo invierno», ha anunciado la cuenta de twitter de la Presidencia checa.

Aunque se mantiene el objetivo general de reducir un 15% la demanda de gas a nivel europeo, el texto finalmente pactado introduce numerosas situaciones a las que los países interesados se podrán acoger para solicitar derogaciones.

Los estados miembros han acordado reducir su demanda de gas en un 15% en comparación con su consumo promedio en los últimos cinco años entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023, aunque cada país escogerá qué medidas implementará.

De esta manera, el Consejo de la UE especifica algunas exenciones y posibilidades para solicitar una excepción al objetivo de reducción obligatorio, para reflejar las situaciones particulares de los estados miembros y garantizar que las reducciones de gas sean efectivas en aumentar la seguridad del suministro en la UE.

Excepciones

En particular, se ha acordado que los estados miembros que no están interconectados con las redes de gas de otros países están exentos de las reducciones de gas obligatorias, ya que no podrían liberar volúmenes significativos de gas de tubería en beneficio de otros, según ha explicado el Consejo en un comunicado.

Los países cuyas redes eléctricas no estén sincronizadas con el sistema eléctrico europeo y dependan en gran medida del gas para la producción de electricidad también quedan exentos, a fin de evitar el riesgo de una crisis de suministro eléctrico.

Además, los Estados podrán solicitar una excepción para adaptar sus obligaciones de reducción de la demanda si tienen interconexiones limitadas con otros países y pueden demostrar que sus capacidades de exportación o su infraestructura nacional de gas natural licuado se utilizan al máximo para redirigir gas a otros.

Otra excepción se podrá pedir si han superado sus objetivos de llenado de almacenamiento de gas, si dependen en gran medida del gas como materia prima para industrias críticas o si su consumo de gas ha aumentado al menos un 8% en el último año en comparación con la media de los últimos cinco años.

El acuerdo político no exigía unanimidad sino el apoyo de una mayoría cualificada (es decir, de 15 países que sumen el 65% de la población).